Análisis de Wolfenstein II: The New Colossus (PS4, PC, Xbox One)
Bethesda sorprendió y agradó a buena parte de los amantes de los juegos de disparos en primera persona de corte clásico con el lanzamiento en el 2014 de Wolfenstein: The New Order, un juego que no era revolucionario, pero que nos trajo alta dosis de acción y diversión de la vieja escuela que resultaba un soplo de aire fresco en un mercado saturado de FPS inspirados en la "fórmula Call of Duty".
Tres años y una expansión después nos llega Wolfenstein II: The New Colossus, una nueva apuesta de Bethesda por la saga, volviendo a contar con MachineGames, desarrolladores de los capítulos anteriores, para reproducir de nuevo su éxito.
Jugabilidad puramente Wolfenstein
Wolfenstein II: The New Colossus tiene lugar cinco meses después del final de The New Order, y tendremos que enfrentarnos, una vez más, contra las malignas tropas del ejército Nazi que asolan toda la faz de la tierra.
Para ello volveremos a contar con un sistema de disparos suave, preciso y ágil que reacciona muy bien a todas las acciones que le mandamos desde nuestro DualShock 4 (hemos probado la versión de PS4), contando además con un mapeado de controles sencillo e intuitivo, con la típica ruleta para seleccionar las armas pulsando el botón R1, el ataque cuerpo a cuerpo en el botón R3 y el resto de funciones en lugares accesibles de nuestro mando.
También tendremos a nuestra disposición un sistema de ayuda al apuntado que nos hará más fácil la tarea, pero que no será tan agresivo como para que no tengamos que poner a prueba nuestra puntería.
Cuando apuntemos, el sistema nos guiará hacia nuestro objetivo, sí, pero seremos nosotros los que deberemos de corregir con los sticks su movimiento, o buscar su cabeza si queremos realizar un disparo de precisión.
El juego conserva la posibilidad que nos daba el primero de controlar dos armas a la vez, aumentando exponencialmente nuestro poder de ataque a costa de sacrificar un poco de precisión, pero convirtiendo a B.J. Blazkowicz en todo un titán con un poder de fuego demoledor.
Algo que llamó la atención de muchos jugadores en la primera entrega eran las mecánicas de sigilo, más útiles de lo que uno podría esperar en un título con un aire tan clásico. En Wolfenstein II estas mecánicas no sólo siguen presentes, sino que mejoran y resultan una buena alternativa a nivel jugable.
Potenciadores, gadgets, ventajas y un arsenal a nuestra disposición
Para sembrar el terror dentro de las filas del ejército nazi contaremos con 10 armas que irán desde la típica pistola hasta un poderoso cañón laser, pasando por una escopeta, una subametralladora, un fusil de asalto o granadas, todas ellas con un aspecto tecnológico similar al que vimos en The New Order.
Estas armas pueden mejorarse gracias a unos kits de desarrollo que encontraremos a lo largo de los niveles del juego. Gracias a ellos podremos activar hasta un máximo de tres mejoras por arma: pistola de clavos, mirillas, cargadores de tambor y otras opciones que descubriréis durante vuestras partidas.
A este arsenal debemos de sumar también algunos gadgets de alta tecnología que nos ofrecerá Set (nuestro inventor loco) a lo largo de la campaña y que nos permitirán atravesar muros o puertas, recudir nuestro tamaño para pasar por pequeños conductos y rendijas o, por último, acceder a zonas elevadas mediante unos zancos especiales.
Por si fuera poco, también tendremos acceso a una serie de ventajas que irán variando en función de nuestro estilo de juego. Por ejemplo, si nos gusta la infiltración y matar con sigilo, tendremos una ventaja que nos permitirá aumentar nuestra velocidad agachado. Otra posibilidad la tenemos con una ventaja que, a medida que eliminamos nazis con disparos en la cabeza, hace que aumente el daño de las armas con la mira desplegada.
Volvemos al uso de botiquines… con un pequeño sistema de regeneración de vida
Una de las mayores críticas de los amantes de los FPS clásicos a los juegos de hoy en día es que, de forma habitual, apuestan por la regeneración total de nuestra vida cuando estamos alejados del fuego enemigo, renunciando a los clásicos botiquines o vendas para recuperar nuestra salud que tan presentes estaban en los 90 o principios de los 2000.
MachineGames y Bethesda quieren coger lo mejor de ambos mundos y por eso ofrecen en Wolfenstein II un sistema de regeneración de vida que regenera sólo los diez primeros puntos (del uno al diez), dándonos una pequeña ayuda, pero dejando la mayor parte de la regeneración a los botiquines. Eso sí, este poder regenerativo aumenta en las fases finales del juego.
Escenarios de diversos tamaños y una IA por lo general, bastante lista
Wolfenstein II es un juego de disparos clásico, que apuesta en la mayoría de las ocasiones por escenarios interiores como casas, búnkeres, túneles subterráneos y un largo etcétera de localizaciones que no os vamos a revelar para no estropear la experiencia jugable.
Sin embargo, que sean espacios cerrados no quiere decir que, en ocasiones, no sean amplios, ni que no tengan infinidad de recovecos, secretos o caminos ocultos destinados a que podamos afrontar el nivel de formas distintas.
Otro factor a tener en cuenta en los juegos de disparos es la IA del enemigo que, en la mayoría de las ocasiones, ha demostrado ser bastante inteligente, estando atenta a nuestros movimientos, buscando el flanqueo o el ataque por la espalda.
Pero, como toda IA, la de Wolfenstein II también tiene algunos fallos como el no vernos en alguna ocasión cuando estamos a escasos centímetros de las narices de un enemigo o el conocido "efecto pasillo", presente en las dificultades más bajas, en el que, con la espalda cubierta y en una zona estrecha, irán desfilando hacia nosotros uno por uno para que acabemos con su existencia. Por suerte, la composición de los niveles no permite que esto ocurra demasiadas veces.
Matando nazis con una historia profunda
Wolfenstein II: The New Colossus, como ya comentamos al principio del texto, tienen lugar cinco meses después de los hechos ocurridos en Wolfenstein: The New Order. En esta ocasión, abandonaremos Europa para centrarnos en los Estados Unidos y la antagonista del juego será Frau Engel, una de las figuras más importante del ejército Nazi que ya conocimos en la famosa escena a bordo de un tren de la primera entrega.
MachineGames no renuncia en esta entrega al humor, la crueldad o la sangre características de Wolfenstein aunque en esta ocasión aboga por una mayor carga emocional en el argumento, ofreciéndonos una historia más madura que la que pudimos ver en el 2014.
En esta nueva trama argumental conoceremos una parte más profunda de un B.J. Blazkowicz que, sin perder su imagen de chulo y bravucón, se nos mostrará más humano, dejándonos descubrir parte de la infancia que le convirtió en la máquina de matar que es hoy.
También habrá una fuerte carga de crítica social disfrazada de humor e ironía que veremos reflejada en algunos personajes y en ciertas situaciones, que viviremos a medida que avance la partida y que no descubriremos para no estropearos las diferentes sorpresas.
La trama algunos giros bastante interesantes que hacen que el juego acabe enganchándonos, sobre todo, a partir de su segunda mitad y que juega bastante bien con nuestros sentimiento, aumentando progresivamente nuestro "odio" a Frau Engel.
Si hablamos de la duración, la historia principal puede llevarnos de 12 a 15 horas de juego dependiendo del nivel de dificultad y de nuestra habilidad con los FPS. Otro aspecto que hay que comentar son las cinemáticas que, pese a que son interesantes y divertidas, en algunos momentos rompen un poco el ritmo de la partida resultando demasiado largas. Por suerte, estas fases de vídeo suelen ser las más reveladoras en cuanto a la trama.
Centrándonos en las misiones, la mayoría consistirán en ir a un lugar a coger un determinado objeto mientras matamos la máxima cantidad de nazis posible. El juego es el que es, pero dentro de las mismas se producen en ocasiones situaciones realmente divertidas que nos van a sacar más de una sonrisa de la boca. Eso sí, nos hemos encontrado con alguna que otra misión colada con calzador para aumentar la duración total de la campaña.
Secretos, coleccionables, Übercommandos y secundarias
Una vez acabemos con la trama principal todavía nos quedará mucho por hacer en Wolfesntein II: The New Colossus que, con su contenido extra, parece que va a ofrecernos más horas de diversión que la primera entrega.
De entre todos los extras, el que quizás más tiempo de juego pueda darnos son los Übercommandos, altos comandantes de las fuerzas alemanas que podremos cazar recorriendo parte de los niveles que ya hemos visitado para lograr liberar américa del yugo nazi.
También podremos dedicarnos a encontrar los numerosos coleccionables que hay distribuidos en todos los niveles, pudiendo obtener cromos, ilustraciones, discos musicales, oro y otros objetos que gustarán bastante a los amantes del coleccionismo.
Si somos amantes de lo retro, Wolfenstein II nos permitirá disfrutar del Wolfenstein original al completo a través de una máquina recreativa que está situada en el submarino que nos servirá como centro de mando. Por último, al terminar por primera vez el juego desbloquearemos una dificultad extra llamada ¡Mein Leben! que se sumará a las otras seis disponibles cuando todavía no hemos completado la primera vuelta.
Gráficos continuistas, buenos efectos y un gran doblaje
Wolfenstein II: The New Colossus no es un juego que sorprenda a nivel gráfico. MachineGames ha apostado por un título continuista con un estilo cartoon agradable a los ojos, acompañado de una buena paleta de colores que le sienta muy bien su acabado final.
Pese a que no estamos ante una revolución gráfica, esta entrega sí cuenta con algunos efectos bastante llamativos, sobre todo a la hora de representar la iluminación, los reflejos, o algunas partículas como el rayo del cañón láser o las cenizas que surgen cuando pulverizamos algún objeto metálico.
A nivel técnico el juego se ha mostrado muy sólido en PS4, con 1080p y 60 fps casi inquebrantables (alguna vez han caído, pero de forma anecdótica. En PS4 Pro y Xbox One X podremos disfrutar del juego a 4K y con compatibilidad con HDR.
También hemos podido jugar un tiempo a su versión de PC. En ella el juego luce mejor que en PS4, pero se queda por detrás a nivel gráfico de otros juegos de disparos recientes, como Battlefield 1 por poner un ejemplo.
La parte positiva es que MachineGames ha dotado al juego con un montón de opciones de personalización para adaptarse a ordenadores de todas las prestaciones del mercado, siendo compatible con resoluciones 4K. En nuestro caso hemos podido jugar a 1080p y 60 FPS con todo en alto y unos 100 con la configuración media en un equipo con un Intel Core i 7 7700K, 16GB de RAM y una NVIDIA GTX 970.
Durante el tiempo que hemos jugado en PC, el único problema que nos hemos encontrado es el del tearing, prácticamente inexistente si utilizamos el sistema de sincronización vertical, pero presente en algunas situaciones si no lo usamos para elevar la tasa de frames por encima de los 60 fps.
Pasando al sonido nos encontramos con uno de los mejores doblajes podemos disfrutar hoy en día en un videojuego, apostando por los mismos actores de doblaje que la entrega anterior con todos sus beneficios.
La música que nos acompaña se muestra acorde a lo que ocurre en pantalla y las canciones escogidas para los discos secretos coleccionables no podrían ser más adecuadas. La librería de sonidos para explosiones, pasos, y otros efectos, tal y como ocurría con el primero, también es muy acertada.
A nivel anecdótico comentar que nos hemos encontrado con un par de pequeños fallos en el apartado sonoro. El primero ha sido durante unos breves segundos durante la partida, en los que el sonido se ha saturado como si el sistema estuviera sobrecargado. El segundo ha sido un bug en una de las cinemáticas que hemos escuchado en italiano, aunque, por suerte, el contenido de la misma no era vital para seguir el hilo de la historia.
Conclusiones: ¡Qué bueno que has vuelto, viejo!
Wolfenstein II: The New Colossus mejora todo lo que nos ofrecía la primera entrega del juego, ampliando un poco más sus horizontes sin renunciar a una jugabilidad de corte clásico adictiva, frenética, desafiante y tremendamente divertida.
En un mundo copado de FPS que parecen cortados por el mismo patrón se agradece que Bethesda y MachineGames hayan vuelto a apostar por el viejo Blazkowicz, permitiéndonos disfrutar una vez más de Wolfenstein, una de las sagas históricas dentro del mundo de los FPS.
Además de sus mejoras patentes a nivel jugable, Wolfenstein II nos trae una campaña interesante, profunda, con dosis de crítica social disfrazados de sarcasmo y con una imagen de su protagonista mucho más humana que no habíamos visto hasta ahora.
Wolfenstein II: The New Colossus es, sin duda, todo lo que los aficionados a Wolfenstein querían ver en esta nueva entrega, un FPS de corte clásico que se deja alimentar por las nuevas tendencias para ofrecernos una experiencia de juego que, pese a que no resulta tan fresca como la de la primera entrega, es frenética, adictiva y muy divertida.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga de PS4 y PC que nos ha proporcionado Bethesda.