Análisis de The Deadly Tower of Monsters (PS4, PC)

El estudio chileno ACE Team, responsable de Zeno Clash, Rock of Ages y Abyss Odyssey, cambia radicalmente de estilo una vez más con un lanzamiento inspirado en el cine de ciencia ficción años 60 y 70: The Deadly Tower of Monsters. Un homenaje a las producciones –no siempre buenas- de serie B con mucho humor y acción que aprovecha la poca coherencia de sus historias para ofrecer un título muy variado y entretenido.

Más que a un videojuego, la presentación se inspira en el DVD de la supuesta película que estamos viendo. Eso no impide que su calidad visual y defectos sean propios de una cinta VHS, así que en algunos momentos la imagen se pierde, o salta a blanco y negro porque el presupuesto no daba para más.

La función de comentarios del director nos acompañará durante toda la partida –y los menús- explicando qué sucede en la acción y de vez en cuando curiosidades de la grabación. La voz en off apostilla frases muy graciosas, la mayoría intrascendentes para el argumento o la diversión, pero una pequeña parte actúan de guía para superar ciertas situaciones.

La historia es lo de menos en este caso. Un explorador espacial llamado Dick Starspeed cae accidentalmente en un extraño planeta poblado de monos, amigables y agresivos. Se cruzará con una mujer de armas tomar, Scarlet Nova, hija del tiránico Emperador que controla Gravoria. El tercer protagonista es el robot compañero del héroe porque ¿qué sería de una epopeya galáctica sin un hombre de hojalata y diseño retro? El resto es una colección de clichés e incoherencias que harían sentirse orgulloso a Ed Wood.

The Deadly Tower of Monsters es un juego de acción "de dos sticks" –el derecho para apuntar- y exploración de vista casi siempre superior. Que no se confunda con el género más arcade al que está abonada Housemarque con Alienation y Dead Nation, aquí no se demandan nervios de acero ni la diversión proviene de batir récords, es un estilo mucho más aventurero. La historia se puede superar en unas cuatro horas, con una gran cantidad de objetivos extras que aumentarán la duración para los más completistas. No obstante nos habría gustado una duración un poco mayor para tocar más clásicos de la gran pantalla.

Nuestro armamento consta de armas físicas y a larga distancia, desde palos, espadas, látigos y otros artilugios del estilo a pistolas y fusiles láser, de rayos Tesla, lanzallamas y demás. No hay que preocuparse de buscar munición, es infinita, pero un indicador de energía se consume con cada disparo y se necesita esperar un poco a que se recargue tras unos disparos. Lógicamente es un sistema equilibrado, a más potencia o dispersión de ataque, mayor gasto de la barra. Llevamos dos de cada tipo, lo que ofrece flexibilidad ante cualquier imprevisto.

Más interesante son las habilidades y accesorios de los que dispone cada personaje –intercambiable en las cabinas designadas a tal efecto-, como las minas con una función ofensiva y para superar obstáculos, o la mochila a reacción para flotar unos instantes en el aire y salvar nuestra vida en una caída que sería mortal. Hay un buen número de poderes incluyendo teletransportación, una burbuja que ralentiza el tiempo, un escudo deflector de rayos, carrera rápida…

Cada personaje va obteniendo estas ventajas según se progresa y gracias al viaje rápido entre puntos ya visitados se puede volver atrás para abrir rutas nuevas, en algunos casos de manera obligada –por ejemplo cuando rescatamos a Robot- y en otras para conseguir más recursos en forma de oro y engranajes. Prácticamente todo el juego lo puedes terminar con el personaje que desees, sólo para superar ciertos puntos de la historia o rutas secundarias será necesario utilizar un poder concreto que tenga en exclusiva uno de los héroes. ¿Hay una cinta transportadora que te impide avanzar en esa dirección? Echa mano de Scarlet y su velocidad. ¿Un gran bloque de piedra inflable bloquea el camino? Una granada de Dick y asunto solucionado.

Dichos coleccionables se utilizan para mejorar armas y el nivel de nuestro personaje. No estamos ante un profundo toque rolero, pero ayuda a dar sentido a la exploración del entorno. Pese a que hablamos casi siempre de escalar una torre, hay más desvíos de los que parece a simple vista. Inspeccionar cada rincón en lugar de avanzar deprisa es preferible si tienes algún tipo de problema con la dificultad –no deberías, es un juego bien ajustado-.

La mención a la torre en el nombre del juego no es casual: hay un desarrollo muy vertical que permite utilizar muchos de esos gadgets en su mecánica. En cualquier momento te puedes tirar por el precipicio a recoger un coleccionable y volver a la parte superior antes de tocar suelo, y da lugar para espectaculares secuencias de caída libre disparando pterodáctilos mientras desciende el jefe que hemos derrotado. También hay un movimiento no muy típico en los juegos de acción en tercera persona con el que se dispara hacia abajo desde el borde de una plataforma, pues muchas veces nos avisarán de un ataque inminente de criaturas que ascienden hacia nuestra posición.

El juego destaca por su originalidad dentro de lo que es un género bastante trillado. ¿Hay un aspecto realmente novedoso en The Deadly Tower of Monsters? En la jugabilidad puede que no; tampoco es algo que se encuentre en la mayoría de lanzamientos actuales si vamos a ese extremo, pero el conjunto es mucho más que eso, inseparable de su delirante ambientación que no se toma nunca en serio, algo que permite plantear situaciones curiosas cada cinco minutos. Dosifica bien las arenas de combate masivas con otras de plataformas y tiroteos, nunca pasarás mucho tiempo realizando la misma tarea. Por otra parte, el combate dispone de tantas habilidades y armas que podemos encarar la batalla de la manera en la que deseemos, alternando el cuerpo a cuerpo con armas de fuego.

Otro de los puntos fuertes se encuentra en la gran variedad de enemigos, en ataques y formas. Hormigas mutantes, humanos, monos de armas rudimentarias, hombres-lagarto, hombres-mosca, pulpos, cangrejos gigantes, plantas carnívoras, el mítico ojo flotante "beholder" o dinosaurios animados con stop-motion son sólo unos ejemplos de esta mezcla de ideas que tan pronto nos presenta al primo lejano de King Kong como a los platillos volantes de Mars Attacks! Lo más gracioso es ver cómo en muchos casos se ve "el truco", el hilo del que cuelgan objetos o el corte cuando se cambia el brazo del gorila por uno falso o los perros disfrazados de aspiradora. Detalles que te meten todavía más en el ambiente de película cutre.

Visualmente es resultón. Los escenarios están más inspirados de lo que da a entender al principio, cuando la temática queda un poco restringida a la base isleña y la torre con inspiración tribal. Con el ascenso por los tramos, delimitados por cada jefe, va evolucionando por una decoración palaciega y más futurista. La arquitectura y sobre todo los efectos de distorsión de color que tanto se usa –o abusa- en muchos títulos aquí tiene perfecta justificación dada la naturaleza de VHS que busca. Dos notas humorísticas: las huellas de grasa sobre la pantalla que aparecen en un momento dado y el comentario sobre destellos de lentes -lens flare- a los que se lanza una puya que todavía le debe escocer a J.J. Abrams.

La música no suele destacar demasiado, pero si te fijas en ella reconocerás sonidos y estilos propios de las películas que imita, incluyendo el famoso theremín tan explotado para crear ambiente de misterio en las historias de terror. El protagonista absoluto en el audio es el narrador, superpuesto en todo momento. Una lástima que los jugadores que no entiendan el inglés de oído tendrán dificultad en leer los subtítulos –que sí están traducidos al español- durante el fragor de la batalla.

Conclusiones

The Deadly Tower of Monsters es más que la suma de sus partes. Un juego desenfadado, entretenido, que sin pretender romper moldes presenta un desarrollo vertical que da pie a persecuciones, caídas, vertiginosos saltos sobre el abismo, tiroteos y combate ligero. Está lejos de ser perfecto y por eso nos gustaría una secuela, porque tiene mucho potencial, y es una de las primeras sorpresas positivas en lo que va de año. Nunca aburre, y eso ya es más de lo que pueden decir producciones mucho más caras.

Hemos analizado este juego en su versión de PC gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Atlus.