Análisis de Spider-Man (PS4)

Superhéroes hay muchos. Superhéroes con buenos juegos, no tantos. Spider-Man tiene la suerte de contar con buenas adaptaciones a sus espaldas, con juegos buenos y muy buenos, además de algún que otro tropezón. Sus seguidores, desde luego, han tenido muchas oportunidades de disfrutar con aventuras virtuales del hombre araña, pero cuando una Sony que está en su punto más dulce le saca la alfombra roja (y el cheque en blanco) a un estudio tan capaz como Insomniac, sabemos que estamos ante un título especial.

Enfundándonos el traje

Aviso: todo el análisis está libre de spoilers y tan sólo mencionaremos el segundo personaje ya revelado por Insomniac.

Spider-Man es un juego de acción y aventuras en mundo abierto protagonizado, obviamente, por el personaje de Marvel. Peter Parker lleva ya siete años enfundándose el traje y es un superhéroe experimentado. Claro que, tiene otros problemas en su vida cotidiana, como encontrar un buen trabajo remunerado, mantener a flote su relación con Mary Jane o, simplemente pagar el alquiler.

Conocemos así la historia de un Spider-Man más humano, que tiene que hacer malabares para combinar su vida personal con la "profesional". Insomniac ha apostado por comenzar la aventura in medias res, lo cual no es un problema, ya que todos estamos más que familiarizados con el superhéroe, pero se ha encargado de ofrecer toda la información necesaria (a través de objetos o conversaciones) para que podamos dibujar el inicio.

Lo bueno de empezar así es que desde el primer momento nos sentimos Spider-Man, y esto es una de las claves. Insomniac ha clavado las sensaciones, y tras unos torpes minutos iniciales en las que nos hacemos a los controles, nos convertimos en él. Podemos hacer lo que nos dé la gana: movernos por la ciudad con una libertad y una agilidad absoluta balanceándonos y propulsándonos entre los edificios, o combatir realizando movimientos y combos imposibles en los lugares más inverosímiles.

Sin entrar en detalles, os podemos decir que la historia está muy bien contada, y es genial ver a ciertos personajes evolucionar. Las personalidades están muy bien definidas, con un Peter Parker siempre listo para la broma de turno, y las relaciones entre personajes están muy trabajadas. Eso sí, no os esperéis una historia memorable, ya que, a poco que conozcas el universo, te puedes ver venir la inmensa mayoría de situaciones.

Queremos destacar que es un juego que cualquiera puede disfrutar, pero es un juego para fans de Spider-Man. Todas las referencias que guarda, el fan service de la mejor calidad y, sobre todo, lo bien que recrea al personaje es algo que, cuanto más fan seas, más vas a disfrutar.

Juego de mundo abierto por definición

Spider-Man nos ofrece la estructura de juego de mundo abierto que todos conocemos. Puntos altos que desvelan el mapa al "conquistarlos", misiones secundarias, objetivos de encontrar cosas en el mapa y, como no podría ser de otra manera, las misiones principales de la historia.

Seguramente habéis leído que el juego "dura 20 horas", y lo cierto es que, después de jugarlo, creemos que sería más adecuado decir que se puede terminar en 20 horas, pero también puede durar muchas más. Os adelantamos ya que Spider-Man no es particularmente largo, pero hacerlo al 100% sí que puede irse a las 30 o las 35 horas, en función del nivel de dificultad y lo que os distraigais.

Es un juego que se presta a hacer todo, ya que el contenido opcional está muy bien medido. Estas pruebas o misiones nunca duran demasiado ni se hacen tediosas, y en general son divertidas y variadas. Sí, hay algunas que se repiten, pero también hay otras muy originales y elaboradas, con jefes finales y todo. Por si fuera poco, a través de ellas desbloqueamos elementos para desbloquear trajes y mejorar nuestros gadgets, por lo que tenemos ese aliciente extra para completarlas.

Esa variedad se traslada también a las principales, que sin duda son las estrellas del juego. Además, hay momentos increíbles, en los que, de verdad, nos parece que estamos viendo una película en lugar de un juego. Esto nos lleva a mencionar las QTE, implementadas en los momentos más espectaculares y que, personalmente, creemos que funcionan bien.

Spider-Man alterna con acierto combates, exploración de la ciudad, puzles, investigación e infiltración, marcando un ritmo que le sienta bien a la experiencia. Es cierto que no profundiza demasiado en ninguno de ellos, pero gracias a esto la aventura siempre es muy agradecida de jugar, muy ágil.

Lo más importante, quizás, es que el control es una delicia. El combate nos permite hacer auténticas virguerías, pudiendo utilizar todo tipo de gadgets para combinarlos con nuestros puñetazos y telas de araña, y electrocutar enemigos, lanzarlos por el aire, pegarlos a las paredes o noquearlos con diferentes movimientos especiales. Eso sí, a falta de probar el modo más difícil que se añadirá en el lanzamiento, el juego es un auténtico paseo. Jugándolo en difícil no hemos tenido ni el menor problema para completarlo.

Dificultad aparte, algo que tampoco nos han convencido mucho son la secuencias de infiltración de Mary Jane. Como sabéis, podemos controlarla en ciertos momentos, y si bien algunas misiones nos dan algo más de libertad y se hacen más amenas, la mayoría están muy guiadas, y no terminan de aportar mucho. No duran mucho y no son un problema, pero nos hace plantearnos el porqué de esta extraña obligación que parece que tienen los estudios de meter infiltración sí o sí en todos sus juegos.

También queremos mencionar lo bien que está hecho el sistema de desplazamiento. Podríamos entrar en detalle y contaros cómo enlazar las habilidades para movernos por Nueva York como el auténtico hombre araña, pero hasta que no lo tengáis en vuestras manos y le pilléis el truco no vais a entender lo satisfactorio que es. Pueden pasar horas y horas y nunca te cansas de balancearte; no se puede hacer mejor jugable ni visualmente. Por supuesto, todas las habilidades de nuestro protagonista, ésta incluida, pueden mejorarse al subir de nivel.

Volviendo a redefinir los límites de PlayStation 4

Insomniac ya demostró con Ratchet & Clank que puede hacer gráficos en tiempo real que parezcan una película por ordenador, y aunque la estética de Spider-Man no se presta tanto a este paralelismo, tiene momentos que vuelven a hacer que nos replanteemos cuáles son los límites de una PlayStation 4.

Quizás no es tan perfecto como God of War, pero es un juego muy diferente. Si nos fijamos, vamos a ver de manera muy puntual cómo cambia el nivel de detalle de algún elemento en la distancia, por ejemplo, pero es que no se le puede pedir más. La densidad de la ciudad, la distancia de dibujado y la complejidad de todos los elementos en pantalla es, sencillamente, increíble para una consola que se lanzó hace ya casi cinco años a 400 euros.

Nosotros lo hemos analizado en PS4 Pro, donde la limpieza y la definición de la imagen nos ha dejado boquiabiertos. Ni un diente de sierra ni un elemento borroso a 4K, algo muy destacable para no ejecutarse de manera nativa a esa resolución. También cuenta con HDR, cuya implementación no nos ha sorprendido tanto, pero sí que se nota en ciertos momentos como en las explosiones por la noche, por ejemplo.

Seguramente también habréis oído hablar del downgrade, el charco y demás. Nosotros vemos las mismas diferencias en las imágenes que veis vosotros, pero lo que os podemos garantizar es que vais a ver cosas que no os vais a creer que se puedan ejecutar en tiempo real. Algunas de las secuencias de acción más espectaculares del momento están aquí, y las vamos a jugar nosotros.

Los paisajes, el traje de Spider-Man, algunos rostros, la increíble cantidad de animaciones y lo bien que se enlazan, cómo se mueve todo con soltura a unas 30 imágenes por segundo que rara vez caen… Lo cierto es que técnicamente pocas pegas se le pueden poner. Lo mismo en el apartado sonoro, con una banda sonora acertadísima, con temas muy épicos, y unos efectos de sonido muy, muy contundentes que encajan a la perfección. Por supuesto, nos llega muy bien doblado al castellano, como Sony nos tiene acostumbrados.

El número 1 de ‘Spider-Man’

Insomniac ha demostrado que es el estudio perfecto para Spider-Man. Ha conseguido llevar de nuevo al hombre araña a lo más alto de los juegos de superhéroes para hacer lo que Rocksteady hizo con Batman en su día: crear un juego basado en un cómic que todo el mundo va a disfrutar, incluso si no te llama particularmente el protagonista. Y ojo, si te gusta Spider-Man, lo vas a disfrutar más que nadie.

Tiene algunos peros, como la escasa dificultad (que, en teoría, se soluciona con el parche día 1), algunas misiones y objetivos poco inspirados y no demasiado contenido, pero en general nos ha dejado muy satisfechos, porque lo que hace bien lo hace tan bien que eclipsa esos aspectos mejorables. Es una obra respetuosa, que se nota que está hecha con mucho cariño y respeto hacia el personaje, repleta de referencias y guiños que los que conocen al superhéroe van a disfrutar muchísimo. Y todo ello, además, envuelto en un apartado audiovisual espectacular.

Si os gusta Spider-Man, tenéis que jugarlo. Si os gustan los juegos de superhéroes, tenéis que jugarlo. Y si, simplemente, os gustan los juegos de acción y aventuras, tenéis que probarlo. Spider-Man no es perfecto, pero es posiblemente el mejor juego del hombre araña y uno de los mejores juegos de superhéroes que se recordamos.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con una código de descarga proporcionado por Sony.