Análisis de Saint Seiya: Soldiers' Soul (PS4, PC, PS3)
Aunque no reciban tantos juegos como otros animes y mangas, los Caballeros del Zodiaco son ya unos habituales en las consolas desde hace unos años, a pesar de que en Europa no empezamos a recibir estas adaptaciones hasta su debut en PlayStation 2. Sin embargo, ninguno de ellos ha conseguido terminar de satisfacernos del todo, con títulos de una calidad más bien discreta, por no decir tirando a malos. Ahora Atenea y sus caballeros quieren volverlo a intentar una vez más con el que supone el debut de la serie en PlayStation 4. ¿Harán arder su cosmos esta vez lo suficiente como para alcanzar de una vez por todas el Séptimo Sentido en el mundo de los videojuegos?
Cosmos a medio arder
Lo primero que nos gustaría señalar es que Saint Seiya: Soldiers' Soul es un juego completamente basado en su predecesor, Saint Seiya: Brave Soldiers, ofreciéndonos un título de lucha tridimensional 1 vs. 1 muy del estilo de los últimos juegos de Naruto desarrollados por CyberConnect2. Por lo tanto, aquí nos moveremos con total libertad por unas arenas de combate más o menos amplias mientras esquivamos, recargamos cosmos, realizamos sencillos combos con dos botones (ataque flojo y fuerte) y ponemos en práctica las técnicas características de cada personaje.
El sistema de combate es bastante sencillo, ya que la cantidad de combos que podemos realizar es muy limitada, aunque esta vez se ha ampliado considerablemente la lista de movimientos de la que disponemos cuando golpeamos en el aire, lo que nos da algo más de libertad a la hora de alargar nuestras cadenas de golpes tras mandar a volar a los enemigos.
De hecho, si tras esta acción realizáis una persecución a cambio de un porcentaje de vuestra barra de cosmos, podréis seguir golpeando antes de que pueda recuperarse, dando pie a combos mucho más creativos e interesantes respecto a Brave Soldiers, especialmente si aprendéis a gestionar bien vuestro medidor de energía para rematarlos con una técnica especial y meter entre medias un ataque de explosión.
Destacar que también existe un movimiento de evasión para aparecer por la espalda del rival cuando este nos está golpeando, aunque esta vez cuesta algo más de activar y tiene un coste cosmos bastante alto, por lo que os tocará revisar la barra de energía del contrario antes de alargar un combo para calcular cuándo deberíais rematarlo.
Otro detalle a tener en cuenta es el hecho de que los personajes tienen una recuperación de sus movimientos bastante lenta, algo que entorpece el ritmo de los combates, pero que al mismo tiempo nos obliga a jugar con un poco de cabeza y sin atacar a lo loco, ya que cuando realizamos un ataque el personaje tiene que realizar la animación completa y volver a su pose normal antes de poder subir la defensa para bloquear golpes. O lo que es lo mismo, cada vez que pulséis el botón de atacar y falléis os quedaréis completamente vendidos durante unos segundos
A esto tenemos que sumarle también la recuperación desde el suelo cuando nos lanzan. Si bien existe un movimiento para levantarnos rápidamente (hay que pulsar X justo al tocar tierra), si no lo hacemos el personaje tarda una eternidad en ponerse de nuevo en pie, ralentizando más de lo que nos gustaría las batallas. Eso sí, la velocidad de los combates se ha aumentado un poco, algo que se agradece mucho, aunque todavía nos siguen pareciendo algo lentos y toscos.
En lo que respecta a la plantilla de personajes, esta vez tenemos el juego de Saint Seiya más completo hasta la fecha, con multitud de caballeros de todas las sagas, incluyendo por primera vez Asgard y Soul of Gold (aunque de esta última solo están los Caballeros de Oro con sus armaduras divinas). De todos modos, todavía seguimos echando en falta muchos más Espectros de Hades, a los Caballeros Negros, más Caballeros de Bronce, a los Caballeros de Plata e incluso luchadores de otras series, como Lost Canvas.
Además, la cifra es muy engañosa (más de 70), ya que hay muchos caballeros que ocupan varios huecos (sin ir más lejos, Seiya ocupa cuatro y el resto de los principales de bronce tres, mientras que todos los de oro reclaman dos casillas) y no os penséis que hay demasiadas diferencias entre sus variantes, porque lo único que cambia son sus técnicas especiales y poco más. Al menos, esta vez nos dejan escoger trajes y Ataques Big Bang de forma independiente.
En cuanto a modos de juego se trata de un título bastante completo y muy bien servido de contenidos como para tenernos jugando durante horas y horas para desbloquearlo todo. La modalidad principal para un jugador la tenemos en "Leyenda del Cosmos", o lo que es lo mismo, el imprescindible modo historia en el que revivir la historia de la serie.
Esta vez se divide en cuatro capítulos distintos: Santuario, Asgard (probablemente el mejor arco argumental de relleno que se ha hecho nunca para un anime y que debuta por primera vez en un videojuego), Poseidón y Hades. Destacar que podremos superar cada saga en el orden que queramos, por lo que si os apetece jugar directamente la de Hades la tendréis disponible sin necesidad de completar las otras tres.
Cada pantalla nos llevará a tener que ganar de uno a tres combates mientras asistimos a diferentes vídeos que van avanzando la historia. Al igual que en Brave Soldiers, estos combates a veces tienen modificadores, como que nuestro enemigo cuente con un 30% de ataque extra o que empecemos directamente con el Séptimo Sentido al máximo. Además, todas las batallas ofrecen diferentes desafíos opcionales para obtener recompensas extras, como realizar un combo de 20 golpes o ganar rematando el combate con un ataque Big Bang.
El problema es que este modo resulta tremendamente soso. Si bien se ha dado un paso de gigante al sustituir las conversaciones con imágenes estáticas y textos por vídeos de verdad, estos están muy mal realizados y ejecutados, con momentos realmente cutres (la ola que se lleva a Saori al final de la saga de Asgard da bastante vergüenza ajena de ver), personajes sin expresividad alguna, y sin una pizca de la espectacularidad y emoción que consigue transmitir la serie.
Al final, la sensación que nos deja es la de estar jugando simples combates con un ritmo que se ve entorpecido por multitud de largos vídeos (por suerte se pueden saltar) que muchas veces no encajan con lo que hemos hecho durante la pelea y que no nos aportan nada tras haber leído el manga o visto el anime. Y sí, será en este modo donde desbloquearéis a la gran mayoría de personajes del juego, por lo que jugarlo es prácticamente obligatorio (apenas empezamos con cinco luchadores desbloqueados de inicio).
Por otra parte, tenemos el Modo Batalla, dividido a su vez en Batatalla Contra, Supervivencia, Guerra Galáctica, Entrenamiento y Tutorial. Estos dos últimos no necesitan demasiadas explicaciones, mientras que Batalla Contra viene a equivaler al habitual modo Versus, con la peculiaridad de que nos ofrece muchas reglas especiales entre las que escoger, como que la única forma de hacer daño sea noquear al rival, que gane el jugador que consiga impactar el primer golpe, que no se muestren las barras de salud o que no se pueda utilizar el botón de guardia, por mencionar unas pocas.
Supervivencia nos propone derrotar a varios enemigos de forma consecutiva sin poder regenerar salud entre combates, aunque sí que podremos curarnos si completamos ciertas condiciones especiales que se nos indicarán en cada batalla. Mientras más combates superemos, mejores serán nuestras recompensas, aunque si fracasamos lo perderemos todo. Existen diferentes variantes, categorías y dificultades que iremos desbloqueando a medida que vayamos completando las anteriores y se trata de un modo perfecto para conseguir dinero. Finalmente, Guerra Galáctica nos llevará a revivir el Torneo Galáctico, la primera saga del manga, proponiéndonos muchos torneos diferentes para superar en el modo un jugador y en los que pueden participar hasta ocho usuarios.
A todo esto tenemos que añadirle una modalidad adicional inspirada en Soul of Gold: Combate de Oro. Aquí nos tocará jugar tres combates temáticos con cada uno de los Caballeros de Oro vistiendo sus armaduras divinas, aunque para desbloquearlos necesitaremos unas antorchas que podremos comprar en la tienda a cambio del oro que obtengamos jugando al resto de modos. Eso sí, a pesar de que el punto de partida es el mismo que el de esta nueva serie, aquí no reviviremos su historia, lo que es una auténtica pena.
Evidentemente tampoco falta un modo online, aunque vuelve a ser tremendamente simple y básico en cuanto a opciones, ya que solo nos permitirá escoger entre partidas puntuadas y con ranking o sin ellas, permitiéndonos retocar algunas opciones, como la eliminación de vídeos y ángulos de cámaras especiales para los ataques especiales. Por lo que hemos podido jugar, sus servidores no funcionan mal del todo, aunque encontrar partida puede convertirse en una tarea bastante tediosa, especialmente si aplicáis filtros de búsqueda.
Fidelidad visual
A nivel gráfico se trata de un título bastante discreto y que no oculta en ningún momento sus orígenes como juego de PlayStation 3. Los modelados de los personajes captan bien la esencia de los originales de la serie y son muy reconocibles, aunque son algo simples y los brillos de los que hacen gala sus armaduras no terminan de convencer del todo. Además, son muy poco expresivos y las animaciones podrían dar más de sí, algo que se traduce en una sensación de impacto muy poco satisfactoria cuando conseguimos golpear.
Por otra parte, los Ataques Big Bang sí que están muy logrados, reproduciendo a la perfección las técnicas más devastadoras de cada personaje y la puesta en escena se ha cuidado con pequeños detalles muy bien recibidos, como la animación especial que aparece cuando rematamos un combate haciendo un ataque explosivo fuerte.
Lo peor de todo son sin duda los escenarios: vacíos, sin alma, con unas texturas horribles y muy poco atractivos para la vista. Al menos se han preocupado de incluir pequeños detalles para diferenciarlos entre sí. Además, hay una enorme cantidad de arenas de combate distintas (la mayoría recicladas de la entrega anterior, como casi todo el juego). Tampoco se salvan algunos efectos, como las sombras de los personajes, totalmente pixeladas y con unos bordes de sierra que les hacen perder su forma.
La buena noticia la tenemos en que el título funciona a una resolución de 1080p y a 60 imágenes por segundo, algo que se nota en lo fluido y suave que se mueve todo, aunque viendo el apartado técnico en general del que hace gala, tampoco esperábamos menos.
El sonido nos trae una banda sonora completamente nueva que encaja bien con los combates y nos deja para el recuerdo algún que otro tema pegadizo, aunque esto no nos ha hecho olvidar lo mucho que nos hubiera gustado combatir con la música de la serie. Además, el juego peca de reutilizar demasiado ciertas melodías hasta el punto de llegar a conseguir que las odiemos, como las que suenan en los vídeos del modo historia, que siempre son las tres mismas. Los efectos son los típicos de la serie (completamente reconocibles por cualquier fan) y el doblaje japonés vuelve a darle ese toque de intensidad extra que tan bien le sienta a este anime para meternos en el papel y emocionarnos.
Conclusiones
Saint Seiya: Soldiers' Soul es un juego de lucha simplemente correcto y cuyo único atractivo se lo encontrarán los fans de la serie, que a fin de cuentas es a quienes va dirigido. Recicla muchas cosas de su anterior entrega (tantas que a veces parece una remasterización HD de Brave Soldiers), pero sabe ofrecernos una gran cantidad de contenidos al mismo tiempo que mejora y pule un poco su sistema de combate para hacer que las batallas sean más entretenidas. Por desgracia, todavía está muy lejos de convertirse en el juego definitivo de los Caballeros del Zodiaco, así que nos tocará seguir esperando a que Atenea se decida a darle su bendición a un título de esta importante e icónica serie para que podamos desatar todo el poder de nuestro Cosmos con el mando de una consola.