Análisis de Red Faction Guerrilla Re-Mars-tered (PS4, PC, Xbox One)
Generalmente las remasterizaciones de juegos con una década a sus espaldas sacan a la luz las limitaciones técnicas y, en ciertos casos, únicamente aguantan bien las comparaciones a nivel gráfico con títulos actuales gracias a un estilo artístico sobresaliente. El caso de Red Faction Guerrilla Re-Mars-tered es una rara excepción a la regla: ambicioso en la jugabilidad y ciertos aspectos gráficos, todavía es capaz de impresionar en 2018 pese a que su aspecto visual peca de monótono en más de una ocasión.
Poco a poco THQ Nordic va aumentando el número de licencias gracias a títulos de la desaparecida THQ como Red Faction o Darksiders a los que suma Saints Row, Dead Island, Metro Exodus, Biomutant o Homefront. No todos tienen secuela anunciada, pero la editora está dispuesta a recuperar la inversión con remasterizaciones que, de paso, den la oportunidad de jugar a las pasadas glorias en la actual generación. En este caso se ha fijado en Red Faction Guerrilla, lanzado en 2009 para la pasada generación.
El primer Red Faction de 2001 ya causó impresión con su sistema de destrucción, pero Guerrilla llevaba todo a un nuevo nivel. Acción en tercera persona, escenarios abiertos y libres, conducción de vehículos, sistema de moral y misiones para ir conquistando el mapa, multijugador online –respetado en la remasterización- y por supuesto los destrozos de casi cualquier elemento del entorno. Lejos de ser un mero efecto llamativo, abre muchas posibilidades en la jugabilidad, como asaltar una base rompiendo sus muros o abrir una brecha en las paredes para disparar a nuestros enemigos.
Una revolución marciana
El juego comienza con la llegada a Marte del protagonista, quien se encuentra con su hermano. Tras lo que es un breve tutorial de las acciones básicas acabará inmerso en una guerra entre la resistencia y las fuerzas EDF –Earth Defense Force-, que tienen impuesta una ley marcial en el planeta. Os recomendamos el análisis de Red Faction Guerrilla para información más detallada.
El objetivo en Re-Mars-tered es por tanto el mismo del original. Básicamente hay que tomar control de sectores ocupados mediante misiones principales o secundarias que consisten en destruir edificios estratégicos o defender a nuestros compañeros de ataques de la EDF. Y para estas tareas tenemos las habituales armas de fuego, o explosivos, pero en Red Faction hay un elemento que destaca sobre los demás: nuestro martillo.
Este martillo tiene múltiples usos; es una contundente arma cuerpo a cuerpo que acaba con los rivales sin muchos problemas, pero sobre todo, puede destruir prácticamente cualquier construcción creada por el hombre. Y resulta que es tan divertido como espectacular: puedes romper paredes de cemento armado, escaleras y torres a golpe de mazo, hasta el punto de derribar los edificios con bastante realismo en físicas. Puedes estudiar minuciosamente los puntos débiles de una estructura y utilizar las bombas allí donde sean más efectivas, o ir a saco y arrasar con todo.
Se podría pensar que la sorpresa de estos destrozos se ha perdido en la remasterización, pero lo cierto es que todavía hay muy pocos juegos que logren una interacción similar a esta y que tenga tantas implicaciones en la jugabilidad o la estrategia –el escenario también es tu cobertura y a veces no interesa desintegrar las protecciones-. Por si fuera poco, Red Faction Guerrilla añadió un sistema de moral que dependía, por ejemplo, de resolver historias secundarias y evitar daños a compañeros. Subir la moral nos recompensa con más compañeros en la acción o mejores recompensas.
La acción con disparos es quizás lo más flojo de este Red Faction, o al menos lo que peor ha envejecido. Por suerte las posibilidades de destrucción nunca cansan y casi siempre tienes alguna alternativa para evitar que Guerilla se convierta en un shooter corriente en tercera persona, además de contar con un buen puñado de armas a elegir, algunas muy originales.
Re-Mars-tered
La remasterización ha mejorado varios aspectos gráficos, así que tenemos un juego que está a medio camino entre la pasada generación y la actual. Por ejemplo, las texturas, efectos, sombras, iluminación y postprocesado se han revisado, y no es fácil ver alguna superficie pixelada o que desentone.
Quizás el aspecto que primero salta a la vista es la mejora en el rendimiento respecto a los originales, al menos si lo comparamos con PS3 y Xbox 360. Ahora funciona a 60 imágenes por segundo y alcanza resoluciones de hasta 4K en PC o modelos más recientes de las consolas –si bien a costa de bajar a 30 fps en PS4 Pro y Xbox One X-.
No obstante, los modelados de personajes y escenarios son los mismos del original, y si te acercas mucho a cualquier personaje secundario verás que son extremadamente simples. No hay que quitar mérito a lo que movía Red Faction Guerrilla en su momento -grandes escenarios, destrucción-, pero la remasterización muestra una calidad diferente según el aspecto en el que nos fijemos. Luego, además, sufre la limitación de ambientes repetitivos –ya lo mencionamos en su momento-, de ahí nuestro comentario inicial: Re-Mars-tered todavía sorprende en algunas cuestiones técnicas, pero no luce tanto como podría por culpa de una temática poco inspirada.
En conjunto todos estos cambios hacen que Re-Mars-tered sea bastante resultón, muy lejos de los exponentes gráficos actuales pero no tan anticuado como se podría temer. Además mantiene las voces en español y el resto de modos ajenos a la campaña –Grupo de demoliciones y misiones bonus-.
Conclusiones
Volition es algo más que Saints Row y esta es la prueba. Red Faction Guerrilla podría ser un simple shooter con historia predecible, misiones monótonas y desiertos marcianos, pero la mecánica de destrucción es tan fresca ahora como hace casi una década, puedes afrontar cada batalla de multitud de maneras, se mantiene el multijugador y las mejoras visuales hacen que, por lo menos, nos olvidemos rápido de sus imperfecciones, inclinando la balanza a favor de su ambición y la diversión
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Dead Good Media.