Análisis Legend of Mana, el clásico RPG habla español (PS4, Switch, PC)
Square Enix continúa rescatando todo ese legado de rol que escribió el nombre de Squaresoft con letras de oro. Colecciones, remasterizaciones y remakes de Final Fantasy y otras muchas series menos conocidas en Occidente –en ocasiones porque simplemente no llegaron a España y resto de Europa- como el caso reciente de SaGa Frontier Remastered. En ocasiones tenemos revisiones 3D, caso de Trials of Mana –y ya no digamos Final Fantasy 7 Remake- y en otras relanzamientos más fieles a los originales, como la próxima reedición de los seis primeros Final Fantasy. El nuevo lanzamiento, Legend of Mana, es una remasterización que trae mejoras en la experiencia y gráficos –al menos ciertos gráficos- retocados, pero sobre todo aporta una traducción al español y un lanzamiento en plataformas modernas.
Un juego de rol con personalidad
Legend of Mana fue un juego de rol tardío en la primera PlayStation que debutó en Japón el verano de 1999 y llegó a Estados Unidos un año más tarde. Por aquel entonces Square tendía a olvidarse del público europeo a no ser que el producto llevase "Final Fantasy" en el nombre, así que al igual que sucedió con muchas otras joyas del género -Chrono Cross, el primer Parasite Eve, Valkyrie Profile…- este cuarto episodio de la saga Mana quedó para un público minoritario. Eso sí, hay que dejar claro que Legend of Mana es un juego diferente a por ejemplo Trials of Mana y resto de Seiken Densetsu, con particularidades en su desarrollo. En cualquier caso, como sucede en estos casos, más allá de su calidad como juego hay que valorar positivamente que se lance de nuevo y en todo el mundo.
La historia del juego nos presenta un mundo literalmente vacío, Fa'Diel, en el que vamos a ir restaurando sus pueblos y mazmorras gracias a unos artefactos. Esta es una de sus mecánicas clave: a medida que investigamos y conocemos nuevos personajes se obtendrán unos objetos mágicos que, colocados en la cuadrícula del mapamundi, se transforman en alguna nueva ubicación para investigar y progresar en las historias. Incluso la posición de la cuadrícula tiene algún tipo de influencia según el artefacto y tierras adyacentes, afectando a la magia de su elemento. Esto facilita otra de sus características, una jugabilidad no lineal que da más importancia a las historias cortas en tres arcos principales en lugar de una trama más potente y cohesionada. Una narrativa peculiar y por qué no decirlo, controvertida: es cierto que demuestra la originalidad del género en una época donde se experimentaba con los JRPG, pero también produjo una cantidad de misiones menores, poco interesantes o de escasa profundidad que hacían más difícil conectar con los personajes o nuestro objetivo global.
Legend of Mana se termina disfrutando también por su historia, pero hay que darle tiempo: no es un Final Fantasy VII que te deje clavado en la silla con la introducción de Cloud y Barret ni verás en sus primeras horas un momento tan épico como el desembarco de Dollet de Final Fantasy VIII. Como es normal, esto no ha cambiado en la remasterización. Unos jugadores lo amarán y otros lo verán como un montón de aventurillas poco trascendentes y desordenadas; puede que ambos grupos tengan razón, la personalidad de este título es así: más que un cuento lineal, Legend of Mana es una antología de aventuras dentro de su mundo.
Al margen de su sistema de creación del mundo tenemos una aventura donde explorar distintos escenarios acompañados por otro personaje –según el tipo de misión que hemos aceptado- y alguna criatura o monstruo; Legend of Mana acepta un segundo jugador en local, una opción que no suele ser habitual en el género. Los combates transcurren en el mismo escenario con los enemigos visibles –aunque no podrás esquivarlos, te los encuentras bloqueando el camino-, y hay un sistema donde podemos equiparnos armaduras, armas y accesorios. Si bien por su enfoque en la acción se podría creer que esto hace el juego más moderno y divertido, lo cierto es que quizás sea uno de los aspectos que peor ha envejecido. Los combates son un poco caóticos en cuanto se juntan dos o tres enemigos y nuestros personajes, el control no es preciso -a veces la detección de colisiones parece fallar un poco- y las escasas animaciones no ayudan a mejorar la experiencia. En su defensa diremos que algunos jefes son enormes, cubren casi toda la pantalla, y que hay un puñado de técnicas especiales y habilidades para aprender, con ataques de área que dañan a múltiples enemigos que amplían la estrategia. Crea equipamiento con materiales conseguid, combina para añadir efectos y evoluciona las mascotas que te acompañarán durante tu viaje para tener un RPG que, aunque no siempre es tan redondo como se promete, cumple con las expectativas.
Una remasterización más profunda de lo que podríamos esperar
Acostumbrados a remasterizaciones más o menos directas y con cambios mínimos, incluso en algunos de los Final Fantasy más conocidos, nos ha sorprendido que este Legend of Mana tenga más trabajo del habitual. Además de la nueva interfaz y formato adaptado a pantallas panorámicas -de 4:3 a 16:9-, muchos de los escenarios han sido redibujados para la ocasión con un estilo algo cartoon, logrando así que luzcan nítidos en alta resolución. El original, a diferencia de otros RPG de Squaresoft en la época, no utiliza fondos prerrenderizados sino arte pixelado, así que la estética se respeta bastante bien. Sin duda habrá detractores que prefieran ese toque único de los pixels en lugar de unos dibujos "demasiado" limpios, pero ahora realmente tenemos es lo que habría hecho la desarrolladora en los 90 si no hubiese tenido limitaciones técnicas.
Ahora bien, los sprites de personajes, enemigos y objetos –cofres, por ejemplo- mantienen los gráficos pixelados. Extraña que después de hacer el trabajo que parece más complicado –pintar de nuevo los fondos- protagonistas, monstruos y NPC sean tal cual los originales, con la misma escasez de animaciones, algo que rompe un poco la coherencia visual. El resultado es que en la misma pantalla podemos ver aspectos nuevos y clásicos, con bonitas ilustraciones para paisajes y retratos, y un puñado de personajes con resolución de PlayStation 1. Este cajón de sastre se repite en los menús, con fuentes de texto modernas, otras pixeladas, ilustraciones de distinto origen... A ratos parece un trabajo a medio completar, aunque no sea un problema excesivamente grave -y en todo caso lo preferimos a un port tal cual de 32 bits-.
Hay otra serie de características aportadas a la remasterización, como la opción de escuchar la banda sonora original o la nueva versión. La música corre a cargo de Yoko Shimomura, hoy especialmente conocida por la saga Kingdom Hearts, Final Fantasy XV o Mario & Luigi, y ayuda a dar un aspecto alegre que acompaña perfectamente cada ambiente de ciudad o mazmorra, más unos espectaculares toques de rock en las escenas de más acción. Todo el aspecto audiovisual de Legend of Mana fue muy alabado en su momento y se consideró que tenía algunos de los gráficos 2D más bonitos vistos hasta la fecha -valorándose casi como la última gran superproducción 2D de la época-, y ahora podrás disfrutar de arte producido para el juego, material gráfico y reproductor de música con una opción de álbum. Con temas como The Darkness Nova, Pain the Universe o Irwin on Reflection es normal que la propia Shimomura considere esta banda sonora como una de sus favoritas.
Hemos mencionado que el combate no ha envejecido demasiado bien y quizás lo que muchos jugadores busquen hoy es revivir el juego con tranquilidad o simplemente descubrir su historia. Aunque lógicamente rompe uno de sus pilares jugables y elimina de un plumazo la parte de rol, si lo deseamos se pueden eliminar los combates menores durante la exploración de mazmorras, de manera que podrás pasar junto a los enemigos sin entrar en acción salvo por aquellos relacionados con la historia. Otra ayuda que agradecerán aquellos que tengan poco tiempo para jugar es la opción de guardado automático y de guardado manual en casi cualquier mapa.
Por último, la remasterización recupera un minijuego diseñado originalmente para PocketStation, la tarjeta de memoria interactiva con pantalla LCD lanzada en Japón, que a efectos prácticos sirve para conseguir más fácilmente objetos raros que jugando con normalidad son complicados de conseguir.
Conclusiones
Square Enix alberga una tonelada de RPG y aventuras míticas de los 90 y principios de los 2000 que, por suerte y poco a poco, está rescatando en plataformas modernas. Cierto, para nuestro gusto hay otras prioridades antes que Legend of Mana, como podrían ser los Parasite Eve –en especial el primero, inédito en Europa-, Vagrant Story, Xenogears o los Chrono Trigger/Cross, pero esperamos que su momento llegue tarde o temprano. El juego que nos ocupa llega en mejores condiciones que nunca, con gráficos que salvo por el mencionado detalle de los personajes se ve de maravilla en pantalla grande, banda sonora de más calidad y una serie de opciones que harán más agradable la experiencia.
Como juego, Legend of Mana fue algo controvertido. Su desarrollo es mucho más flexible que otros RPG –historia no lineal, creación de protagonista, fabricar tu equipamiento, criaturas acompañantes e incluso moldear el mapamundi- a costa de perder un argumento potente que te acompañe de principio a fin, mientras que la remasterización suaviza la parte de la acción que hoy nos parecerá mejorable. Nostalgia aparte, no fue el mejor exponente de rol de la compañía en PlayStation y es indudable que quien más lo disfrutará es quien tenga un buen recuerdo de él, pero aunque sea solo por su preservación como una de las piezas que construyeron la leyenda de Square Enix, y que esta versión aporta varias mejoras –sobre todo la traducción oficial a español-, el relanzamiento se convierte en la mejor versión del título.
Hemos realizado este análisis de la versión de PS4 en PS5 con un código que nos ha proporcionado Koch Media.