Análisis de Hitman (PS4, PC, Xbox One)

Si algo nos ha demostrado Hitman es que el modelo episódico, bien hecho, puede funcionar en determinados juegos. Nuestras principales críticas a la primera temporada no han ido contra este lanzamiento escalonado, sino a aspectos que IO Interactive ha descuidado por una razón u otra, especialmente una historia que lejos de cerrarse no hace más que poner los dientes largos una vez termina el encargo en Hokkaido.

En marzo de 2016 Hitman estrenó su primera misión -acompañada de un prólogo con tutoriales- y casi un año después se estrena de forma completa en físico. A lo largo de los últimos meses hemos analizado cada episodio de forma independiente -y os recomendamos su lectora para conocer los detalles de su jugabilidad-, pero vamos a repasar qué nos han ofrecido las seis localizaciones que ha visitado el asesino con más fondo de armario de los videojuegos.

El llamado Paquete de introducción cubre una serie de pruebas a modo de tutorial a bordo de un lujoso yate, en un hangar, y el primero de los encargos importantes, un doble asesinato en un pase de modelos de París, un palacio donde a medida que ascendemos cada piso está vigilado por un tipo diferente de técnicos o seguridad privada.

Showstopper no era un mal debut y presentaba todas las bases que han utilizado el resto de contenidos descargables, pero dejaba muchas dudas en el aire como para justificar la confianza en toda una temporada. El propio pack daba la sensación de no estar muy pulido, con pequeños fallos de rendimiento –unos tiempos de carga eternizados y molestos tras una muerte- y demasiado orientado para la rejugabilidad con una única zona de juego. "Parece que las sospechas de ser un Acceso temprano no están muy desencaminadas", os comentamos en nuestro artículo.

El segundo episodio, Sapianza, cambió radicalmente nuestra impresión de Hitman. Una misión mucho más inspirada en lo visual, con más oportunidades para ser creativo tanto en los encargos de historia como para empezar a aprovechar la creación de contratos. "Si dispones de Hitman y te gustó el pack de inicio, Sapienza es una compra obligada. Deja unas mejores sensaciones que el episodio anterior además de ampliar el campo de juego donde practicar nuestros creativos asesinatos".

En mayo, el Agente 47 se desplazó a Marrakesh, un mapa que combina áreas abiertas con localizaciones cerradas de una embajada y un centro de entrenamiento militar. Además, llegó acompañado de mejoras técnicas que solucionaban los tiempos de cargas en las repeticiones, y aportaba un tercer episodio con sus desafíos y nuevos asesinatos. De él dijimos que la costa italiana nos había impresionado más, pero Marruecos era "un nuevo centro de ocio de tamaño considerable donde podrás crear tus propios asesinatos a plena luz del día y con cientos de ojos vigilando tus pasos".

El cuarto episodio transcurre en un lujoso hotel de Bangkok. En muchos sentidos, recuerda al trabajo de París –mismo desarrollo progresando por los pisos- aunque por la temática y originalidad para preparar las trampas nos parecieron superiores al Pack de inicio: "El Club 27 recupera el desarrollo de París, es una ratonera donde un mal paso, una mirada indiscreta, supone prácticamente tu muerte".

En septiembre llegó uno de los episodios más irregulares de Hitman, Colorado. Transcurre principalmente en un amplio mapa abierto donde tampoco se abandonan las diferentes clases que delimitan nuestra libertad de acciones. No es un mal capítulo, pero sí diferente y obliga a pensar de otra forma. Esta vez ofrece cuatro enemigos, una dificultad sensiblemente superior, más horas de juego y exige preparar mejor que nunca los accidentes.

"En general, Colorado no es el episodio que más nos ha sorprendido. Se echa en falta un toque más exótico en la ambientación o el carisma de los villanos –que en esta ocasión no tienen nada de especial-, pero en cierta manera era la aventura que necesitaba el Agente 47 para cambiar de aires después de unos encargos más bien asequibles y con mucho espacio cerrado".

El sexto episodio nos traslada a Hokkaido. Si bien el ambiente japonés queda reducido a la decoración y jardines zen de este moderno complejo sanitario con sala de operaciones y relax, este capítulo vuelve a poner a prueba las oportunidades para traicionar a nuestras víctimas. No es uno de los retos más difíciles de este Hitman, pero cierra un año con buen sabor de boca.

La rejugabilidad y las constantes actualizaciones

Jugando con calma y de la manera tranquila –que en la mayoría de capítulos, es la única forma viable de salir airoso-, este modo historia nos recompensa con más de 10 horas de aventura que no encaja exactamente en el sigilo de otras sagas –Metal Gear, Splinter Cell-, sino en algo más cercano al puzle y el engaño: preparar la escena y dejar que los actores desencadenen la reacción.

No se trata una aventura lineal para ir de París a Hokkaido y ver un puñado de vídeos CG –de factura intachable a cargo de Visual Works de Square Enix-, ya que esto puede decepcionar a los jugadores con mentalidad más tradicional. El mencionado argumento queda totalmente abierto para una segunda temporada, así que no hay una sensación de progreso completa. Es un título para repetir y cambiar nuestra forma de jugar, superar todos los retos opcionales con reglas más complejas. Ahora con los seis capítulos disponibles hay una enorme cantidad de opciones para multiplicar las horas de partida.

El único inconveniente de repetir misiones es que deja ver un poco de sus costuras, ya que siempre hay comportamientos poco realistas y la IA es bastante limitada –objetivos que realizan el mismo ciclo una y otra vez-. Todo forma parte del engranaje que debemos descubrir, naturalmente, e incluso los novatos en la serie no tendrán problemas en disfrutar de este planteamiento, no obstante en demasiadas ocasiones queda más restringido de lo que debería; hay un gran potencial para la segunda temporada si el juego dejase de guiar tanto al usuario con las oportunidades prefabricadas. Hitman brilla cuando sacamos a pasear nuestro sentido del humor negro.

Estos asesinatos suponen un arma de doble filo para los desarrolladores y el usuario: las muertes más espectaculares o con pequeña trama se ven siguiendo las oportunidades, pero a la vez se convierten en un manual de instrucciones demasiado obvio que recorta la originalidad. Este problema no es demasiado grave en nuestras primeras partidas, y lo más probable es que optemos por experimentar por nuestra cuenta. Así es como se debe jugar a Hitman. A largo plazo terminas por conocer el diseño de los niveles y dominar todas las manías y vulnerabilidades de los personajes, y para entonces has invertido mucho tiempo y, por qué no, lo pasas bien intentando ser más listo que la inteligencia artificial.

Pese a estas particularidades del diseño, necesarias para que el jugador pueda explotar la inocencia de los personajes, Hitman es un juego muy disfrutable que ha demostrado el compromiso del estudio en mejorar varios aspectos de su jugabilidad, la interfaz, a aprovechar las últimas novedades –caso de PS4 Pro- y lanzar periódicamente objetivos escurridizos y misiones de bonificación. Un ejemplo es el nuevo modo profesional para jugadores con nivel de maestría superior al nivel 20 que limita los guardados, reduce ayudas, el combate más letal y hace otros ajustes que suben la dificultad.

Conclusiones

"La rejugabilidad es divertida, pero en Hitman es necesaria", es el resumen perfecto que los desarrolladores han hecho de un juego que debe repetirse dos, tres y más veces para empezar a conocer todas sus posibilidades. Esperamos que la segunda temporada recoja los puntos fuertes de estos seis capítulos, sepa pulir aquello mejorable y aporte un mejor contexto a nuestros asesinatos con una historia con más peso.

Ahora no sabemos si IO Interactive dedicará todos sus esfuerzos a Hitman durante los próximos años o lo compaginará con alguna de las licencias de Marvel que Square Enix ha anunciado en los últimos días. Lo que está claro es que después de la polémica decisión, el experimento de los episodios no ha sido un lastre para el juego. Los más impacientes han podido jugar a este título a lo largo de todo 2016, y los nostálgicos del formato físico pueden adquirir Hitman al completo y con conocimiento de su calidad, que no es poca. Si eres de estos últimos, ha llegado la hora de elegir tu mejor esmoquin, tu corbata roja y desenfundar la pistola con silenciador.

Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Square Enix.