Los viajes del Agente 47 por todo el mundo están lejos de terminar. Vamos por el cuarto episodio de la primera temporada e IO Interactive insinúa que preparan dos más. La medida puede que no guste a muchos usuarios, pues supone que la edición física que se lanzará a principios de 2017 no pondrá fin a este juego, pero no vamos a poner muchas pegas cuando poco a poco el juego va ampliando contenidos. Actualmente Hitman ya es un producto mucho más apetecible de lo que era en marzo, y eso que todavía quedan algunas misiones –más las que vengan a lo largo de 2017, que están por confirmar-.
Después de París, Sapienza y Marrakesh llega el turno de Tailandia. La misión El Club 27 transcurre en un lujoso hotel en Río Chao Phraya. Nuestros objetivos esta vez no son sanguinarios dictadores ni jefes mafiosos: Jordan Cross, un joven líder de una banda de rock independiente que se sospecha es culpable de un crimen, y el abogado de la familia Cross, Ken Morgan. Como siempre, os recomendamos leer nuestro análisis del primer episodio para conocer con detalle los aspectos de la jugabilidad, que se mantienen intactos en esta descarga.
El Club 27 recuerda mucho al estilo de París en cuanto a que tenemos un gran edificio central y sus aledaños, en lugar de los mapas más abiertos y grandes de Sapienza y Marrakesh. Eso sí, la decoración ha ganado mucho respecto a la misión Showstopper, ambientada en una construcción más austera y poblada de personas.
No significa que esta misión sea más fácil, al contrario, una vez más será necesario echar mano del amplio armario improvisado que nos hará pasar por diferentes trabajos, todo con tal de acercarnos a nuestras víctimas sin levantar sospechas.
Ken Morgan es un objetivo relativamente fácil de encontrar. Comienza en la parte inferior del hotel, acompañado por un guardaespaldas. De vez en cuando toma el aire en la parte exterior, y aunque sea poco ortodoxo para la saga, incluso podrías arriesgar el sigilo con estrategias un poco más contundentes y la preparación de trampas con el habitual humor negro del juego. Esto es Hitman y tienes decenas de oportunidades para acabar con Morgan, desde el clásico ahorcamiento con cable, envenenar su comida favorita o dejar listo un explosivo.
Jordan Cross en cambio es otra historia, y aquí el juego si exige que optes por el sigilo. Si andas escaso de ideas, siempre puedes escuchar alguna conversación para conocer posibles vías que permitan acceder a los pisos más altos y restringidos. Jordan y su banda están tomando un descanso en la sala VIP, y llegar a ese lugar no será nada fácil. Al igual que en París, las escaleras están protegidas por vigilantes que no dejarán pasar ni a los guardaespaldas –son dos clases de seguridad privada-.
Una de las oportunidades que seguimos consistía en hacerse pasar por un nuevo batería que Cross no conocía personalmente. Para ello primero hay que dejar fuera de escena al músico, lo cual no es nada fácil. Sin embargo, a veces un camarero puede entrar en lugares aparentemente inaccesibles sin grandes problemas; una vez adecuados como el nuevo batería, y después de engañar a toda la banda, sólo es cuestión de esperar a un momento de intimidad con el cantante para dar buena cuenta de él.
Es evidente que el punto débil de este capítulo es que no resulta tan original y variado como otros, está un poco más guiado o forzado a hacer lo que han pensado los diseñadores en lugar del pequeño caos que se puede montar en zonas más abiertas. Pese a ello, esconde muchas opciones para experimentar y explorar que seguro que pasarás por alto durante la primera partida. Hitman es rejugabilidad, y al menos este lanzamiento por episodios no está pensado para eliminar a los dos personajes, ver la secuencia de vídeo y abandonar el juego hasta el próximo mes. Si esa es tu intención, te has equivocado de título.
La manera de disfrutar Hitman es proponerse sacar el mayor número de desafíos, por nuestra cuenta o con ayuda del listado de propuestas. Este episodio suma recompensas por 21 asesinatos creativos -¿piensas matar a Cross con un micrófono defectuoso? ¿Y empujándolo por un techo de cristal? ¿Envenenas su tarta de cumpleaños?-, 23 puntos de exploración que descubrir y 23 hitos –acciones no siempre relacionadas con asesinatos-. Además, hay una gran cantidad de habitaciones bloqueadas que necesitan un pase especial, y con una vuelta difícilmente verás todo lo que ofrece este edificio.
Un aspecto que no ha progresado demasiado es la historia, y ya parece poco probable que la tendencia cambie en las descargas que restan –al menos para esta primera temporada-. Aunque existe un hilo sobre una conspiración que conecta todos los episodios, hasta la fecha sólo tenemos puntuales escenas donde se ven movimientos en las sombras. Si bien el fuerte del juego es la jugabilidad, es una lástima que no se dé un mejor contexto a nuestros trabajos, convertidos casi en simples encargos sin mucha justificación.
Conclusiones
El Club 27 recupera el desarrollo de París, es una ratonera donde un mal paso, una mirada indiscreta, supone prácticamente tu muerte. Es superior al asesinato con la temática del pase de moda, pero al menos nosotros nos decantamos más por los mapas abiertos y más variados, como ya demostrase el excelente Sapienza. En cualquier caso, Tailandia es un nuevo laberinto repleto de trampas donde practicar, probar contratos y crear los tuyos. Un poco inferior a los dos últimos episodios, pero no defraudará a los fans.
La próxima aventura de nuestro asesino favorito nos llevará a Estados Unidos. Por el momento Hitman mantiene una calidad notable y los aficionados de la saga que esperan a la edición física pueden quedar tranquilos: el juego no desmerece a la saga.
Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Square Enix.