Análisis de CounterSpy (PS4, PS3, PSVITA)

Y cuando te pones al jugar, al principio todo genial. El control es suave, las acciones son variadas, las animaciones están bien realizadas, hay una buena cantidad de sorpresas, el juego es innovador y permite al jugador ver reflejados títulos anteriores. Podemos decir que esos primeros minutos de CounterSpy son los mejores que nos ofrece el juego.


Porque una vez te pones a jugar en serio, empiezas a verle las costuras al título. La idea de realizar fases infinitas con poco trabajo suena muy bien al jugador y genial al desarrollador, pero otorgarle al azar el poder de influir en la creación de la partida puede provocar que el nivel no esté lo suficientemente pulido como el mínimo exigible a día de hoy, recordando más bien a lo que nos encontrábamos en la prehistoria de los videojuegos, o a ciertos juegos realizados por aficionados que no han sufrido un mínimo proceso de control de calidad.
Así, conforme más juguemos a CounterSpy, más fácil es que nos pasen cosas como que al entrar en una fase nos demos de morros contra unos enemigos, o que una cámara nos enfoque sin tiempo para la reacción. Supongo que esto se podría acotar mejor, pero está claro que el problema viene de la misma idea de "vamos a hacer niveles infinitos según entren los jugadores".
Además, Unity para consolas aún no está del todo perfecto. Esto, que a veces no es demasiado problema porque el juego obvia estas limitaciones, se nota un pelín en este título. Nos podemos encontrar con que en determinadas ocasiones nuestros disparos no llegan a los enemigos, o que se den situaciones algo absurdas basadas en el posicionamiento de estos respecto al jugador. Debido, esta vez como "solución chapucera, pero solución al fin y al cabo", a que las fases al repetirse nunca son iguales, si en un momento dado nos encontramos con un problema de éstos, tan sólo tenemos que volver a reiniciar la fase, y rezar para que esta vez no ocurra ese fallo (algo que, para ser sinceros, no pasa mucho, pero pasa).
Por lo demás, CounterSpy divierte. El modo principal "sólo" dura como 2 horas, pero podemos repetirlo todas las veces que queramos, porque siempre será diferente. Además, es relativamente adictivo, porque conforme vayamos desbloqueando nuevas posibilidades querremos usarlas, y para eso tendremos que empezar una nueva pantalla.

Pero se ha quedado en un término intermedio, entre lo que esperábamos que fuese y lo que es. Es un juego con una buena estética y que puede ser divertido, pero que no es memorable. Esa falta de "memorabilidad", teniendo en cuenta además sus compañeros de viaje (todos ellos más o menos juegos destacados de la actualidad, de una manera u otra), es su mayor falta. Una verdadera pena, porque realmente lo tenía casi todo para funcionar, pero le ha acabado faltando una última cocción, o haber manejado mejor los ingredientes.

Últimos análisis de PS4, PS3 y PSVITA





