Análisis Call of Duty: Warzone, un battle royale de armas tomar (PS4, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, PC)

El pasado 10 de marzo Activision e Infinity Ward lanzaron Call of Duty: Warzone, un battle royale free to play que utiliza como base a nivel jugable y técnico Call of Duty: Modern Warfare para ofrecernos un nuevo juego que cuenta con el principal atractivo de un battle royale cargado de personalidad y de buenas decisiones de diseño que lo hacen único.

En este análisis os hablaremos de los pormenores del juego, así como de lo bien que cuajan todas sus mecánicas y también del buen ritmo de actualización de Activision para con el juego, añadiendo nuevo contenido, colas... aunque también teniendo ciertos problemas a la hora de lidiar con los siempre temidos tramposos.

Un battle royale único

Warzone, como decimos, cuenta con el principal atractivo de un battle royale muy bien diseñado, contando con sus propias mecánicas para ofrecernos una experiencia diferente a la de otros grandes del género como PUBG o Fortnite, siendo, para nosotros, un título que se situaría en un punto intermedio a nivel de realismo entre los dos juegos anteriormente mencionados y pudiendo, por tanto, atraer a jugadores de ambos.

A estas alturas la mayoría de vosotros sabréis ya lo que es un battle royale, así que no vamos a perder demasiado tiempo explicando las mecánicas básicas que están presentes en Call of Duty: Warzone que son las mismas que en cualquier otro juego de este estilo, pudiendo jugar en solitario o en equipos de hasta cuatro jugadores teniendo que matar al resto de los jugadores del mapa mientras nos equipamos con distintas armas y nos desplazamos hacia una zona segura, siendo la principal diferencia en estos aspectos básicos que Warzone apuesta por partidas de 150 jugadores en lugar de los 100 habituales que veíamos en otros títulos.

Más allá de esto, una de las mecánicas más atractivas, sino la que más, de este battle royale es el denominado Gulag, una segunda oportunidad para los caídos en combate que nos permite "resucitar" tras caer víctimas del fuego enemigo. La primera vez que morimos, unos extraños soldados nos llevan al Gulag, una cárcel llena de otros jugadores víctimas de sus enemigos. Tras una breve pausa, los jefes del Gulag nos harán enfrentarnos a otro jugador en un duelo uno contra uno similar al que vemos en el modo Tiroteo de Modern Warfare, si logramos vencerlo, podremos volver a saltar sobre el campo de batalla.

La mecánica del Gulag es bastante única, dando a la fórmula una dosis de tensión extra y, al menos para nosotros, es bastante satisfactoria, provocando un chute de adrenalina similar al que vivimos al final de las partidas y haciendo a Warzone mucho más divertido. Eso sí, para evitar partidas eternas el Gulag cierra sus puertas en los momentos finales de la partida así que tened en cuenta que si estáis llegando al final no habrá una segunda oportunidad gracias a esta particular prisión.

Puntos de abastecimiento

Otra de las mecánicas interesantes de Warzone son unos puntos de compra o abastecimiento que encontraremos distribuidos por todo el mapa y que nos servirán para gastar dinero que también está presente en ciertos cofres o que robaremos a nuestros enemigos cuando mueran. Gracias a estos puntos de compra podremos acceder a diversos objetos como planchas de armadura, solicitar armamento o, si estamos jugando en equipo, podremos resucitar a algún compañero que haya muerto por un "módico precio".

Esto último es precisamente lo más interesante ya que puede llegar a provocar que colaboremos con otros compañeros para reunir dinero y traer de vuelta a ese aliado caído en combate, dándonos cuenta de que "la muerte tenía un precio" y de la importancia de colaborar con nuestros compañeros para conseguir diversos objetivos.

Otro punto que nos gusta bastante es el sistema de comunicación pulsando la tecla Alt en el caso de PC, que nos permite, con tan solo un botón, marcar hacia donde queremos ir, si hay peligro en la zona o si hemos encontrado un objeto interesante para nuestros compañeros de equipo, todo ello de forma muy ágil sin necesidad de utilizar el chat de voz que dependiendo de los compañeros de partida puede ser muy molesto.

Una base jugable exquisita

Como dijimos al principio del análisis, Call of Duty: Warzone utiliza como base Call of Duty: Modern Warfare y eso nos da una riqueza jugable tremenda, aprovechando lo mejor de la entrega de 2019 de Call of Duty, que ya os contamos que era la más realista de la saga gracias al gran comportamiento de las armas, las posibilidades a la hora de abrir una puerta o apoyar el arma para asomarnos por una superficie… los tipos de carrera…

Todo esto se aprovecha en Warzone así como las buenísimas mecánicas de disparo que caracterizan, desde siempre, a Call of Duty. Quizás, por poner una pega, para nosotros las balas que hacen falta para matar a un enemigo son demasiadas, algo provocado por la armadura que pueden portar los jugadores y que pueden hacerles resistir una gran cantidad de daño. Quizás nosotros hubiéramos rebajado esa armadura o la hubiéramos eliminado para que morir fuera más fácil, aunque aquí entramos ya en gustos personales.

Numerosas actualizaciones, nuevas colas, el modo botín…

Tras más de un mes con nosotros, no podemos negar que Activision e Infinity Ward se han esmerado con el ritmo de actualizaciones que ha sido constante para corregir fallos y añadir nuevas características como las colas individuales o los cuartetos, ambas muy demandadas por la comunidad de jugadores de Call of Duty: Warzone.

También se han arreglado numerosos bugs o errores que estaban presentes en el lanzamiento, siendo su mayor problema actual la presencia de tramposos en la partida, una plaga que afecta en mayor o menor medida a todos los juegos online y del que hemos visto numerosos casos en Warzone a pesar de tener poco más de un mes de vida. Activision está esmerándose intentando corregirlo y, de hecho, hace poco expulsó a más de 70.000 tramposos o "chetos" , pero aun así debe intentar mejorar el sistema antitrampas del juego.

A nivel de contenido, más allá de nuevas armas, skins o de las colas, también tenemos presente el Modo Botín en el que debemos de pelear con otros jugadores para lograr recolectar una importante suma de dinero en el tiempo indicado. Se trata de un modo muy divertido como complemento al battle royale en el que podemos pasar un buen rato, pero creemos que no tiene tanto gancho como la vertiente principal de este Warzone. También se publican de forma periódica algunos otros modos divertidos como Miras y Escopetas de Perdigones que nos enfrenta al battle royale con tan solo escopetas y rifles de francotirador a nuestra disposición.

Una gozada a nivel técnico

Call of Duty: Warzone es sin lugar a dudas el battle royale que mejor se ve a día de hoy, contando con un apartado técnico realmente sólido en todos los aspectos, un apartado que se hereda, una vez más, de Call of Duty: Modern Warfare. En esta ocasión además de armas recreadas con todo lujo de detalles, buenos efectos y el Ray Tracing nos encontramos con un mapa de un tamaño bastante considerable que luce espectacular desde que saltamos del avión y que sigue con esa dinámica durante toda la partida, sin importar la zona que visitemos.

En cuanto al rendimiento, al menos nosotros, no hemos tenido ni un solo problema más allá de alguna desconexión puntual durante los primeros días y se ha mostrado muy sólido a pesar de la extensión del mapa incluso con muchos elementos en pantalla como una gran cantidad de enemigos, explosiones y otros efectos que pueden afectar al rendimiento. Nosotros, con el Ray Tracing activado hemos estado entre 130-150 fps a 1080p y con gráficos en Alto con nuestro equipo con una NVIDIA GeForce 2070 Super, procesadores Intel Core i7-7700K, 16 GB de memoria RAM y el título instalado en una unidad SSD.

Conclusiones

Call of Duty: Warzone utiliza lo mejor de Modern Warfare a nivel jugable para ofrecernos un gran battle royale gratuito que además aderezan con algunas grandes mecánicas como el Gulag que dispara nuestra adrenalina o las zonas de compra para tener acceso a ciertos objetos o para poder resucitar a nuestros compañeros de partida.

Tanto a nivel jugable como a nivel técnico estamos ante un título notable que nos ofrece mucho contenido, mecánicas únicas, un manejo exquisito de las armas y un acabado visual y sonoro de aúpa que añaden aún más solidez a la fórmula, teniendo casi como el único problema algunos errores que se van arreglando poco a poco y la en ocasiones excesiva presencia de tramposos en algunas partidas.

Pese a ellos, Warzone es un battle royale con pólvora suficiente como para convertirse en el rey del género a poco que PUBG o Fortnite se descuiden y sus más de 50 millones de jugadores en poco más de un mes de vida son tan solo una prueba de que esta nueva apuesta de Activision no tiene techo.

Hemos realizado este análisis en su versión de PC descargándonos el juego de manera gratuita desde Battle.net.