Análisis de Pro Evolution Soccer 2009 (PS3, PS2, PC, Xbox 360)
Recuperar el año perdido
Recelosos por lo visto en la entrega de 2008 y el renacer de su competencia directa, este nuevo Pro Evolution Soccer llega, después de una etapa gloriosa, con la vitola de aspirante. Por todos es sabido que los cambios generacionales no le sientan nada bien a Konami. De hecho, ya se vio con el primer PES de PlayStation 2 y sus carencias tanto gráficas como jugables de acuerdo con el potencial de la máquina donde corría. Con el estreno de PES 2008 en la denominada nueva generación, las críticas tomaron una dirección similar y se acrecentaron particularmente en un online parco en posibilidades respecto a la entrega inmediatamente inferior, además de un funcionamiento nefasto que hacía caso omiso a la calidad de la conexión de los jugadores.
El equipo comandado por Shingo "Seabass" Takatsuka vuelve a su cita anual con más deberes que de costumbre. La misión esta vez no consiste en pulir defectos y añadir detalles: el deber del PES Studio para este año es el de encauzar el rumbo de la saga, actualizarla a los tiempos que corren y recortarle pasos a una competencia que se siente más cómoda que nunca en esta nueva generación. Por lo pronto, la pérdida de licencias de equipos importantes y la conservación de un motor gráfico que no explota para nada la tecnología de las nuevas consolas trazan a priori un camino lleno de baches difíciles de superar. Pero avancemos, como corresponde, con paciencia.
Misma base, distintas sensaciones
Uno de los principales problemas de PES 2008 que provocó el descontento de los aficionados de la saga fue el exagerado ritmo de partido. La facilidad con la que podías plantarte en el área sumado al penoso sistema defensivo con tendencia a juntar líneas en el centro propició el acertado mote de "correcalles". Jugar por las bandas a pierna cambiada era una apuesta segura para aquellos que buscaban el juego directo, con lo cuál un resultado abultado sería el imperante de la mayoría de partidos. Si en algo ha destacado la saga ha sido en un tempo perfecto para cada transición entre ataque y defensa, además de confiar en la máxima de que el trabajo en equipo recoge mejores frutos que el individualismo. Por suerte se ha tomado nota para este PES 2009, y si bien no llega a la perfección de ediciones como PES 5, la IA de los defensas y la colocación de los jugadores, unidos a una velocidad más ajustada a la realidad, convierten los partidos en verdaderas disputas.
Otro de los defectos subsanados son los tiros estratosféricos que eran ignorados por el portero. La IA ha dado un salto cualitativo y se han añadido más animaciones de paradas para evitar dichas pifias. También se ha ajustado la técnica de los disparos dotándolos de más complejidad cuando decidimos la fuerza, dirección y efecto. Porque, si en algo ha destacado PES por encima de todos sus rivales, es en el cuidado del balón y su trato. De nuevo se respeta todo lo acorde con ello. La pierna buena del jugador y su postura a la hora de golpear desembocan en una animación adecuada y sólo en contadas ocasiones se ven extraños. La física del vuelo del balón vuelve a acompañar para completar unos tiros tan satisfactorios como en los mejores tiempos.
El conservar el mismo motor gráfico ha empañado aspectos como la pobreza en detalles y algunas animaciones que a estas alturas chirrían. La proporción de los jugadores es bastante realista, pero los pantalones vuelven a ser demasiado largos. Las caras sin embargo repiten como referente en cuanto a parecido con la realidad. Se han actualizado las de los futbolistas más conocidos y se han añadido un buen puñado de ellas para el resto. Tanto los campos como su ambientación siguen siendo correctos, pero muy lejos de lo exigible. Detalles como las texturas del césped, la piel y las arrugas de las camisetas sí han experimentado cierta evolución, aunque como al resto todavía le queda un largo camino. Sin embargo, las animaciones, asignatura pendiente debido al nivel que poseían en la anterior entrega, se han estancado preocupantemente. La más evidente es la de carrera, que vuelve a ser la misma. El mantener todavía las 8 direcciones para movernos y la nula transición entre parado, trote y carrera rebajan enteros en cuanto a nivel de simulación. Por el contrario, los regates son correctos y la conducción del balón es satisfactoria. Para cada movimiento el jugador se lleva el balón como corresponde en la realidad, pero esos acelerones y cambios de dirección repentinos que romperían la cintura a cualquier humano estropean un conjunto que ya de por sí es bastante irregular.
Entre las novedades respecto a la jugabilidad, se encuentra la acertada vuelta a la saga de diversas rutinas con el balón. Una de las más agradecidas es la vaselina clásica de L1 y chute. Pasamos de un globo que tardaba eones en caer a la verdadera esencia de estos tiros. Por fin le han devuelto su utilidad y podremos picar el balón con muchísima más intención y peligrosidad. También vuelven los pases manuales con el stick derecho, y sobre todo la facilidad para golpear cualquier balón sin que nuestro jugador espere a tenerlo en el pie. Esto último ayuda a generar trallazos que normalmente acaban fuera o rechazados, remates inverosímiles de espuela o también el poder llevarnos balones controlados a media altura. Son cosas que sin duda devuelven las dosis de aleatoriedad que echábamos de menos.
Los regates vuelven a hacerse con el stick o cruceta de forma automática, y otros más específicos como la ruleta pasan a ser ejecutados con una combinación de botones. Algunos jugadores tendrán movimientos especiales personales, y otros dependiendo de su calidad realizaran varios de ellos. Los pases vuelven a ser analógicos y gracias a la mejora general de la IA no nos será tan fácil dejar solos a nuestros delanteros. Otra cosa en la que se ha trabajado ha sido en el comportamiento del balón dependiendo de su fricción en superficies secas, mojadas o heladas.
Compensando la pérdida de licencias
No hay duda de que el golpe más duro que ha recibido PES 2009 ha sido la pérdida de licencias de equipos. Para los españoles este hecho se agrava todavía más si tenemos en cuenta que la mayor pérdida se ha centrado en nuestra liga. Los grandes, Real Madrid y FC Barcelona, se han salvado de la quema. En el lanzamiento del juego, se podrán descargar otros como el Sevila o el Atlético de Madrid. Otros, como el Valencia, se han quedado fuera de la lista, y pese a contar con los jugadores reales, tanto el nombre del equipo como su indumentaria (que esta vez ni siquiera coinciden los colores) tendrán que pasar un par de tardes por el editor si queremos respetar al máximo la fidelidad del fútbol.
La liga francesa, holandesa e italiana renuevan licencia, aunque algunas sin su nombre oficial. La Bundesliga queda excluida un año más y la Premier League cede el relevo del par de licencias anuales a Liverpool FC y Manchester United. Entre los equipos del resto del mundo contamos con novedades agradecidas como el de Zenit de San Petesburgo y el Cluj de Rumanía. Gracias a un completísimo editor podremos solucionar estos desaguisados con una facilidad pasmosa, y con un poco de maña y tiempo nos permitiremos el lujo de editar escudos píxel por píxel.
Algunas licencias más de las que han podido disponer son las de botas y balones de marcas ausentes en otras entregas como Nike o Puma, el nombre oficial de estadios como Old Trafford o el Allianz Arena entre otros y nueva publicidad para unas vallas que ahora pasan a estar formadas por LEDS, dando un aspecto mucho más actual. Pero la gran baza de este año lanzada para contrarrestar la pérdida de equipos es la obtención de la licencia de la Champions League. Esta liga pasará a ser un nuevo modo de juego donde disputaremos la máxima competición europea de clubes con todo tipo de detalle. La secuencia de apertura, la lona con forma de balón, marcadores y cánticos reales ambientarán un modo que se convertirá desde luego en uno de los favoritos para el público.
Otra de las novedades en cuanto a modos de juego viene directamente de las últimas versiones japonesas del juego para PS2. Se trata del modo Leyenda, donde comenzaremos con un jugador editado una carrera en solitario a lo largo de su vida futbolística. Dependiendo de nuestras actuaciones, ganaremos puntos de habilidad y caché, que nos servirá para fichar por clubes de élite para ganar competiciones o por el contrario descender de categoría y trasladarnos a clubes menores. Este modo, similar al Be a Pro de FIFA, viene acompañado del plus del online. En él, convenientemente apodado Leyendas, podremos usar nuestro jugador editado para jugar partidos con 3 amigos más y ser recompensados con puntos PES dependiendo de la brillantez de nuestras jugadas. La Liga Master, sin cambios aparentes, pierde protagonismo. El modo online, pese a experimentar una mejora respecto al año pasado, sigue siendo demasiado funcional, como para cumplir, en vez de experimentarse con las posibilidades que realmente ofrece.
Un camino a seguir
Apartados menores como el sonido no han experimentado ningún cambio radical. Las canciones vuelven a ser piezas de rock indie agradables al oído y los comentarios y cánticos rayan a un nivel simplemente correcto. Las mayores mejoras se han centrado, a falta del verdadero cambio generacional, en una jugabilidad muchísimo más refinada y modos de juego que abren nuevas posibilidades. PES 2009 recupera el buen hacer, y aunque sigue arrastrando muchos puntos negativos de la edición anterior, devuelve a los amantes de la saga esa esencia que la consagró hace más de una década. No se trata del mejor simulador, pero sí de un juego divertido como pocos y un buen candidato que por las circunstancias comentadas se podría decir que llega con un año de retraso. Los aficionados al fútbol podemos estar de enhorabuena: este año podemos elegir sin equivocarnos.