Análisis de Path of Exile (PC, PS4, Xbox One)
La navegación por los diferentes menús es fluida y muy sólida convirtiendo al título en algo muy orgánico con lo que el jugador se familiariza desde el primer momento. La doble vara de medir nos lleva a afirmar que en general no innova, pero a cambio ofrece una familiaridad que lleva a poder gozarlo sin grandes curvas de aprendizaje. Se equipa como siempre, se juega como siempre y se muere igual que siempre. En global hablamos de una propuesta que sin innovar sabe jugar la baza de un sistema a prueba de años.

Una buena propuesta gráfica y ambiental
Como hemos dicho anteriormente, todo se desarrolla mediante un enfoque isométrico. Texturas y ambientación saben buscar bien ese punto de fantasía oscura con modelados muy bien trabajados y una serie de localizaciones que cambian bien según viajemos a uno u otro punto. En lo global Path of Exile sabe equipararse bien a sus rivales, y si además hablamos de un juego que es gratuito, la valoración es aún mucho mayor. Sabe diferenciarse en muchos puntos y también jugar con una visual muy particular para hacerla su sello de calidad. A toda esta visual se le suma una serie de efectos y sonidos que si bien son de calidad tampoco destacan en demasía. Están bien para lo que es el título y ayudan al jugador a entrar mucho más en la acción.
Una fórmula que funciona
Tras una beta de ocho meses este Path of Exile ha conseguido hacerse con una amalgama de aficionados que ya equiparan a Path of Exile con clásicos como la saga Diablo. En global podemos decir que todo es muy orgánico y se deja jugar enseguida, de forma inmediata. Sorprende todo en conjunto ya que jugando la carta de lo conocido sabe también implementar novedades en la mejora del jugador y en el sistema de transacciones. Muchos juegos del género se convierten en pay-to-win a causa de estas microtransacciones. Pues bien, Path of Exile cambia la moneda por el trueque, y nos obliga a ir al pueblo a buscar mejoras a través de cambiar objetos que recogemos durante las batallas por fragmentos de pergamino que podremos utilizar para mejorar nuestro inventario. Todo en este título es analizable, y será cosa del jugador convertir sus armas en una u otra cosa según su gusto y necesidades.

La gratuidad no deja de sorprender conforme avanzamos. La profundidad en los árboles de mejora, la versatilidad de cada simple objeto y la capacidad del jugador para modificar prácticamente todo lo convierte en un título a tener muy en cuenta si os gustan los MMORPG. Por una vez el free-to-play es real, y podréis pasaros el título de principio a fin sin tocar el bolsillo, a no ser que seáis de los que realmente os gusta tener todo "full equip". En todo caso el juego dará mucho que hablar y ya son muchas las comunidades que han iniciado sus batallas en este nuevo mundo.