Análisis de Goodbye Deponia (PC, PS4, Xbox One, Switch)
Si hay un estudio al que los aficionados a las aventuras gráficas podemos estar agradecidos, ese es sin duda Daedalic Entertainment. En los últimos años estos alemanes han sabido ofrecernos todo tipo de títulos, y generalmente manteniendo una calidad bastante alta, con bellos escenarios dibujados a mano, buenas historias, mecánicas únicas y puzles muy ingeniosos. Entre sus últimas creaciones, la trilogía Deponia probablemente haya sido la que más ha conseguido destacar, gracias a su sentido del humor y a sus alocados personajes.
Ahora, un año después de que pudiéramos disfrutar de su primera entrega, la saga llega a su fin con un juego en el que los chicos de Daedalic lo han dado todo para que podamos disfrutar de la que sea probablemente su mejor aventura gráfica hasta la fecha. Preparaos, porque Rufus y Goal están de vuelta por última vez y su despedida será por todo lo alto.
Más Rufus que nunca
La historia continúa justo donde lo dejó su secuela, con el grupo de protagonistas dirigiéndose al Elíseo para advertir a sus habitantes de que en Deponia vive gente y así evitar su destrucción. Pero tal y como era de esperar, Rufus, el héroe de la trilogía, no tardará en tener una de sus "geniales" ideas y liar las cosas innecesariamente. A partir de aquí se irá desarrollando una aventura de entre 10 y 13 horas de duración (es el juego más largo de toda la serie) que guiará a la saga hasta su final.
Como podréis suponer si habéis jugado a sus anteriores entregas, el sentido del humor vuelve a estar muy presente durante todo el juego, más negro que nunca, con situaciones realmente cómicas y delirantes, chistes de todo tipo y conversaciones que buscarán sacarnos la sonrisa a la mínima. En cuanto a la calidad de estas bromas, las veremos de todo tipo, desde inteligentes referencias a cosas como la imposibilidad de traducir al inglés un chiste de la versión original alemana o a la necesidad de conseguir un objeto para usarlo aleatoriamente con otros objetos, hasta otros golpes de humor mucho más fáciles y burdos. Además, tampoco faltarán guiños de todo tipo a otros juegos, como a Mario, Donkey Kong o incluso otras aventuras gráficas del estudio.
Si bien se trata de la tercera entrega de una trilogía, cabe destacar que el título es perfectamente disfrutable por quienes no hayan jugado a sus predecesores, ya que hace muy bien su papel de ponernos rápidamente en situación. Eso sí, os perderéis muchas referencias y gags pensados exclusivamente para los seguidores más fieles de esta serie.
En lo que respecta al desarrollo del guion, nos ha gustado bastante más que lo visto anteriormente. Ahora tiene mucho ritmo, no paran de suceder cosas (muchas de ellas totalmente inesperadas) y la trama principal no para de avanzar en todo momento, por lo que no nos encontraremos con esos típicos momentos de vacío argumental para rellenar y alargar artificialmente su duración. Además, el cierre que se le ha dado a la historia nos ha parecido muy bueno, atando todos los cabos sueltos de forma coherente (dentro de lo que se puede llegar a entender como "coherente" dentro de este universo claro) y ofreciéndonos una buena conclusión a la altura de lo esperado, algo que cada vez parece más difícil de ver en una trilogía de videojuegos.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, volvemos a encontrarnos con una aventura de point and click de lo más tradicional. Básicamente nuestro objetivo será conseguir objetos, examinarlos, combinarlos entre ellos y usarlos con los elementos interactivos del escenario para ir resolviendo puzles y avanzando en la trama, así como hablar con el resto de personajes para obtener pistas o provocar una acción concreta. La gestión del inventario sigue siendo tan cómoda e intuitiva como en los dos juegos anteriores y simplemente nos bastará con mover la rueda del ratón hacia abajo para abrirlo.
La mayoría de los puzles los resolveremos combinando objetos, aunque también existen varios en forma de minijuegos que nos obligarán a pensar de forma diferente y que ayudan a romper con la tónica general y darle algo de variedad al conjunto, por lo que su inclusión se agradece mucho. Además, también hay varios que nos pedirán usar los objetos siguiendo un orden concreto y realizando acciones concretas, por lo que a veces la técnica del ensayo y el error no nos sacará del apuro en el que nos encontremos (aunque sí de muchos, ya que el número de localizaciones que podemos visitar y objetos que podemos conseguir en un mismo momento no es demasiado alto).
La dificultad por norma general no es demasiado alta, aunque sí que tiene momentos realmente desafiantes en los que la lógica se retuerce algo más de la cuenta y que nos tendrán dando más de una vuelta probando de todo a ver si damos con la solución. Lo habitual será que nos atasquemos con cierta frecuencia, aunque no deberíamos tardar más de 20 minutos como mucho en encontrar lo que nos falla. Para ayudarnos, si pulsamos la tecla espacio se resaltarán los elementos del escenario con los que podemos interactuar para no tenernos buscando con el ratón. Como siempre, esta ayuda es totalmente opcional, así que de vosotros dependerá usarla o no.
Gráficamente, Daedalic vuelve a ofrecernos unos preciosos escenarios dibujados a mano repletos de detalles, con mucho colorido y con un buen acabado artístico. Por desgracia, los personajes, a pesar de mantener un buen diseño, siguen adoleciendo de unas animaciones bastante mejorables y algo robóticas, una asignatura que tiene pendiente el estudio desde hace mucho tiempo.
Finalmente, en lo que respecta al sonido, decir que la banda sonora mantiene el estilo de la saga, con melodías muy desenfadadas que pueden hacerse algo cansinas a la larga. Destacar especialmente las canciones del bardo con las que se narran nuestras aventuras cada vez que la historia avanza. En cuanto al idioma, actualmente se encuentra únicamente en inglés, tanto textos como voces, aunque es de esperar que al igual que hizo FX Interactive con sus dos predecesores, acaben localizándolo y lanzando su propia versión, por lo que quizás prefiráis esperar a ver si realizan dicho anuncio antes de haceros con él.
Conclusiones
Goodbye Deponia es una de las mejores aventuras gráficas de corte clásico que hemos disfrutado en los últimos años y nos lo hemos pasado en grande acompañando a Rufus hasta el final de su historia; una repleta de humor negro, buenos puzles, personajes entrañables y situaciones de lo más delirante que nos han llegado a recordar por momentos a los mejores títulos de la extinta LucasArts (resulta inevitable acordarse de Day of the Tentacle con una de las nuevas mecánicas que se han introducido, la cual no os detallaremos para evitaros spoilers). La fórmula de "más y mejor" funciona aquí perfectamente, y si lo que queréis es una buena aventura gráfica con la que pasar un buen rato y poner a prueba vuestro ingenio sin llegar a desesperaros, pocos títulos actuales encontraréis mejores que la conclusión de esta genial trilogía.