Análisis de TrackMania DS (NDS)
Llega a nuestras Nintendo DS la saga Trackmania, la cual cuenta con diversas entregas para PC que han permitido que la serie cultive un considerable número de seguidores. En cada juego de la misma nos enfrentábamos a una serie de circuitos de diferentes tamaños y características en el terreno, aderezados con multitud de rampas, potenciadotes de velocidad e, incluso, saltos al vacío que nos harían perder por unos instantes totalmente el control de nuestro vehículo.
Ciertamente, el juego que presentamos hoy poco tiene que ver con la simulación, ya que, fundamentalmente, se basa en la velocidad, la rapidez de reacción y la habilidad con cada uno de los tres modelos de coche que nos ofrece el título. A pesar de todo, tiene todos los elementos necesarios para hacerse un hueco por sí solo dentro del catálogo de juegos de velocidad y conducción de nuestra portátil, ya que, sin duda, no es un título deportivo convencional…
Tres vehículos, tres escenarios
En Trackmania DS podremos competir en tres tipos de escenarios diferentes: Estadio, Desierto y Rally, cada uno de ellos con un tipo de vehículo diferente. Mientras que en la modalidad Estadio podremos competir con vehículos de Fórmula Uno, en las modalidades de Desierto y Rally correremos con coches más adecuados al entorno en el que nos encontremos. La diferencia fundamental en cada uno de los entornos radicará, sobre todo, en el control de los vehículos, ya que el terreno responderá de diferentes maneras según el tipo de circuito, y los coches serán significativamente más difíciles de controlar en las modalidades de Rally y Desierto que en la modalidad de Estadio.
A pesar de todo, los circuitos prediseñados del juego han sido notablemente creados, de tal forma que podremos explotar al máximo la respuesta del vehículo dentro de cada terreno, aprovechando así las características del mismo de diferentes formas para poder llegar a la primera posición en cada una de las carreras.
El juego cuenta con cinco niveles de dificultad, que deberemos de ir desbloqueando a medida que vayamos avanzando en el juego, cada uno de ellos con diferentes circuitos. En total, el juego cuenta con más de cien circuitos prediseñados diferentes, repartidos en las diferentes categorías del título.
Eso sí, al principio únicamente contaremos con cuatro circuitos por defecto en cada modalidad por cada nivel de dificultad. El resto de los circuitos los deberemos de ir desbloqueando y adquiriendo en el apartado Tienda del juego, del que más tarde hablaremos con detenimiento. Para adquirir los diferentes circuitos que se nos ofrecen deberemos de ir superando las diferentes carreras y retos, los cuales nos obsequiarán con medallas (las clásicas de bronce, plata y oro, más una medalla especial llamada Firebrand) y con bonificaciones monetarias, las cuales, como es de suponer, utilizaremos para adquirir los circuitos mencionados, aparte de otros objetos y accesorios para el juego.
Carreras y maniobras extremas a toda velocidad
La gracia del juego que nos ocupa, fundamentalmente, radica en la gran cantidad de piruetas, vueltas, tirabuzones, curvas imposibles y rampas que encontraremos en cada uno de los circuitos del juego. Siempre teniendo en cuenta, claro está, las características del terreno y de los vehículos con los que compitamos. Los saltos al vacío, por ejemplo, serán uno de los mayores handicaps del juego, ya que exigirán una gran precisión tanto a la hora de enfilar el salto desde la rampa como en el aterrizaje. Todo ello, añadido a los diferentes artilugios y trampas que nos depararán los circuitos del juego, hará de la experiencia de juego algo tremendamente divertido.
Además, podemos elegir competir nosotros solos contra el reloj (disponiendo de una gran cantidad de checkpoints que nos permitirán revisar nuestros tiempos en diferentes puntos del trazado) o competir contra nuestros rivales de diferentes maneras. Nuestros competidores serán, como máximo, tres, cada uno de ellos con un nivel de dificultad diferente (correspondientes a las medallas de bronce, plata y oro, respectivamente). Podremos elegir competir contra cada uno de ellos por separado, lo que nos permitirá incluso intentar emular su trazado para lograr más fácilmente la victoria en el circuito, o contra los tres a la vez, lo que sin duda nos ofrecerá una experiencia de carrera mucho más completa.
Modalidades de juego
La modalidad de Carrera es la principal del juego, y es en la que deberemos de superar la mayoría de retos que nos presenta el juego. Pero, por otra parte, podremos competir en la modalidad de Carrera Rápida, la cual nos enfrentará a un circuito aleatorio en un escenario cualquiera de entre los tres posibles que nos ofrece el juego. No obstante, éstos no serán los únicos modos en los cuales podamos disfrutar de las diferentes habilidades de nuestros vehículos.
Por otra parte, contamos con la modalidad Plataforma, en la cual deberemos de superar un circuito repleto de agujeros, fallas y saltos de enorme dificultad, intentando no caernos ni una sola vez del circuito, sin importar el tiempo que tardemos en completarlo. Si no nos caemos, ganaremos el oro. En caso de caernos una o dos veces, ganaremos las medallas de plata y bronce, respectivamente. Cabe decir que este modo de juego es, ciertamente, muy difícil de superar, sobre todo en las modalidades de Rally y Desierto, aunque únicamente contará con quince circuitos en su haber.
Y, por último, contaremos con la modalidad de Puzzle, la cual nos planteará el reto de acabar de construir un circuito mediante el editor de pistas del juego y competir dentro de él para conseguir el menor tiempo posible. Esto, que a simple vista puede parecer sencillo, se convertirá en una tarea realmente ardua en algunos casos, ya que existen diferentes posibilidades de construcción para cada uno de los retos que se nos proponen con las piezas de las que dispondremos. Y recordemos que deberemos de construir un circuito realmente óptimo para conseguir los mejores tiempos con nuestro vehículo.
Cómo construir un circuito con el stylus
Y, por supuesto, la opción que más posibilidades nos ofrece es la del Editor de pistas del juego, en el cual podremos construir, en un entorno totalmente tridimensional, hasta sesenta circuitos en los que después podremos competir, e incluso podremos compartir con otros jugadores mediante la conexión inalámbrica de nuestra consola. Para ello utilizaremos el lápiz táctil, utilizando las diferentes piezas que poseemos en nuestro inventario de construcción, y haciendo uso de unas sencillas (aunque muy completas) herramientas de edición. Lástima que el editor no nos permita construir pistas más allá de ciertas dimensiones, cosa, por otro lado, totalmente comprensible, dadas las limitaciones de la portátil.
Tienda y multijugador
La Tienda del juego, de la que hemos hablado más arriba, nos permite obtener, como ya hemos dicho, un montón de circuitos para las diferentes categorías, modalidades y escenarios del juego. Pero no sólo eso: también podremos obtener diferentes modelos de vehículo para cada uno de los escenarios del juego, además de una gran cantidad de piezas y accesorios para nuestras pistas, que podremos utilizar -una vez las obtengamos- en el Editor del juego.
Aparte de todas las opciones mencionadas, contaremos también con la posibilidad de enfrentarnos en carreras multijugador de hasta cuatro vehículos simultáneos, tanto mediante el juego multi-tarjeta como mediante la compartición de datos con una única tarjeta entre varias Nintendo DS. Por otro lado, el juego nos da la opción de jugar por turno con una misma consola, intentando superar nuestros mejores tiempos y los de nuestros contrincantes en los diferentes escenarios del juego en carreras contrarreloj.
Apartado técnico
El apartado gráfico de Trackmania DS, sin llegar a ser un portento, cumple muy notablemente su función. Los modelos de los diferentes vehículos han sido correctamente realizados, aunque ciertamente no pretenden dar una imagen fiel y realista de modelos de vehículos de carreras reales. Donde el juego sí despunta es en el diseño de los diferentes escenarios pues, a pesar de que en cada entorno los fondos y elementos genéricos son bastante similares entre sí, las pistas y sus trazados son, en algunos casos, espectaculares. Por otro lado, la sensación de velocidad y las físicas del juego están muy logradas, y consiguen que nos metamos de lleno en la acción de cada carrera.
El apartado sonoro, a pesar de contar con algunos buenos temas, es bastante reiterativo, ya que los temas para cada uno de los entornos son siempre los mismos. Si bien es cierto que los diferentes temas de la banda sonora se adecuan muy bien al entorno gráfico y la ambientación de cada escenario, el hecho de jugar repetidamente en un mismo escenario escuchando siempre las mismas tonadillas puede llegar a saturar nuestros oídos.
En lo que respecta a la jugabilidad, el título es excelente: como ya hemos dicho, la sensación de velocidad está muy bien conseguida, y el manejo del coche (a través de la cruceta de control y los botones frontales de nuestra consola) es sencillo y de fácil aprehensión, como suele ser usual en los títulos de este género. Por otra parte, la creación de escenarios se realiza con suma facilidad a través del lápiz táctil, gracias a las herramientas de edición que nos ofrece el juego.
Conclusiones
Trackmania DS es, fundamentalmente, un título de velocidad repleto de acrobacias y velocidades vertiginosas con el único propósito de divertir al jugador. Realmente lo consigue, y de sobras, gracias a la gran cantidad de opciones que ofrece el juego, tanto con sus modalidades de juego individual o multijugador como con sus fabulosas posibilidades de creación y edición de circuitos. Sin duda, se trata de una fantástica apuesta dentro del catálogo de títulos de velocidad y conducción de nuestra querida Nintendo DS.