Análisis de Fortnite Battle Royale (iPhone)
Epic Games vio, ejecutó y triunfó. En un mercado en el que parecía que todos los juegos estaban destinados a vivir bajo la sombra de PlayerUnknown's Battlegrounds y en el que todas las opciones battle royale estaban condenadas al fracaso o al tímido reconocimiento de un pobre puñado de jugadores, la empresa decidió darle una vuelta a su Fortnite con una jugabilidad competitiva y orientada al PvP. En apenas dos meses, y gracias a una serie de decisiones muy acertadas, Fortnite Battle Royale llegó de forma gratuita a consolas y PC, convirtiéndose en un éxito indiscutible que a día de hoy ya disputa e incluso supera al del juego de Bluehole y PUBG Corp. Casi nada.
Ahora, cuando la guerra entre consolas y PC sigue su curso, el videojuego de Brendan Greene y el de Epic Games vuelven a coincidir en su particular duelo, pero en esta ocasión para plataformas móviles. Fortnite Battle Royale llega a iOS tras una fase de pruebas a la que Vandal ha tenido acceso y de la que os queremos ofrecer un completo análisis tras pasar unos días jugando, tanto al evento limitado como a la edición final.
La misma experiencia que en consolas y PC
Cuando Fortnite Battle Royale anunció su versión para teléfonos móviles, no fueron pocos los que creyeron que se trataba de un proyecto poco menos que imposible. ¿Cómo iban a trasladar la frenética jugabilidad de este título de acción multijugador a una pantalla táctil y apostar al mismo tiempo por el juego cruzado? Pues bien, sin parafrasear al Doctor Ian Malcolm en Parque Jurásico, lo cierto es que lo han logrado. Fortnite Battle Royale es exactamente el mismo videojuego al que estamos acostumbrados a jugar en Xbox One, PlayStation 4 o PC. No hay ninguna diferencia en términos de menús, interfaz, propuesta o modos de juego y sigue siendo completamente gratuito.
La idea Fortnite Battle Royale va un poco más allá de la de PlayerUnknown’s Battlegrounds Mobile, también lanzado recientemente con éxito tremebundo en iOS y Android. Si bien el juego de Tencent y PUBG Corp es una traslación idéntica pero con sus propias particularidades, Epic ha decidido que su battle royale sea el mismo juego, con la misma progresión y las mismas opciones que las versiones de sobremesa. ¿Qué queremos decir? Pues encontraremos los mismos menús, opciones, eventos, tienda y e incluso nuestros logros y avances logrados y conseguidos con anterioridad. Sí, como estáis leyendo.
La cuenta que tengamos en Fortnite, la misma que hayamos usado para jugar en cualquier plataforma -ya sea para PC, PlayStation Network o Xbox Live-, estará con nosotros en la versión para móviles. Nuestro perfil y progreso queda registrado, y cualquier cambio, partida ganada o experiencia lograda en la edición para móviles será automáticamente registrada en su edición para consolas o PC y viceversa. El progreso compartido entre plataformas es una idea genial, que otorga un buen valor añadido a esta edición pues nos ofrece la posibilidad de avanzar, progresar y confeccionar a nuestro personaje a medida en cualquier momento y lugar. ¿Nos apetece comprar una skin? Podemos. ¿Queremos acceder a un evento pero no tenemos la consola a mano? Nos conectamos desde nuestro smartphone y lo que hagamos en la app se reflejará en la otra plataforma en la que juguemos. Epic ha pensado muy bien en esto, que no es más que un reflejo más de su férreas y acertadas políticas de jugar sin barreras, sin importar la consola, plataforma o sistema en el que estemos.
Jugando en una pantalla táctil
PlayerUnknown’s Battlegrounds Mobile nos ha demostrado que se pueden adaptar videojuegos con inteligencia a las pantallas táctiles, aunque sigan existiendo escollos que no se pueden esquivar y obviar a la ligera. Fortnite Battle Royale es el mismo juego que en plataformas de sobremesa. Es decir, volveremos a ser lanzados en una isla en la que tendremos que sobrevivir, recolectar recursos, combatir, construir refugios y fortalezas y alzarnos victoriosos contra otros 99 jugadores a través de internet. La propuesta de acción multijugador desenfadada de Epic es exactamente la misma en nuestro teléfono móvil o tablet, y si habéis jugado alguna vez, os encontraréis francamente cómodos.
Adaptar un estilo tan rápido y frenético, ideal para ser jugado con mando o mejor aún, con teclado y ratón, no era una tarea sencilla. En esencia, sus responsables han decidido apostar por una interfaz clásica, con el habitual joystick virtual, los habituales atajos rápidos para saltar, apuntar, disparar o agacharse y con un inventario de acceso instantáneo. La distribución es muy cómoda, sobre todo si tenemos una pantalla grande o de gran formato, algo que se agradece especialmente en un videojuego en el que la capacidad de reacción es vital de cara a la supervivencia. Nuestros dedos no se estorbarán en demasía, y tendremos siempre una gran visión periférica de lo que ocurre en el mundo virtual del battle royale.
Además, y dadas las particularidades de este videojuego, Epic ha incluido unos señalizadores visuales de sonido. Sí, suena un poco extraño, pero son muy útiles. Fortnite Battle Royale está pensado para ser jugado con auriculares o un sistema de sonido multicanal, que nos ayude a interpretar pistas sonoras de dónde están nuestros enemigos o de dónde vienen los disparos. Pero dado que en los móviles de hoy en día no se cuenta con altavoces demasiado buenos y existe una tendencia a jugar con silencio y sin notificaciones de audio, el juego ha querido buscar una solución que nos recordará a las alertas visuales que veíamos en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain cuando íbamos a ser descubiertos por un guardia. Fortnite Battle Royale irá alertándonos con pequeño icono de pisadas, disparos o incluso de proximidad de cofre dorado, algo que es francamente útil y que no descuadra tanto la jugabilidad como podría pensar un principio.
De hecho, y pese a que no lo parezca, Fortnite Battle Royale se juega de una forma muy parecida, aunque deberemos adecuar nuestro juego a las particularidades inherentes de la plataforma. Una de las cosas que más nos han sorprendido, es lo relativo a la velocidad de las partidas. En la app, todo tiende a ser algo más rápido, directo, fomentando el enfrentamiento entre jugadores con mayor frecuencia, desechando en cierta manera la recolección de recursos y la construcción de fortalezas o parapetos. Sí, seguiremos picando para conseguir madera, metal o ladrillo, pero también nos hemos dado cuenta de que es una opción menos recomendable porque perderemos demasiado tiempo levantando torres o rampas en comparación a la versión de consola. No obstante, debemos tener en cuenta una cosa: el juego cruzado entre plataformas existe y cualquier desliz puede costarnos la vida.
Fortnite Battle Royale prioriza a los jugadores de iOS y la versión móvil -que en estos momentos, está bajo prueba limitada-, pero existe juego cruzado entre plataformas. Esto quiere decir que, desde nuestro dispositivo iOS, podemos jugar contra otros jugadores a través de internet pertenecientes a otras consolas o PC. En nuestras partidas no hemos notado en demasía esta desventaja real, pero aparecerá en ocasiones, y será algo evidente y muy molesto.
Como dos gotas de agua
Fortnite Battle Royale es todo un logro técnico en la plataforma. La adaptación de Epic Games de su motor Unreal Engine 4 a iOS es intachable, manteniendo el mismo aspecto artístico, usando algunos de los modelados de la versión de sobremesa y adaptando texturas, distancia de dibujado y definición. No hay ningún elemento disonante, todo nos recordará inmediatamente a la edición de consolas o PC, algo que creíamos impensable. En los dispositivos de mayor rendimiento y capacidad, el videojuego funciona muy estable, sin ningún tipo de tirón o problema técnico incómodo. Sí, existe algo de popping en la generación de elementos como casas o árboles, y hay algunas texturas que están por debajo de las habituales, pero hablamos de una adaptación móvil casi impecable.
Como podéis ver en las capturas que os hemos suministrado junto a estas impresiones, hemos jugado en un iPhone X, el teléfono tope de gama de Apple, y el título se ha mostrado siempre fluido, con una tasa de imágenes sólida y constante, una gran definición y una gran respuesta. No hay problemas de input lag o tirones que nos saquen de la experiencia, algo que no sabemos si continuará cuando el juego se abra a más terminales y sistemas operativos. En algunas partidas, sobre todo en los primeros días, sí notamos ciertos problemas de lag, algo que creemos se ha ido corrigiendo conforme han pasado las jornadas. En líneas generales, tanto en 4G y 3G como en Wifi, Fortnite Battle Royale hace gala de una conexión online a los servidores rápida, efectiva y muy estable, pero consume batería de una manera demencial: una sesión de 60 minutos ha drenado la de nuestro terminal un 70% con el brillo medio.
Un éxito en formato móvil
No tenemos demasiadas dudas: Fortnite Battle Royale va a ser un éxito también en teléfonos móviles. Su prueba cerrada ya ha roto récords y ha facturado millones de dólares sin salir de forma oficial en Android, y el fenómeno ha llegado incluso a ser un problema en colegios e institutos estadounidenses. Epic Games tiene en sus manos un videojuego de los de marcar época, y si en consolas y PC ha arrasado gracias a su propuesta gratuita, adictiva, arcade y divertida, en móviles está destinado a repetir la jugada. Un auténtico must-have que debéis probar y el cual, desde Vandal, recomendamos encarecidamente.
Hemos probado y analizado este videojuego tras la prueba cerrada organizada por Epic Games y con la versión final del juego en iOS, disponible de forma gratuita.