Análisis Alien Blackout: Five Nights at Freddy's con xenomorfos (Android, iPhone)
En el espacio nadie puede oír tus gritos. Y al parecer en la tierra tampoco, pues Fox Next tampoco escuchó demasiado a los aficionados a Alien. El extraterrestre más famoso de la historia del cine ha tenido una relación un tanto turbulenta con los videojuegos, pero en 2014, tras algún que otro descalabro como Aliens: Colonial Marines, nació Alien: Isolation. El título de SEGA y Creative Assembly adaptó con mucho atino y gusto el tenebroso y opresivo universo de ciencia ficción de la criatura, ofreciéndonos una notable aventura de sigilo y terror. Cuando se comenzó a rumorear que FoxNext estaba preparando un nuevo título, secuela de esta pequeña joya interactiva, muchos dejamos la imaginación volar.
Cuando se anunció Alien: Blackout, un videojuego para móviles con un concepto similar al de Alien: Isolation pero diametralmente opuesto en jugabilidad, hubo una oleada de decepción generalizada. Muchos lo vieron como una tomadura de pelo, criticando el concepto incluso antes de saber qué nos iba a ofrecer finalmente. Y curiosamente, pese al escepticismo inicial, lo cierto es que estamos delante de un título muy bueno. Revisad la carga de vuestro terminal y conectad vuestros sensores de movimiento.
Five Nights at Nostromo's
Alien: Blackout sigue el argumento del emblemático videojuego de 2014 y nos invita a encarnar una vez más a Amanda Ripley, la hija de la icónica heroína Ellen Ripley -que tiene su propio cameo en la saga cinematográfica-. En una búsqueda desesperada tras la misteriosa desaparición de su madre, Amanda decide emprender una viaje a las regiones más inexploradas del espacio conocido. Tras los eventos de la estación Sebastopol y ser rescatada por un grupo de comerciantes, se encontrará varada en una en mitad de la nada. Por circunstancias que apenas se tocan en este videojuego, despertaremos de nuestro criotubo y llegaremos a una nueva estación fronteriza llamada Mendel, en esta ocasión de la Weyland-Yutani, en la que se oculta algo más de lo que parece.
Casi sin comerlo ni beberlo, nos encontraremos ocultos entre los conductos de ventilación de esta base de la corporación intentando ayudar a los supervivientes a enfrentarse -o huir- del peligroso organismo extraterrestre que se oculta en sus pasillos. ¿Recordáis la secuencia de Alien (1979, Ridley Scott) en la que Lambert guiaba a Dallas por los conductos de ventilación buscando a la criatura a través de una pequeña pantalla? Pues esa es la premisa de Alien: Blackout. Nuestra misión será la de garantizar la seguridad de los cinco supervivientes de la estación, observándolos por las cámaras del circuito cerrado, ayudándolos a cruzar estancias de forma segura o dándoles órdenes de cara a que tomen refugio cuando el xenomorfo esté cerca. A través de siete niveles de dificultad progresiva, deberemos liderar al personal de la estación a escapar, buscando rutas seguras y evitando, siempre y cuando sea posible, perder a los distintos miembros de esta tripulación.
Para complicar un poco más la cosa, en Alien: Blackout, y al igual que en Five Nights at Freddy's, deberemos prestar mucha atención al sonido. El extraterrestre puede colarse fácilmente por los conductos de ventilación y atacarnos en nuestra posición segura. Cuando eso ocurra, deberemos dejar de mirar los monitores y los sistemas de seguridad y pasar a una visión en primera persona para cerrar todas las esclusas de aire posible antes de que nos mate. Al principio sus visitas serán esporádicas, pero en los niveles más avanzados del juego nos encontraremos con ataques constantes, varias esclusas de las que estar pendiente y múltiples inconvenientes extra.
Uno de ellos, y quizás el más importante -no obstante, da título a este juego- es el relativo al suministro de energía. Tenemos una toma eléctrica muy limitada, pues la estación está casi en las últimas. En un enorme recinto tenue, lleno de recovecos, puertas que no funcionan y terminales o computadoras que parpadean constantemente. Nuestra misión será de proporcionar la energía correspondiente para que algunos de esos sistemas, en su versión más rudimentaria, funcionen. Con nuestra pequeña pantalla portátil, que nos dará una vista general del mapa de cada nivel, deberemos abrir y cerrar puertas, colocar sensores de movimientos y permanecer muy atentos a los movimientos del alien, todo ello sin que salten los fusibles. Además, para aumentar un poco más la tensión, este suministro únicamente durará unos ocho minutos antes de un completo apagón que sumirá a los protagonistas en la más absoluta de las oscuridades. Un aspecto muy curioso del juego, es que nos hará sentirnos un poco como el Teniente Gorman en Aliens (1986, James Cameron), completamente desbordados y sin saber muy bien qué hacer.
El alien puede moverse libremente por los escenarios, es muy aleatorio, y sus reacciones y desplazamientos predatorios son lo suficientemente anárquicos como para considerarlo bastante inteligente. En las distintas partidas que hemos disfrutado, para comprobar hasta que punto era esto cierto, la verdad es que nos ha sorprendido varias veces. Sí, hay mucho script y hay situaciones fijadas, pero el rango de libertad que tiene la criatura y las posibilidades que tenemos nosotros como directores de orquesta, con sus aciertos y errores, dan bastante juego. Una vez controlamos la idea de que tenemos a un alien entre nosotros, y que el sistema de energía nos limitará la forma en la que abrimos y cerramos puertas o colocamos sensores de movimiento, deberemos aprender a dar órdenes a los tripulantes.
¡Por ahí no, Dallas! ¡Por ahí no!
Es quizás el aspecto más controvertido del videojuego. Como Amanda Ripley, que tiene cierta experiencia con estos seres, tendremos que dar consejos y órdenes muy básicas a los supervivientes. Dado que existen diversos objetivos en los niveles, y un montón de cosas a las que estar pendientes, es muy recomendable que sepamos que estos personajes son bastante torpes y que habrá ocasiones que nos pongan de los nervios. Sabemos que muchas de sus reacciones son meros trucos de cara a ponernos en tensión y aumentar la sensación de descontrol en el videojuego -idéntica a la de las películas-, pero creemos que no es demasiado justo. En Alien: Blackout podemos, como en un título de la saga Ghost Recon o Rainbow Six, señalar en el mapa lugares concretos para que los del personal vayan a explorar o activar un terminal en concreto del nivel. Podemos indicarles que no hagan ruido, que se apresuren o que se escondan. Incluso podemos trazar una ruta en la pantalla táctil de nuestro tablet o smartphone para ser más específicos, un concepto muy interesante.
Sin embargo, en varios momentos, estas órdenes se volverán poco relevantes, algunos personajes entrarán en pánico por algún ruido o por la presencia remota del extraterrestre y tomarán decisiones erróneas. Uno de los desafíos del título será el requisito de intentar que todos lleguen con vida al final de la aventura, y os advertimos que es quizás el más difícil de conseguir. Sí, con que uno de ellos llegue al final es suficiente, pero las muertes se sucederán una tras otra si no somos cuidadosos, y os recomendamos que dada la complejidad del nivel final, es mejor tener el mayor número de personajes con vida. No, no es una tripulación prescindible, pero caen como moscas.
Otro de los puntos negros de este curioso videojuego de Alien es el que concierne a la duración. FoxNext Games y D3 Go han diseñado el título como una experiencia interactiva intensa, cuidada a niveles de producción, pero de una duración muy limitada. Poco importa lo aleatorio de cada partida o la dificultad de algunos niveles. Puede durarnos poco más de una hora, muy poco, sobre todo teniendo en cuenta que cuesta 5,49 euros en App Store y Google Play. No esperábamos una aventura al estilo de videoconsola, pero no habría estado de más aumentar un poco la duración añadiendo algún que otro nivel, alguna fase diferente o puestos a pedir, un modo para dos jugadores a través de Bluetooth. El concepto de dar órdenes y consejos a un personaje que apenas puede ver a su alrededor es muy atractivo, y con dos jugadores, cada uno con su móvil, habría funcionado bastante bien.
Técnicamente impecable
Es un juego técnicamente casi perfecto -nosotros hemos jugado en un iPhone X y un iPad de 6º generación de 2018-. No hace demasiados alardes, y es muy parco y retrofuturista en su presentación, pero funciona a las mil maravillas. Tenemos un videojuego en tres dimensiones que luce especialmente bien, y que poco o nada tiene que envidiar a los diseños y modelados de Alien: Isolation, pero que debido a su planteamiento jugable parece menos de lo que realmente es. Nos traslada a la perfección ese galimatías de interfaces propio de las películas de James Cameron y Ridley Scott, con pantallas casi monocromáticas, conductos de ventilación y galerías en 2D. Además, hace un uso muy inteligente del sonido, quizás uno de los mejores que hemos visto en los últimos meses, invitándonos a usar auriculares en las partidas.
El sonido es vital, pues además de escuchar el trasteo del xenomorfo en las galerías y conductos de ventilación, nos servirá para apreciar el doblaje al inglés de los personajes protagonistas, muy creíble y absorbente, absolutamente cinematográfico. Por si fuera poco, cuenta con una banda sonora que rinde tributo a los temas más emblemáticos de Jerry Goldsmith (Alien) y Marc Streitenfield (Prometheus), un punto a su favor si amáis la saga. Si jugamos a oscuras, y sujetamos nuestro tablet o móvil en soledad con nuestros cascos enchufados, os aseguramos que os encontraréis completamente atraídos y atrapados por su ambientación. Pocas veces hemos visto nada igual. Además de no incluir ningún tipo de micropago, está completamente traducido al español.
Conclusiones finales
Alien: Blackout es un videojuego divertido, absorbente y muy terrorífico cuando quiere. Su propuesta, que es todo un homenaje a una de las secuencias más icónicas de la saga, funciona muy bien a nivel jugable y dado el éxito de otros videojuegos como Five Nights at Freddy’s, creemos que está bien adaptada al formato móvil. Si bien cuenta con un envoltorio espectacular, en parte gracias a unos buenos gráficos y un buen diseño de sonido, creemos que se queda corto en factores clave como la duración o la rejugabilidad. No esperábamos un título especialmente largo, pero es que es muy efímero y además tiene un precio de entrada demasiado alto (5,49 euros en su estreno en tiendas digitales).
Con algún ingrediente más, com un modo para dos jugadores en local, un pequeño puñado de niveles aleatorios y una historia algo más elaborada, se habría convertido en un juego mucho más redondo y notable. En cualquier caso, sobre todo si sois fans de las películas, creemos que es muy recomendable para calmar las ganas mientras llegan nuevas entregas de una licencia que parece volverá con fuerza en los próximos años.
Hemos analizado realizado este análisis con un código para iOS proporcionado por la agencia FortySeven.