Análisis de Sonic & All-Stars Racing Transformed (Nintendo 3DS)

Se puede decir que Sonic & All-Stars Racing Transformed ha sido uno de los tapados de 2012, un juego de karts protagonizado por la mascota y otros personajes de Sega que ha sorprendido por su calidad y altas dosis de diversión. Un juego capaz de mirar cara a cara, y eso son palabras mayores, a la clásica saga Mario Kart. El 16 de noviembre se lanzó en PlayStation 3 y Xbox 360, un par de semanas después en la nueva consola de Nintendo, Wii U, el 7 de diciembre en PlayStation Vita, y para la versión de PC tuvimos que esperar un poco más, ya que se lanzó la semana pasada, el 31 de enero.

La última versión que quedaba por lanzarse, y que sufrió un inexplicable retraso de última hora en el mes de diciembre, es la de Nintendo 3DS. A lo largo de varias semanas fuimos publicando los análisis de las diferentes versiones, que fueron prácticamente idénticas en contenidos, jugabilidad y casi gráficos, incluida la meritoria conversión para la consola portátil de Sony.

Pero por desgracia no podemos decir lo mismo de esta versión de Nintendo 3DS, muy inferior en todos los aspectos a lo visto en el resto de consolas, con algunos tipos de prueba recortados y un aspecto gráfico muy deficiente, que no aprovecha para nada el hardware de 3DS, y lo que es peor, acaba afectando negativamente a la jugabilidad y la diversión.

El control funciona igual que en el resto de versiones, con un botón para acelerar, otro para derrapar y un tercero para usar los ítems como los más importantes. Como ocurre en casi todos estos juegos de karts, la gracia está en dominar cada curva, intentar aprovechar cada derrape para salir haciendo turbo, algo que en Sonic & All-Stars Racing Transformed tiene un poco más de profundidad, ya que también podemos hacer acrobacias en el aire, para al caer al suelo, o el agua, obtener un turbo. En Nintendo 3DS, al contar con un único stick, estas acrobacias aéreas se realizan con la cruceta digital, que está debajo del llamado botón deslizante. Esto es bastante incómodo, ya que te obliga a soltar el dedo de la dirección del vehículo, a diferencia de las otras versiones que era una acción asignada al stick derecho. Y no, no es compatible con el Botón Deslizante Pro, ese accesorio que añade un segundo stick a la consola.

Tampoco es un drama, y te acabas acostumbrando más o menos, aunque no sea práctico, pero no deja de ser una más de las muchas pegas de esta versión. La más importante de todas es el acabado gráfico, muy deficiente. Tanto por feo, con texturas horribles, enormes dientes de sierra, un mar de píxeles en el horizonte y una gran falta de definición en todos los elementos que contemplamos en pantalla, un aspecto más propio de un juego de la antigua Nintendo DS, como por la fluidez con la que se mueve todo, a trompicones, con una sensación de velocidad inexistente y hasta paradas repentinas, no caídas de frames, sino frenazos en brusco.

Esto influye directamente en la jugabilidad, ya que las carreras pierden frenetismo y diversión, cuesta diferenciar los objetos y corredores, y hasta saber por dónde dirigirte en el circuito, ya que al mirar al horizonte no ves más que pixeles, texturas borrosas y dientes de sierra. Estamos en uno de esos casos en los que el apartado técnico tiene tantos defectos que acaban afectando a la jugabilidad y la diversión, lo que es una pena. En cualquier caso la base del juego, su núcleo, es tan bueno, que a pesar de esto sigue siendo divertido, aunque un poco menos que en el resto de versiones. Por ejemplo un detalle jugable que se ha cobrado el apartado técnico, es cuando vamos por el agua, en la que antes había oleaje y nos permitía dar saltos para coger turbos, ahora no, es una simple textura plana, y el agua no se mueve y no nos permite saltar.

Por si fuera poco, hay una serie de bugs inexistentes en el resto de versiones, y las físicas son muchos peores, con comportamientos inexplicables y molestos de los vehículos. Del efecto 3D mejor no hablar, es inexistente su profundidad, y solo empeora la calidad de imagen, y hasta el sonido es mejorable, se escucha un poco enlatado, y con fallos un tanto extraños. Este apartado técnico no tiene mucha justificación y no es un problema de la consola, cuando hemos visto un juego del mismo género como Mario Kart 7 con un mejor acabado visual y moviéndose a 60 imágenes por segundo. Simplemente es una mala conversión, que no han trabajado demasiado, o no han sabido hacerlo – o las dos cosas-.

Los modos de juegos para un jugador se mantienen, Tour mundial, Gran premio, Crono y Carrera única, aunque el primero, el más importante y entretenido, ha sufrido algunas modificaciones que lo han empobrecido. Si la gracia de este modo era la variedad de pruebas, desde carreras, eliminación de rivales, jefes o llegar a los puntos de control esquivando el tráfico, ahora todo esto ha quedado reducido a las carreras con ocho participantes, contrarreloj, una carrera contra un rival y desafío turbo, ir usando turbos para detener el tiempo.

Por lo demás todo sigue más o menos igual, podemos disputar cada prueba en fácil, normal y difícil -cuando terminas el juego desbloqueas un cuarto nivel de dificultad-, obteniendo de una a tres estrellas, y con estas desbloqueamos nuevos personajes y pruebas. También obtenemos puntos de experiencia con los que subimos de nivel a los personajes, desbloqueando nuevas configuraciones para sus vehículos, como equilibrada, veloz, manejo, etcétera. Inexplicablemente se han eliminado las monedas que recogíamos en las carreras, aunque la verdad no se echan demasiado de menos, solo servían para comenzar con un ítem antes de las carreras.

También se mantienen los modos multijugador, tanto locales como online, hasta para 8 jugadores. Hay un modo descarga en el que con un único cartucho pueden participar 8 jugadores, cada uno con su Mii y en un único circuito. De cómo funciona el online no os podemos hablar porque desde que tenemos el juego no hemos encontrado ni una sola partida disponible. Utiliza también el StreetPass, del que se hace un uso similar a Mario Kart, compartiendo tiempos con otros usuarios y teniéndolos que superar.

El número de circuitos se mantiene, los personajes también, y al igual que en Wii U, nos encontramos antes la Limited Edition, por lo que trae un código para descargar el circuito OutRun Bay, el personaje de Metal Sonic, y algunas pegatinas y desafíos contrarreloj. No acabamos de entender muy bien por qué este contenido no ha venido dentro de la tarjeta, como lo hacía en Wii U en el disco, y tenemos que descargarlo, cosa que por cierto todavía no hemos podido hacer porque el juego nos dice que no hay ningún contenido descargable disponible.

Otra vez será Sonic

De momento Mario Kart 7 sigue siendo el rey de la velocidad en Nintendo 3DS, y con mucha diferencia. Es una pena ya que si se hubiera hecho una buena conversión, y mantuviera todas las cualidades del resto de versiones, estaríamos hablando de un juego que hubiera sido capaz de plantarle cara y mostrarse como una serie alternativa al título de Nintendo. Pero no es así, y su deficiente apartado técnico acaba lastrando demasiado el resultado final, aunque una vez nos acostumbramos y toleramos la brusquedad con la que se mueve, también consigue divertir. Si podéis, mejor haceros con cualquier de las otras versiones, es un gran juego, pero si no os queda más remedio y solo tenéis, o solo lo queréis, para Nintendo 3DS, sabed con lo que os vais a encontrar.