Análisis de Shin Megami Tensei - Devil Summoner: Soul Hackers (Nintendo 3DS)
La saga Shin Megami Tensei es todo un clásico de culto en nuestra industria, cuya popularidad no trasciende demasiado pero que tiene fans verdaderamente fieles, en una industria donde lo normal en los juegos de rol y estrategia eran ambientaciones en mundos medievales o futuristas, resultaba prácticamente imposible encontrar juegos ambientados en una época más presente, más parecida a las grandes ciudades en las que vivimos hoy en día. Y sin embargo, la saga de Atlus siempre ha tenido esa particularidad, mezclando un mundo más o menos actual con la presencia de espíritus y demonios.
Shin Megami Tensei: Devil Summoner: Soul Hackers era la gran entrega para la generación de los 32 bits, estrenándose en Sega Saturn para luego tener su oportunidad en PlayStation, y ahora este clásico ha sido adaptado a Nintendo 3DS con unos resultados muy parecidos al original, añadiendo más contenido y alguna mejora para hacerlo más accesible.
Os contamos en todo detalle cómo se siente esta joya en nuestra querida portátil.
En una ciudad del futuro, una sociedad secreta controla a los seres del más allá
El juego se desarrolla en la ciudad de Amani City, un proyecto gubernamental que transformó un humilde poblado en una urbe tecnológica sin parangón en la que todos los ciudadanos tienen acceso a internet. Esta sociedad en línea es propicia para la formación de grupos de hackers. Nosotros tomamos el papel de un miembro de "Spooky", un grupo activista cuyo principal objetivo es controlar las acciones del gobierno. La principal compañía de la ciudad, Argon Software, ha puesto en marcha la beta para su mundo virtual "Paradigm X", y el grupo decide apañárselas para conseguir la llave beta e infiltrar al protagonista. Es ahí cuando empiezan a ocurrir eventos extraños, con la presencia de un misterioso espíritu que conoce quienes somos, y nos introduce en una visión, una especie de escena vivida por otra persona en el pasado, y que nos dará acceso a la "GUMP", una especie de ordenador con la capacidad de ver a demonios con los que podemos luchar, pero también hablar y negociar.
La adquisición del "GUMP" desvela al grupo activista la existencia de una sociedad secreta que trata con estos seres del más allá, y consiguen penetrar en una red social en la que todos los movimientos quedan reflejados, siendo la principal guía durante gran parte del juego, con el objetivo de tratar de averiguar más pero que como podréis imaginar, acaba teniendo mucha más importancia y repercusión. Sin duda alguna, una de las principales distinciones de Soul Hackers es que posee un marcado carácter narrativo, por lo que constantemente estaremos disfrutando de diálogos que nos presentan una historia realmente interesante y entretenida, con algunos conceptos muy buenos, habiéndonos parecido en ese sentido muy bueno pese a los años que han pasado desde el original. Los personajes, con un marcado estilo manga y personalidades muy acentuadas, son una gran motivación de cara al interés por la historia, cosa que seguramente sea uno de los motivos por los que esta serie tiene tantos fans. Es una verdadera pena que el juego esté solo en inglés (texto y voces), ya que requiere un buen nivel para no perderse el hilo, así que tenedlo en cuenta antes de decidiros a comprarlo.
Un RPG de mazmorras donde tenemos que negociar con demonios
Como decimos, la exitosa narrativa y el mundo que nos presenta Soul Hackers son las principales motivaciones y seguramente las que mejor han resistido el paso del tiempo, ya que en la parte jugable, sigue estando bien equilibrado y es entretenido, pero en muchos aspectos se ha quedado anticuado. Principalmente tenemos dos vertientes, la fase de exploración con combates y la parte de diálogos, combinado con el presente y las visiones.
Cuando nos movemos por la ciudad o bien participamos en los diálogos, básicamente dedicamos nuestro tiempo a descubrir dónde están las diferentes partes de la ciudad y a participar en conversaciones en las que apenas podemos tomar decisiones, mientras que cuando la historia lo requiere, tendremos que adentrarnos en diferentes mazmorras en tres dimensiones, con una vista en primera persona y moviéndonos casilla a casilla, descubriendo así los diferentes elementos de interés que hay por los escenarios y a la vez enfrentándonos a la aparición aleatoria de combates contra demonios, resolviendo algunos puzles (algunos de tomar nota con papel y lápiz, aunque por desgracia no han aprovechado la pantalla táctil para eso).
En los combates es donde esta serie marca una diferencia con otros juegos del género, y es que se nos permite no solo liarnos a mamporros con todos los enemigos que se nos cruzan por el camino, sino que es posible negociar con los demonios para obtener premios o intentar conseguir que se unan a nosotros. Esto es a través de diálogos con múltiples opciones de respuesta que tendremos que ir aprendiendo, así que es algo que requiere mucho esfuerzo y dedicación. Cada demonio tiene sus propias habilidades y estadísticas, así que es muy importante tener un equipo bien equilibrado para no vernos en apuros.
Además de los protagonistas (normalmente dos, cifra que varía), podemos configurar una parrilla de demonios y personajes de hasta seis a la vez, con algunas reservas en el ordenador por si acaso muere alguno, pero a su vez necesitamos controlar el espacio del que dispone el "GUMP", o de lo contrario no será posible que se nos unan más enemigos, entre otras condiciones como puede ser tener en las filas un tipo de demonio incompatible. En cada turno podemos elegir las acciones de los protagonistas (atacar, disparar, magia, objetos, cubrirse o huir) y a la vez, podemos dar instrucciones a los demonios para ejecutar un ataque, magia, usar habilidades especiales o cubrirse… pero es posible que no atiendan a nuestras instrucciones, según su personalidad y estado de lealtad.
Los demonios y su laboratorio, un gran ejercicio de exploración con más de 300 demonios por descubrir
Y es que estos seres tienen su personalidad, su historia, sus agrados y desagrados… y pueden ser fieles a nosotros y obedecer a nuestras instrucciones, o no. Según su personalidad, que puede ser de seis tipos diferentes, suele gustarles hacer un tipo de acción u otro, y es importante que nosotros aprendamos las cualidades de cada una de las personalidades a la hora de darle instrucciones, ya que de otro modo entrarán en acto de rebeldía y no harán caso de lo que les pedimos, incluso con la posibilidad de que nos abandonen o se vuelvan contra nosotros en pleno combate.
Por ejemplo, los demonios amables son propensos a mantenerse sin combatir, dedicándose sobre todo a la sanación de compañeros, mientras que los salvajes son unos deseosos de pasar a la acción directa, mientras que los tímidos prefieren mantenerse en segundo plano y hacer uso de sus magias. Para ver si las instrucciones que les damos son las que más les gusta a cada uno, podemos atender a un texto de respuesta que nos dicen a la hora de ejecutar la orden y tener bajo control la barra de lealtad, ya que si baja mucho puede ocurrir lo peor.
Otra cosa importante, es que a diferencia de los personajes principales, los demonios no aumentan su nivel según vamos ganando experiencia, ni tampoco podemos equiparlos con diferentes ropas para aumentar sus características. Para mejorarlos tenemos que proceder a su mejora en el laboratorio del "GUMP", lo que básicamente se limita a fusionarlos entre sí, o bien dedicarse a conseguir nuevos demonios que substituyan a los presentes.
Esto resulta un poco decepcionante para los fans de los juegos tipo Pokémon, donde el usuario se encariña con un monstruo por su diseño y dedica su vida a hacer de él la máquina de matar perfecta, pero por el contrario, obliga al jugador a participar activamente en las divertidas negociaciones con los demonios, que normalmente tienen bastante gracia, salvo cuando llevamos ya muchas horas y los diálogos se repiten. Desde luego, a nosotros nos ha conseguido sacar alguna que otra sonrisa, nos parece que es algo diferente, original y normalmente gracioso, pero que requiere de implicación y aprendizaje por parte del jugador para saber cómo negociar para conseguir a estos demonios que se le resisten.
Las novedades de la versión de 3DS
La adaptación a Nintendo 3DS ha incluido unos cuantos añadidos al original que lo hacen un poco más accesible. Entre los varios puntos nuevos, quizás la más importante es la llegada de Nemichi. Este demonio que está accesible desde el menú de juego disponible en cualquier momento, nos permite activar el StreetPass para conectar nuestro juego con el de otra gente y con ello recibir nuevos y exclusivos demonios de esta versión. Si no vivimos en un lugar con mucha gente o cerca de un punto de SpotPass asociado a Nintendo, podemos hacer uso de nuestras monedas de juego para comprar D-Souls, la moneda que nos permite adquirir los demonios que están en la tienda. Estos demonios, no solo son nuevos diseños, si no que algunos tienen algunas habilidades muy útiles, como por ejemplo la capacidad de revivir casi desde el principio, una gran ayuda. Además, Nemichi es simpático demonio que no se usa en combate, pero al que podemos dedicarnos a evolucionar D-Souls, y dependiendo de las opciones que tomemos evolucionará de manera diferente, con diferentes personalidades y voces.
Otras de las novedades son los hacks, que son ajustes que nos permiten cambiar algunos elementos de configuración del juego, como puede ser que el mapa se rellene automáticamente (lo que nos permite ir al grano sin apenas tener que explorar nosotros), poder salvar en cualquier momento, aumentar o disminuir la dificultad, evitar que los demonios se excluyan entre sí a la hora de formar equipo, y mejoras en este sentido. La verdad es que estas opciones vienen de maravilla para aligerar el tiempo de sesión que requería el original y creemos que será útil para aquellos que quieran jugar más rápido y ligero, disfrutando de la historia y no tanto de los combates o la exploración. Evidentemente, si no nos gusta, pues bastará con no tocar la configuración original y seguiremos disfrutando del Soul Hackers de siempre. Otras novedades incluyen un tema principal nuevo, una intro bastante interesante, y la inclusión de una mazmorra extra que nos permite enfrentarnos a una criatura clásica de otros Shin Megami Tensei.
Técnica y artísticamente anticuado
Es innegable que Soul Hackers tiene un estilo especial y resulta atractivo en el diseño de sus personajes, con ese toque futurista y moderno de gran ciudad tecnológica, y no hay que olvidar que hay más de trescientos demonios cada uno con un diseño gráfico propio, y algunos son realmente fantásticos. Por desgracia en el conjunto nos encontramos con un producto al que se le nota que han pasado muchos años. Para empezar, hay que recordar que la adaptación no ha tratado de cambiar ni mejorar los diseños originales, sino que lo respeta al máximo, con elementos tan decepcionantes hoy en día como puede ser que los escenarios se generan solo unos pasos adelante nuestro.
Este Pop-up constante claramente es intencionado, pero obtiene un resultado visual desagradable, lo que se añade al pobre trabajo en texturas que tiene el juego, no tanto en ambientaciones que hay muchas y muy variadas, si no en definición de los gráficos y sobre todo, falta de detalles. En los combates, las únicas animaciones son las de las armas, golpes y magias, sin que los monstruos enemigos se muevan, algo demasiado retro para quien esté acostumbrado a bonitas animaciones. Afortunadamente la narrativa, jugabilidad de recorrer el mapa para ir descubriendo todos sus secretos y la estrategia de los combates nos hace olvidar que estamos jugando a algo de la década de los 90, para acabar disfrutando.
Lo mismo pasa con todo el interfaz del juego, y es que aunque más o menos se entiende todo, la información que podemos obtener sobre todos los elementos podría ser mucho mejor, costando bastante acostumbrarse a todo lo que ofrece, aunque una vez le hemos dedicado unas cuantas horas lo normal es que acabemos dominándolo todo y dejándonos llevar por el resto de cosas buenas que tiene. Es una pena ver que Atlus no ha aprovechado la ocasión para hacerle un buen lavado de cara y ponerlo al día, ya que en comparación con otros de sus juegos, sobre todo el reciente Etrian Odissey IV, palidece en muchas cosas como juego, aunque eso no evita que siga siendo muy bueno y entretenido por méritos propios. Lo que sí podemos asegurar, es que la versión de 3DS resulta muy fiel al original, y creemos que claramente es la que mejor se ve.
En cuanto al sonido, se ha respetado la música original, que en resumen nos ha parecido muy buena, además esta versión añade voces para todos los diálogos de la historia principal, que amenizan todavía más. Otra cosa que vale la pena destacar, es la implementación de los gráficos en 3D, que a diferencia del Etrian Odissey IV, sí que resulta agradable y da una estupenda sensación de profundidad en los pasillos, aunque advertimos de que con algunos niveles de profundidad hay desperfectos en los gráficos planos de los enemigos.
Un gran juego de rol al que le echamos de menos una actualización
Terminamos nuestro análisis de Shin Megami Tensei: Devil Summoner: Soul Hackers creyendo firmemente en que es un gran juego pero que se ha quedado desfasado en bastantes cosas, y que además en ocasiones resulta un poco demasiado exigente para una portátil, en sus puzles. Desde 1997 hasta hoy, han sido muchos años de evolución en los videojuegos que nos han enseñado que una buena introducción al sistema (tutorial) o un interfaz claro y conciso ayuda mucho a que el juego llegue a más público sin que tenga que afectar al público objetivo. En este sentido Soul Hackers es un juego al que cuesta adaptarse y empezar a disfrutar, pero sí que es cierto que su diseño tan único y personal lo convierten en un gran clásico que todo jugón debería probar, más en esta versión que nos permite hackear el original para hacerlo más accesible y rápido.
El gran trabajo en su narrativa hace que los puntos débiles de su jugabilidad queden relegados por momentos, y el sistema de combate por turnos posee una gran capacidad de estrategia que nos obliga a planificar bien los ataques y mantener la plantilla actualizada, sobre todo si aumentamos la dificultad en las opciones. Además, el sistema de negociación con los demonios que es la seña de identidad de la serie, resulta muy especial y divertido por lo menos las primeras horas de juego, más teniendo en cuenta las posibilidades de fusión. En definitiva, un gran juego muy interesante por su historia y con una buena jugabilidad, pero que tiene muchas cosas por actualizar.