Análisis de Donkey Kong Country Returns 3D (Nintendo 3DS)
Los juegos de plataformas pasaron hace unos años una larga travesía por el desierto, dejaron de ser un género de moda y los títulos de acción y aventura les ganaron la partida. En la actual generación de consolas, la de los shooters en primera o tercera persona, los amantes de este tipo de juegos hemos tenido una tabla de salvación en la distribución digital, con excelentes títulos independientes que han demostrado lo que puede dar de sí el género, todavía con capacidad para sorprender, tanto en lo visual como en lo jugable.
Todo esto es aplicable al caso de PlayStation 3, Xbox 360 y PC, porque Nintendo, como en tantas otras cosas, siempre es diferente, y nunca ha dejado de surtir a sus consolas portátiles y de sobremesa de excelentes juegos de plataformas. Y para darse cuenta de esto no hay más que mirar el catálogo de Wii, con geniales propuestas como New Super Mario Bros., Kirby's Epic Yarn, Sonic Colours o dos obras maestras del género como Super Mario Galaxy 1 y 2. La guinda al pastel la vino a poner Donkey Kong Country Returns, una saga muy querida por los nintenderos que dio lo mejor de sí en sus tres entregas de Super Nintendo, y que gracias a los talentosos Retro Studios, creadores de la trilogía Metroid Prime, nos trajeron de vuelta al simpático primate con corbata más en forma que nunca.
Ahora, casi 3 años después, el sobresaliente juego de Wii llega a 3DS, en el momento más dulce de la última portátil de Nintendo, con un año repleto de juegazos. Los encargados de esta versión han sido Monster Games, un estudio de Minnesota en el que la compañía nipona ya ha confiado varios proyectos, como Excite Truck para Wii y Pilotwings Resort para 3DS. Con Donkey Kong Country Returns 3D han hecho un excelente trabajo, ya que teniendo en cuenta la diferencia de potencia entre el hardware de Wii y 3DS, lo han adaptado de la mejor manera posible, manteniendo el gran aspecto visual que lucía en sobremesa, y lo que es más importante, sin que ninguna deficiencia técnica lastre el genial apartado jugable que consiguió Retro Studios.
Para los que dejasteis pasar la oportunidad de disfrutarlo en Wii, deciros que estamos ante un plataformas en dos dimensiones de la vieja escuela, tanto por su planteamiento, con varios mundos con diferentes niveles, un clásico sistema de vidas, jefes finales, y todo lo que se podría esperar de un Donkey Kong Country de Super Nintendo, como por su dificultad, sensiblemente superior a lo que nos han acostumbrado –o mejor dicho, malacostumbrado- en los últimos años. Lo recordábamos difícil, pero dos años y medio después, con la mayoría de juegos cada vez más fáciles, nos parece todavía más difícil.
Esto explica una de las mayores novedades de esta entrega, el Modo nuevo, pensado para jugadores principiantes. El original de Wii era un juego que por su aspecto y la aparente sencillez de su propuesta parecía muy recomendable para un público juvenil o infantil, pero su dificultad era muy elevada para un jugador novato o inexperto, por mucha Superguía que incluyera –una ayuda que aparecía cuando nos mataban muchas veces, y que superaba el nivel directamente, algo que se mantiene en esta versión-.
Pensando en este público, el nuevo modo pone las cosas relativamente más fáciles, al contar con un máximo de tres corazones de vida -los golpes que podemos recibir antes de morir- en vez de los dos originales, y otras ayudas en forma de objetos que podemos comprar en la tienda de Cranky Kong. Por ejemplo el globo verde, que evita que pierdas una vida si caes al vacío, apareciendo de nuevo automáticamente, o la poción parachoques, que nos protege del daño dos veces en la vagoneta minera y el barril cohete, vehículos en los que montamos en unas fases concretas muy divertidas pero también desafiantes. Parece un cambio muy ligero y no demasiado importante pasar de dos a tres corazones, pero se nota mucho que facilita las cosas.
Los más hardcore del lugar podéis estar tranquilos, el juego tal y como fue concebido en Wii por Retro Studios se mantiene en el llamado Modo original. La manera de gestionar ambas dificultades se ha hecho de la manera más apropiada, hay tres archivos de guardado, y al empezar partida en cada uno de ellos elegiremos la dificultad en la que deseamos jugar, no pudiéndola cambiar posteriormente. Por tanto podemos tener una ranura de guardado con el Modo nuevo, otra con el Modo original, y una tercera para lo que queramos. Por lo demás la aventura es totalmente igual en ambas dificultades, con el mismo número de niveles, idéntico diseño, y el contenido extra en forma de nuevas fases.
Una vez hayamos completado todo el contenido original de Wii desbloqueamos un mundo completamente nuevo, con 8 fases bastante desafiantes, a tono con el complicado tramo final. Una plataformas largo, difícil y con cantidad de cosas por hacer, ofrece una gran cantidad de horas de diversión. A sus más de 70 niveles, que no son pocos, añádele lo difícil que resulta encontrar las cuatro letras de la palabra KONG, las piezas de puzle, muchas veces malvadamente escondidas, lo que te hará patearte cada rincón de los escenarios e intentar cosas imposibles, y además luego, para los más valientes, intentar superar las fases lo más rápidamente en el modo a contrarreloj. Por si fuera poco también lo podemos jugar junto a un amigo en cooperativo local, eso sí, cada uno con su propia copia del programa. Un plataformas al que estar enganchado durante semanas, muy difícil de superar al 100%.
Una de las novedades de esta versión no promocionada por Nintendo, y que no es baladí, es la diferencia que supone de pasar de jugarlo con el Wiimote de Wii a la configuración de botones totalmente tradicional de 3DS, ya que no se usa en la jugabilidad la pantalla táctil o los giroscopios. Esto se debe a que la importante acción de rodar, que en Wii teníamos que realizar agitando el mando, ahora se hace pulsando un botón, lo que es mucho más cómodo y fiable. Este movimiento se usa muy habitualmente, ya que nos permite dar saltos más largos y golpear el suelo para activar ciertos mecanismos o dejar groguis a los enemigos, y en Wii nos jugó alguna que otra mala pasada, algo que ya no ocurre en esta versión de 3DS.
El apartado técnico evidentemente no luce tan bien como en Wii, pero sí lo suficientemente bien para que la jugabilidad no se vea perjudicada. No va a los finos 60 fotogramas por segundo de la versión de sobremesa, y hay momentos muy puntuales en los que la tasa de imágenes titubea, pero nunca de manera constante y molesta, se mueve en casi todo momento muy estable y fluido. Sí que hay una buena ración de dientes de sierra, algo habitual en 3DS, y sobre todo mucho más evidente en la enorme pantalla de 3DS XL, y el efecto 3D no es tan bueno como esperábamos.
El trabajo original con diferentes planos de profundidad en los escenarios daba mucho juego para hacer un gran uso del 3D, pero la imagen se desdobla con una facilidad pasmosa, por lo que al final terminas por desactivarlo, algo que ocurre más o menos en determinados juegos, y que no sabemos muy bien a qué se debe. Como curiosidad comentar que en ciertos momentos bastante puntuales, en los que la cámara se aleja mucho, veremos a nuestro personaje demasiado pequeño, microscópico en el primer modelo de 3DS, sin ir más lejos en la primera fase pasa esto. Por suerte no es algo habitual, pero sí se tendría que haber tenido en cuenta, y haber acercado un poco la cámara en estas situaciones.
En cualquier caso estamos ante un juego muy bonito, tanto en lo visual como en lo sonoro, gracias a un cuidado diseño artístico, con algunas ideas sorprendentes, y una simpática y nostálgica banda sonora, que recupera con mucho acierto algunos de los temas más míticos de las entregas de Super Nintendo.
Otro genial plataformas para 3DS
Nos encanta Donkey Kong Country Returns, tanto o más como cuando lo jugamos en Wii en las navidades de 2010, pero hubiéramos preferido una nueva entrega totalmente original o mayores novedades que justificaran hacerse con esta versión. Evidentemente si te gustan los plataformas y no lo jugaste, corre a por él, es una gran adaptación y el formato portátil le sienta como anillo al dedo, pero no incluye razones de peso como para volver a comprarlo, solamente 8 fases nuevas. Si quieres recordar lo bueno que era, o hacerte el complicado 100% que se te escapó en su momento, adelante, es una excelente adaptación, y otro juego que viene a engordar el cada vez más variado y excelso catálogo de Nintendo 3DS.