La batalla por liderar el desarrollo de la inteligencia artificial ha entrado en una nueva fase. Las grandes tecnológicas de Silicon Valley compiten sin tregua por atraer a los mejores investigadores, y no escatiman en recursos. El último movimiento lo ha protagonizado la Meta de Mark Zuckerberg, que ha contratado a uno de los expertos más destacados del sector: Ruoming Pang, hasta ahora uno de los máximos responsables de IA en Apple.
El fichaje millonario de Mark Zuckerberg: contrata a un investigador de IA con un salario de 170 millones de euros
Según Bloomberg, Pang se incorpora a Meta con un paquete salarial que supera los 200 millones de dólares (unos 170 millones de euros). Una cifra extraordinaria, incluso dentro de la élite tecnológica, y comparable con la remuneración de los directivos de los mayores bancos del mundo. No todo el dinero es inmediato: gran parte está vinculado a objetivos de rendimiento y a su permanencia durante varios años en la compañía.
Ruoming Pang, nacido en China -país en el que Meta está buscando talento- y con formación en las universidades de Shanghai Jiao Tong, el Sur de California y Princeton, trabajó durante 15 años en Google antes de pasar a Apple en 2021. En la empresa de Cupertino dirigía un equipo centrado en modelos de inteligencia artificial, pero la compañía no ha intentado igualar la astronómica oferta de Meta para retenerlo.
Pang formará parte del nuevo y discreto departamento de Meta llamado Superintelligence Labs, una división que agrupa los esfuerzos más ambiciosos de la empresa en IA avanzada. El laboratorio, con sede en California, está enfocado en desarrollar sistemas que puedan igualar o superar las capacidades cognitivas humanas. Entre sus filas ya figuran antiguos ingenieros de OpenAI, incluyendo a Shuchao Bi, cocreador de YouTube Shorts, así como figuras relevantes como el exCEO de GitHub, Nat Friedman.
El objetivo de Meta es claro: atraer a los líderes del sector con sueldos fuera de escala para tomar ventaja en la carrera por la próxima generación de inteligencia artificial. Esta estrategia, impulsada directamente por Mark Zuckerberg y que no ha gustado nada a Sam Altman, se complementa con el despliegue progresivo de funciones de IA en los productos de la compañía. Ya es posible interactuar con el asistente Meta AI en WhatsApp, Instagram, Messenger y Facebook.
La creación de Meta Superintelligence Labs responde a la necesidad de competir con gigantes como OpenAI, Google y Anthropic, esta última especializada en seguridad en inteligencia artificial. Zuckerberg apuesta por un futuro en el que la IA no solo sea capaz de mantener conversaciones, sino de ejecutar tareas complejas sin errores humanos.
En paralelo, la compañía sigue lanzando nuevas funciones como el botón Meta AI, que permite iniciar conversaciones instantáneas con el asistente desde cualquier app del ecosistema. La guerra por el dominio de la inteligencia artificial no ha hecho más que comenzar, y Meta está dispuesta a jugar fuerte.
