Se trata de la gran guerra de nuestros días. Desde hace semanas, en Silicon Valley se libra una batalla mucho menos vistosa, pero con implicaciones mucho más profundas. Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha puesto en marcha un ambicioso plan para conquistar la próxima frontera tecnológica: la superinteligencia artificial y cambiar el mercado a golpe de talonario.
El movimiento más reciente de Mark Zuckerberg ha sido fichar a uno de los nombres clave del sector: Pang, antiguo ejecutivo de Alphabet y hasta ahora pieza relevante en el equipo de IA de Apple. Su salida no parece haber estado motivada por problemas de rendimiento, sino más bien por la cuantía del cheque: Meta le ha ofrecido decenas de millones de dólares anuales para incorporarse a sus filas. Un patrón que empieza a ser habitual.
Mark Zuckerberg y Meta quieren liderar la era de la superinteligencia: contrata a ejecutivos clave y tensa la cuerda con sus rivales
Zuckerberg sigue una estrategia muy clara: rodearse de mentes brillantes. Al fichaje de Pang se suman otros nombres de peso como Alexandr Wang (fundador de Scale AI), Nat Friedman (exCEO de GitHub) y Daniel Gross (exApple, cofundador de Safe Superintelligence). Todos ellos se integrarán en Meta Superintelligence Labs, el nuevo núcleo duro con el que la compañía aspira a desarrollar modelos de IA más potentes y autónomos que nunca, incluyendo el ya conocido LLaMA, su alternativa de código abierto.
El plan es claro: atraer talento, concentrar recursos y reorganizar estructuras. De hecho, Meta ya ha movido ficha a nivel interno, recortando un 5% de su plantilla a principios de año y redirigiendo buena parte de su presupuesto hacia su gran apuesta en IA. Según Sam Altman, CEO de OpenAI, Meta está ofreciendo hasta 100 millones de dólares en bonus de contratación para atraer a ingenieros punteros del sector. El fichaje de Jiahui Yu, genio de la IA, ha roto literalmente el mercado.
Y por si fuera poco, ha adquirido el 49% de Scale AI por 13.000 millones de euros, asegurándose el control parcial de una de las firmas más importantes en la gestión de datasets para entrenar modelos. Una jugada que no ha sentado bien entre sus rivales. Microsoft, Alphabet y la propia xAI de Elon Musk están considerando romper lazos con Scale AI, preocupados por una posible fuga de datos sensibles hacia el entorno de Meta. El tablero se mueve, y Meta quiere liderar la próxima gran carrera tecnológica.















