Hay parejas míticas en el cine que no se llevaban bien tras las cámaras o que se boicotearon durante tanto tiempo que convirtieron el rodaje en una auténtica guerra de egos. A veces, incluso los actores y actrices dudan de sus compañeros en la ficción y pueden llegar a poner trabas a su trabajo. Hugh Grant, según relata Fotogramas, tuvo serias dudas sobre el rol de Renée Zellweger en Bridget Jones, sobre todo cuando la escuchó hablar e imitar el acento inglés. El protagonista de Love Actually pensó que estaba al borde de participar en un fracaso sonoro. Y se equivocó.
De acento texano a británico en apenas unos días
Hugh Grant se llevó muy bien con Zellweger, y su participación en el film se acabó convirtiendo en una gran amistad que perdura a día de hoy y que se ha ido cimentando en las numerosas secuelas y participaciones cinematográficas que vinieron tras el film original.
Según ha confesado el actor, a través del documental especial de la BBC Being Bridget Jones, Hugh Grant lo pasó realmente mal cuando se enteró de que la protagonista iba a ser una actriz norteamericana con un marcado acento de Texas. De hecho, sus tumores se confirmaron el primer día de rodaje.
"Lo pasé mal, pero el cambio en ella fue sorprendente. Le dijeron que, bueno, lo rebajase un poco", comenta Grant sobre el toque de atención con respecto a camuflar el deje texano en el habla y la pronunciación. "Al poco tiempo lo volvió a intentar y parecía la Princesa Margarita pero tras haber sufrido un derrame cerebral. Pero solo una semana más tarde ya era perfecto", admite entre risas. Y no lo hizo tan mal, pues Renée Zellweger estuvo nominada al Oscar por su icónica interpretación. El éxito de la cinta fue tal que al poco tiempo se confirmó una secuela en 2004 y una tercera, sin Hugh Grant, en 2016.