La actriz surcoreana Kim Sae-ron, de 24 años, fue encontrada sin vida en su domicilio en Seongsu-dong, al este de Seúl, en la madrugada del domingo, según informó la Policía surcoreana a la agencia Yonhap y la agencia internacional Efe. Kim, conocida por su trabajo en producciones como Bloodhounds (2023), de Netflix, y The Neighbors (2012), fue descubierta por un amigo que tenía previsto reunirse con ella y que, al no recibir respuesta, acudió a su vivienda. Tras encontrarla inconsciente, alertó a las autoridades, que llegaron al lugar aproximadamente a las 4:55 hora local (7:55 GMT).
Tragedia en el cine surcoreano: fallece Kim Sae-ron, estrella de Netflix, a los 24 años
Las primeras pesquisas no han encontrado signos de violencia o indicios de un crimen, aunque la Policía ha confirmado que continúa investigando las circunstancias exactas de su fallecimiento. Kim Sae-ron inició su carrera en la industria del entretenimiento a una edad temprana, logrando reconocimiento internacional con su papel en El hombre sin pasado (2010), película en la que actuó junto a Won Bin y que consolidó su estatus como una de las promesas del cine surcoreano. Su talento le permitió participar en diversos proyectos cinematográficos y televisivos, ganándose el respeto del público y la crítica.
Pero en mayo de 2022, su imagen pública se vio empañada tras un incidente de conducción bajo los efectos del alcohol. La actriz estrelló su automóvil contra una barandilla y un transformador eléctrico en el barrio de Gangnam, lo que provocó cortes de luz en la zona. Tras ser detenida y someterse a pruebas de alcoholemia, las autoridades confirmaron que superaba ampliamente el límite permitido. Kim se disculpó públicamente y fue sentenciada a pagar una multa de 20 millones de wones (aproximadamente 13.850 dólares), lo que dañó seriamente su carrera.
En abril de 2023, intentó regresar a los escenarios con una obra de teatro, pero la presión mediática y las críticas derivadas de su escándalo provocaron que abandonara el proyecto, citando problemas de salud. El fallecimiento de Kim Sae-ron ha reavivado el debate sobre la extrema presión que enfrentan los artistas en la industria del entretenimiento surcoreana. Actores, cantantes e influencers están sometidos a un intenso escrutinio público y a una cultura de la cancelación implacable, que ha llevado a numerosos casos de depresión y tragedias en el sector. La exigencia de mantener una imagen impecable y el peso de la opinión pública han sido factores determinantes en crisis personales de numerosas figuras del espectáculo.
En los últimos años, el país ha sido testigo de varias muertes prematuras de celebridades, incluyendo a estrellas del K-pop como Sulli (2019) y Goo Hara (2019), lo que ha llevado a un creciente debate sobre la salud mental y el impacto de la presión mediática en el entretenimiento surcoreano. Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer las circunstancias exactas de la muerte de Kim Sae-ron. Mientras tanto, sus seguidores y colegas han expresado su conmoción y luto por la pérdida de una actriz cuya carrera quedó truncada demasiado pronto.
