Cobra Kai y su temporada final llegó a Netflix hace unos días, arrancando lo que es la conclusión de uno de los grandes éxitos del catálogo. Lo hizo con trampa, ya que la sexta temporada se ha dividido en tres tandas de cinco episodios cada una, una estrategia clásica en Netflix pero muy arriesgada, ya que se corre el riesgo de desviar la atención durante meses. Aunque en el pasado ha funcionado, el público no ha respondido como se esperaba y la serie ha experimentado una notable caída en audiencias. Ha sido un fracaso en comparación a lo que se esperaba.
'Cobra Kai' fracasa en su final en Netflix: la plataforma comete un error en su estrategia de estreno y enfada a los fans
Netflix cerró el final de Cobra Kai en tres partes, pensando en spinoff y secuelas, imaginándose un futuro de éxito con una de sus series más importantes. Pero la realidad ha sido bien distinta. El estreno de los primeros episodios de la última temporada se ha dado de bruces con un muro. Para poner esto en perspectiva, la Parte 1 de la temporada final de Cobra Kai comenzó con 14,6 millones de reproducciones totales en cuatro días. Aunque esto le permitió ser la serie más vista de Netflix durante la semana del 15 al 21 de julio, indicando un aparente éxito, el contexto revela una situación más compleja.
Históricamente, Netflix no siempre ha compartido datos de audiencia de sus series, pero disponemos de información sobre las temporadas 4 y 5 de Cobra Kai. La cuarta temporada debutó con 21,4 millones de reproducciones totales en tres días, mientras que la quinta bajó a 17,1 millones en el mismo período.
Comparando estos datos, el arranque de la sexta temporada con cifras más bajas y en un lapso mayor no es una buena señal. Es crucial entender que en estas métricas el número de episodios es irrelevante; se estima el número total de espectadores que han visto todos los capítulos disponibles.
Y eso nos arroja una posibilidad: es probable que los seguidores de Cobra Kai prefieran esperar a que estén disponibles las tres partes para verla de una sola vez, a pesar de que los creadores hayan asegurado que cada parte está diseñada para ser disfrutada individualmente. En el panorama actual de las plataformas de streaming, competitivo y cada vez más complejo, la división de estrenos es una estrategia que busca mantener el interés de la audiencia a lo largo del tiempo. Esta dinámica de consumo, que regresará con Emily in Paris en Netflix, influye en las cifras de audiencia y la percepción del éxito de una serie.
Netflix sigue abonada a experimentar con nuevas formas de lanzamiento en sus productos, a pesar de los riesgos asociados a estos cambios que no siempre gustan ni cuajan entre los espectadores.