El teletrabajo se está abriendo camino a pasos agigantados en todo el mundo. En España hasta un 90% de los trabajadores lo prefieren por encima de la asistencia total a la oficina y no es de extrañar, porque hay estudios que demuestran que, tanto el trabajo a distancia completo como el trabajo híbrido, ofrecen claras ventajas. Sin embargo, este modelo laboral también plantea algunos factores a tener en cuenta, como el del posible aislamiento social, un detalle del que ha recabado información recientemente la Universitat de València (UV), como recogen desde Europa Press.
Trabajar desde casa puede aumentar el aislamiento social, pero aún sigue siendo más efectivo que el trabajo presencial
La investigación publicada en la revista 'Journal of Business and Psychology' en la que participa Vicente González Romá, catedrático del Departamento de Psicología Social de la UV, ha concluido después de estudiar durante ocho días consecutivos las respuestas de más de 200 empleados italianos que el modelo de trabajo híbrido, es decir el trabajo presencial compaginado con el teletrabajo desde el hogar, influye positivamente sobre el rendimiento laboral en general y la concentración durante la jornada, pero puede provocar también aislamiento social.
"Los resultados muestran que la relación entre teletrabajo y rendimiento laboral es compleja, aunque la influencia neta del primero sobre el segundo es positiva", afirma González Romá. Hasta ahora, otros estudios también habían observado la relación entre trabajo a distancia y rendimiento, identificando claros síntomas de mejora en el rendimiento del trabajador cuando realiza sus tareas desde casa, y también aumentando su concentración.
No obstante, el estudio de la UV llevado a cabo a través de encuestas en línea con trabajadores de distintas ocupaciones y responsabilidades (ingenieros, educadores, administradores) que trabajan uno o dos días a la semana desde casa, también ha percibido signos de que los días en los que precisamente se trabaja desde casa se produce cierto aislamiento social que afecta negativamente a la motivación laboral y, por consiguiente, al rendimiento.
Los investigadores opinan que "para evitar la influencia negativa de la sensación de aislamiento social, las organizaciones que estimulan el teletrabajo deberían implementar prácticas tales como programar reuniones informales en línea que permitan mantener y desarrollar las relaciones sociales".
Igualmente, en el otro lado de la balanza, para fomentar un mejor rendimiento los días en que se trabaja presencialmente, la gerencia de las empresas puede valerse de herramientas como rediseñar el espacio de la oficina, modelar el comportamiento de los equipos para evitar las interrupciones habituales, o crear un entorno de trabajo más silencioso en favor de propiciar una mejor concentración durante las actividades laborales.
Evidentemente, todavía queda margen de mejora para el teletrabajo, pero mientras cada vez más empresas se abren a este modelo y se comparten nuevos trucos para habituarse a trabajar desde casa y dividir la vida personal de la profesional, no está de más seguir estudiando las opiniones de los empleados como en el estudio referenciado.