Los huevos son un alimento esencial y muy típico en los hogares de España, básico para hacer nuestra querida tortilla de patatas. Sin embargo, a veces suele haber un poco de confusión al comprarlos, por docenas o medias de ellas, debido a que existen huevos de varios colores. A pesar de que se suele creer que puede haber diferencias nutritivas entre esos tipos y categorías, por la diferencia de precio que existe entre los marrones y los blancos, por ejemplo, lo cierto es que no tiene nada que ver con eso, sino con la raza de la gallina y su alimentación.
¿Por qué hay huevos de varios colores y qué diferencia hay entre ellos?
Los huevos marrones, de forma general, suelen ser más caros que los blancos, pero los dos alimentan del mismo modo. El motivo por el que los más oscuros encarecen el precio de nuestro carro de la compra es por la alimentación de la gallina. Cuanto mejor y más come la gallina en cuestión, más caro será el precio del huevo y más oscura será su cáscara.
Los huevos marrones suelen salir de las gallinas de plumaje más oscuro y de raza más grande, las cuales requieren de más alimentos para mantenerse y por tanto salen más caras, de ahí que el precio aumente con respecto a los huevos blancos, tal y como explicó Sharman Hickman, director de divulgación y educación de la comunidad Hickman's Family Farms. De hecho, todos los huevos empiezan siendo blancos originalmente, y paulatinamente van aumentando su pigmentación dependiendo del tipo de ave. Además, el tipo de alimentación también puede influir.
El precio entre ambos huevos no varía demasiado, pero euro a euro y poco a poco se puede ir reduciendo el coste de la compra mensual o semanal. Como dato adicional, señalar que hay gallinas que hasta pueden poner huevos azules e incluso verdes, como el caso de las que habitan en Chile y Ecuador, como indican en AS. Eso sucede debido a una mutación genética que llevó a dichas aves a acumular el pigmento de la biliverdina. En este caso en particular, el cambio de color no está sujeto a la alimentación ni nada por el estilo y, por supuesto, tampoco con su composición nutricional, ni tampoco afecta a su sabor o calidad.
