Científicos chinos han desarrollado un revolucionario robot controlado por un cerebro artificial cultivado en laboratorio, que utiliza células madre humanas para crear organoides cerebrales. Este avance, denominado MetaBOC (Brain-On-Chip), combina la biología y la robótica al integrar células cerebrales vivas con un chip de interfaz neuronal. El sistema no solo permite al robot realizar tareas básicas como evitar obstáculos y agarrar objetos, sino que también promete un tipo de computación similar a la del cerebro humano, pero con mayor eficiencia energética que las tecnologías actuales.
Inteligencia híbrida humano-robot
Estos organoides se conectan a un chip de electrodos que codifica y decodifica señales eléctricas, permitiendo que el robot responda a estímulos externos. Los investigadores chinos, en declaraciones al diario estatal Science and Technology Daily recogidas por el South China Morning Post, han destacado que esta tecnología podría conducir al desarrollo de una inteligencia híbrida humano-robot. En experimentos con ratones, los injertos de organoides tratados con ultrasonidos de baja intensidad demostraron una mejor integración y diferenciación en neuronas, lo que sugiere un potencial para restaurar funciones cerebrales dañadas. Estas innovaciones no solo abren nuevas posibilidades en el ámbito de la bio-robótica, sino que también podrían revolucionar el tratamiento de trastornos neurológicos y lesiones cerebrales.
A pesar de estos avances prometedores, la investigación sobre MetaBOC se encuentra en una fase inicial y enfrenta varios desafíos. Los científicos señalan problemas como la baja madurez de los organoides y el suministro insuficiente de nutrientes como obstáculos que deben superarse antes de que esta tecnología pueda ser aplicada a gran escala. No obstante, el potencial de utilizar organoides cerebrales para reemplazar neuronas dañadas y reconstruir circuitos neuronales ofrece una perspectiva optimista para el futuro de la medicina y la robótica.
This year's "worst scientific image" award goes to Tianjin University, and it's only July. They developed and demonstrated a method using living brain cells wired into organoid-on-a-chip biocomputers that can learn to drive robots.
How did they visualize it?
With a toy robot. pic.twitter.com/qotsB7IgS0
— Berci Meskó, MD, PhD (@Berci) July 3, 2024
Problemas éticos
El desarrollo de MetaBOC también plantea importantes cuestiones éticas. La idea de utilizar cerebros vivos para controlar máquinas suscita interrogantes sobre la conciencia y la responsabilidad de las acciones de estos robots. ¿Quién sería responsable de las decisiones y acciones de un robot controlado por un cerebro biológico? Este avance tecnológico nos invita a reflexionar sobre la necesidad de marcos legales y éticos que guíen el uso responsable de estas innovaciones, asegurando que se utilicen en beneficio de la humanidad y no con fines dañinos.