Dune, la saga de novelas de Frank Herbert, levanta pasiones. Basándose en el universo de ciencia ficción y space opera lleno de detalles, habíamos tenido adaptaciones cinematográficas previas, tanto en cine y en televisión, pero ninguna tan importante como la firmada por Denis Villeneuve. Dune: Parte dos ha llegado a los cines de todo el mundo con gran éxito, convirtiéndose en una de las cintas de mayor peso en la cartelera y levantando pasiones por su estilo visual y realización. Pero, ¿qué sucede con la historia? Bien, el guion de Jon Spaihts y el propio Villeneuve traslada con acierto la mayoría de las historias y tramas de la primera novela de Herbert -incluso con pinceladas de El mesías de Dune-, pero hay asuntos muy controvertidos. Y sí, nos referimos a Alia Atreides. Ahora es el propio Spaihts el que revela por qué se han cambiado ciertas cosas del libro y el motivo de algunos de los cambios.
Ajustando el tono y el peso de Dune: parte dos: su guionista principal explica cuáles son los cambios de la historia y sus motivos
Alia es la hermana menor de Paul Atreides (Timothée Chalamet), quien nació entre los fremen después de que la comunidad ya había aceptado al propio heredero de la Casa Atreides y a Lady Jessica (Rebecca Ferguson). Debido a que Lady Jessica bebió el Agua de la Vida mientras estaba embarazada, Alia nace con todos los recuerdos de sus ancestros, emergiendo del útero ya hablando y completamente consciente. Sí, es parte fundamental de cara al futuro de la saga y de hecho, en la novela original, es Alia quien mata al Barón Harkonnen, y no Paul, dándole el apodo de "Santa Alia del Cuchillo". En la novela de Herbert esto sucede porque sucede un salto temporal de unos dos años, algo que que se ha querido obviar en la película.
Villeneuve ignora este salto y en su lugar condensa su historia en un período de ocho meses que suceden directamente después de la Parte Uno. Pero Jon Spaihts, quien coescribió ambas películas de Dune con Villeneuve, dijo que sí es cierto que consideraron terminar la Parte Uno con el salto temporal antes de tomar la decisión contraria.
"Sabíamos que este tema era polémica, y fue una de las cosas que tuvimos que resolver al escribir Dune: Parte Uno", ha explicado Spaihts a Inverse. "Y una posibilidad era que el salto temporal fuera justo descanso, y la primera película llevaría a Paul y Jessica hasta convertirse en miembros de la tribu y Jessica convertirse en una Madre Reverenda, y luego saltaríamos años hacia adelante para la segunda parte", indicaba.
Pero no tenía sentido. Villeneuve y Spaihts finalmente se dieron cuenta de que habría hecho que la Parte Uno estuviera demasiado recargada al enclaustrar "un acto adicional e incómodo al final de la película". Así que la primera producción de Warner y Legendary termina en cambio con la caída de la Casa Atreides, el ataque de los Harkonnen y la aceptación, cautelosa y recelosa, de Paul y Jessica por parte de los fremen. Para evitar confundir a la audiencia al comenzar la Parte Dos con un salto temporal de dos años, esto significaba que la secuela tendría que prescindir del salto por completo. Y eso cambiaría el destino de Alia en la gran pantalla.
La decisión de omitir a Alia tiene sentido en Dune y su guionista lo argumenta
Pese a que ha sido un éxito de taquilla, y parece que Warner y Legendary podrían darle luz verde al director de cara a una Dune: Parte tres, hay un aspecto polémico que ha llevado a los lectores a preguntarse por qué Alia no entraba en la ecuación de personajes de esta colosal película de ciencia ficción. "Estábamos un poco preocupados por esa niña parlante, la veíamos como una distracción en medio de la película", dijo Spaihts. "Eso es algo difícil de ejecutar en una película", indica. No obstante, Alia sí aparece, pero en dos formas diferentes: como un feto no nacido (que aún habla psíquicamente con su madre) y como adulta, interpretada por Anya Taylor-Joy, en las visiones de Paul.
"Permitir un lapso de tiempo tan largo inevitablemente enfriaría las pasiones de la Parte Uno", dice Spaihts. "Si la muerte del Duque Leto hubiera sido hace años y años, entonces disminuiría el trauma persistente que todos los personajes estaban sintiendo. Queríamos que el calor de su pasión fuera intenso y sus heridas estuvieran aún latentes", argumenta. De ahí el cronograma condensado de la película, algo que otorgó más presencia a Jessica, con más tiempo en pantalla. "Este cambio dejó a Jessica hablando con una especie de fantasma dentro de ella y caminando por el mundo fremen en una aparente locura, hablando con alguien que no estaba allí. Y nos encantó el drama de eso", prosigue. Pero hay otro problema: ¿qué hay de Leto Atreides, el hijo de Paul y Chani?
Spaihts señala que los lectores nunca conocen realmente a Leto; se menciona cuando Paul se entera de que ha sido asesinado pero fuera de foco. "Él siente pena por eso, pero tiene poco tiempo para ese dolor porque está en medio de una guerra", argumenta Spaihts. "Así que la llegada y partida de ese bebé apenas agita las aguas de la novela en sí, y realmente habría sido una distracción en la película", prosigue. Por eso, tanto él como el director eligieron centrar el núcleo emocional de la película en torno al romance de Paul y Chani, y cómo conduce a una resolución trágica. "La historia de un amor joven cruzado con una tremenda colisión política y filosófica entre los dos y entre las presiones que el mundo pone sobre esos dos jóvenes amantes... Creo que es lo más importante en esta historia. En muchos sentidos, nuestras elecciones y adaptación se trataron de simplificar la historia para permitir que esa relación se desarrolle como el río que atraviesa todo", concluía. Y no le falta razón: Zendaya es el arma secreta del director como él mismo confesó hace unos días.