Dune: Parte dos es un auténtico éxito de taquilla para Warner. El filme, que ha recaudado más de 200 millones de dólares en sus primeros días en las salas de cine de todo el mundo, culmina el viaje cinematográfico iniciado por Denis Villeneuve con Dune: Parte uno y continúa con la historia de Paul Atreides en Arrakis, adaptando el complejo universo de ciencia ficción de Frank Herbert. Considerada una adaptación imposible, sobre todo tras sus anteriores intentos fallidos en cine y televisión, el realizador canadiense se guarda un as bajo la manga. O varios. El primero de ellos es Zendaya y su personaje, Chani. El otro as en la manga es Anya Taylor-Joy, que tiene un papel secreto en esta segunda parte del díptico y que es vital para la saga Dune y la esperada Dune: Parte tres que adapte El mesías de Dune y sirva como epílogo a la historia del Lisan Al Gaib en el desierto. ¿Por qué es tan importante Anya Taylor-Joy y su rol como Alia para el futuro de la saga Dune en el cine?
Anya Taylor-Joy será clave en la futura Dune: Parte tres: Alia es vital para los eventos que están por venir en la saga de ciencia ficción de Warner
Sí, en el universo expansivo y desértico de Dune, cada personaje y cada visión aporta una capa más profunda a la intrincada trama de intrigas políticas, poderes sobrenaturales y luchas por el control del preciado recurso conocido como la "melange". Herbert, en su saga de libros, construyó un complejo entramado de Grandes Casas, fanáticos religiosos, profecías y consecuencias. En esta segunda parte, Anya Taylor-Joy, hace una aparición como Alia, hermana de Paul Atreides, y cuya breve pero intrigante aparición podría marcar el camino hacia un papel más destacado en futuras entregas si Warner Bros. decide seguir adelante con una tercera parte.
Las visiones proféticas de Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet) le revelan en esta segunda parte un futuro sombrío si sigue adelante con su plan de unir a los Fremen para liberar Arrakis. Se vislumbra una guerra santa extremista que podría desencadenar una carnicería galáctica y poner en peligro a miles de millones de vidas en el Imperio. Mientras tanto, su madre, Lady Jessica (encarnada por Rebecca Ferguson), utiliza sus propias habilidades sobrenaturales para comunicarse con su hija nonata aún en el vientre, Alia, cuya futura presencia se intuye en las visiones de Paul, y que ha alcanzado un poder imposible de cuantificar cuando ingiere el Agua de Vida. La película se toma sus libertades para estos hechos, pero lo cierto es que el director, con cierta inteligencia, se tira un triple y encesta de cara al futuro de la saga cinematográfica.
El breve vistazo a este personaje de Taylor-Joy se materializa cuando Paul cae en un estado de coma tras ingerir el líquido del gusano de arena, la bilis conocida como El Agua de Vida, un elixir que nos conduce como espectadores a una visión en la que Alia Atreides, la hermana del heredero de los Atreides, camina por los desiertos de Arrakis y luego se encuentra frente a un mar, un tempestuoso océano en un mundo conocido por sus vastas extensiones de arena. Esta premonición o futuro posible, conecta con la transformación futura de Arrakis, tal y como se describe en los libros, donde el planeta se convierte en un lugar más habitable, con selvas y océanos, bajo el gobierno de los Atreides. Es decir, estamos ante una visión que podría ser un presagio de lo que está por venir. Pero hay más. Anya-Taylor Joy es clave en el futuro de la saga, y lo ha remarcado Villeneuve en numerosas entrevistas.
"La amo. Me encantaría hacer El mesías de Dune solo para trabajar más con ella y Florence. Esas actrices son muy inspiradoras. Me dan escalofríos y ganas de hacer otra película", indicó en la premiere de la cinta. El interés de Villeneuve en actrices como Florence Pugh y Anya Taylor-Joy sugiere posibles planes para futuras entregas, con la actriz de Gambito de dama asumiendo un papel más prominente, sobre todo si sabemos que la adaptación de El mesías de Dune será el eje de la futura entrega que llegue a los cines -sumándole temas centrales de Hijos de Dune, como admitió el cineasta responsable de La llegada-. En El mesías de Dune, Paul enfrenta las consecuencias de su guerra santa, queda ciego y su hermana Alia emerge como una figura central, asumiendo el papel de Emperatriz y desencadenando una serie de eventos que la convierten en una villana intrigante y compleja. Sí, como estáis leyendo.
Alia es clave para Dune: parte 3 pues será la nueva villana del universo y una advertencia de lo peligroso de las profecías
La idea de Villeneuve no es otra que la de fusionar el segundo y el tercer libro de Herbert en una nueva película, Dune: Parte tres, que recoja la trama de Hijos de Dune, haciendo énfasis en el legado de Alia mientras ella gobierna de manera despótica, se enfrenta a conspiraciones internas y se ve poseída por el espíritu del malvado barón Harkonnen. Además, cuando Paul desaparece, ciego y desvalido, y se interna en el desierto, mientras usa sus malas artes para gobernar la galaxia, cuida de los hijos de su hermano, Leto II y Ghanima, sin figuras paternas tras la muerte de Chani (interpretada Zendaya). Un dramón.
Alia, conocida como la Abominación, tiene todos los poderes de una Bene Gesserit y, al mismo tiempo, los de una figura mesiánica. Imbuida por un gran poder, inicia relación con un clon de Duncan Idaho (interpretado Jason Momoa), uno de los aspectos más polémicos de la saga, ya que la clonación y los bailacaras estarán más que presentes en muchas de las tramas. Sí, es un tanto extraño. Pero estos giros narrativos ofrecen un escenario muy interesante para la cinta, sobre todo para que Anya Taylor-Joy explore la profundidad y complejidad de su personaje, en caso de que Warner y Legendary digan que sí al proyecto. Veremos en qué queda todo.
