La arqueología casi siempre busca responder a cuestiones del pasado. Aunque a veces aparecen misterios en las estrellas, por norma general nos encontramos con nuevos descubrimientos sobre nuestro mundo. Pero lo último que esperaría uno encontrarse son anomalías del campo electromagnético en un ladrillo de hace 3.000 años.
Ladrillos de 3.000 años con información sobre el campo electromagnético de la Tierra
La revista Proceedings of the National Academy of Sciences, una revista centrada en descubrimientos científicos, ha publicado el estudio de unos ladrillos mesopotámicos de hace 3.000 años y que resultan tan interesantes como otros canadienses el doble de antiguos. El artículo revela cómo el llamado arqueomagnetismo permite analizar el efecto del campo magnético sobre minerales sensibles a sus cambios, y que dejaron su impronta en los objetos descubiertos.
De esta manera, explican, gracias a que cada ladrillo lleva la marca del rey gobernante cuando fue fabricado, es posible crear una especie de mapa temporal con cambios electromagnéticos. Con este estudio buscan demostrar la viabilidad de esta clase de análisis, con el objetivo de poder estudiar con precisión cómo esta capa electromagnética, que nos protege de fuerzas como el peligroso viento solar, ha ido cambiando a lo largo de distintas épocas.
Entre otro de sus objetivos directos está el analizar la llamada Anomalía Geomagnética Leantina de la Edad de Hierro, un período en el que saben que hubo una inusual actividad electromagnética, pero cuyas causas y consecuencias aún no están nada claras.