Microsoft tiene un problema gordo con su inteligencia artificial después de admitir que sus productos no sirven para lo que prometían. Según un documento interno que se filtró a Windows Central hace unos días, la empresa bajó muchísimo sus planes de venta de productos con IA después de ver que los clientes no los quieren. El jefe de tecnología reconoció en un mensaje confidencial que la calidad de sus herramientas de IA es bastante mala comparada con lo que hace Google, cuya tecnología funciona mucho mejor según las pruebas que han hecho los usuarios y empresas.
El problema resulta especialmente grave porque Microsoft se gastó más de 13.000 millones de dólares en OpenAI esperando ganar la batalla de la IA. Pero los productos que han sacado hasta ahora defraudan a las empresas y a la gente de a pie por igual. Copilot, el ayudante de IA que metieron en Windows y Office, da respuestas confusas y se equivoca en cosas básicas que fastidian a quien intenta usarlo para trabajar. Las empresas que pagaron suscripciones caras reportan que la herramienta falla constantemente y no vale lo que cuesta.
El documento interno también señala que Microsoft depende demasiado de los chips que fabrica NVIDIA, lo que ha disparado los gastos de su división de IA. Cada pregunta que procesa el sistema de Microsoft gasta una cantidad enorme de recursos informáticos carísimos, lo que hace imposible ofrecer buenos precios sin perder dinero. Mientras tanto, Google fabrica sus propios procesadores especiales que le cuestan menos y funcionan mejor.
Los empleados de Microsoft se enfadan tras admitir la empresa que sus productos de IA son malos
El recorte de objetivos de ventas causó muchas peleas internas entre los equipos que trabajaron años desarrollando estos productos. Los ingenieros y jefes de producto se cabrearon mucho en diversas reuniones cuando los directivos admitieron que la estrategia de IA falló completamente. Algunos trabajadores preguntaron por qué la empresa sigue dependiendo de tecnología de fuera como OpenAI en lugar de hacer sus propias soluciones que funcionen mejor. La compañía todavía no ha explicado cómo piensa arreglar esto.
El fracaso de los productos de inteligencia artificial de Microsoft marca un momento crítico para la empresa. Los expertos avisan que si los de Redmond no mejoran pronto la calidad de sus productos y reducen lo que se gasta, perderán -como Apple- la batalla de la IA para siempre frente a rivales que ofrecen unas experiencias más fiables a los usuarios y empresas de todo el mundo.
