El Sol, la estrella más cercana a la Tierra y centro de nuestro sistema planetario, sigue una serie de comportamientos cíclicos. Actualmente está en una fase de gran actividad y, después de la llamada "tormenta solar caníbal" de la primera semana de diciembre, hace un par de días el astro liberó una llamarada de categoría X2.8, que es la más potente que se mide con la escala.
Una llamarada solar capaz de causar auroras boreales y afectar a las comunicaciones
🔥☀ NASA detecta la llamarada solar más poderosa de los últimos años que se dirige a la Tierra
🔭🛰 Tan potente que ha deslumbrado nuestro mejor observatorio en el espacio
📡🌎Se espera su llegada el 17 de diciembre
— CosmoCiencia (@aa__cosmos) December 15, 2023
El pasado 14 de diciembre, según el NOAA, desde la región solar AR 3514, tuvo lugar la mayor llamarada solar desde el año 2017. Una llamarada solar no es otra cosa que un estallido de radiación fruto de cambios magnéticos en la superficie del Sol.
En este caso ha venido acompañada de una eyección de masa coronaria, una expulsión de plasma, todo observado por el SDO de la NASA, una nave espacial dedicada a la observación de las actividades solares.
A diferencia de lo que puede hacer un sol artificial, cuando tiene lugar algo así, hay efectos directos en la Tierra. Por ejemplo, se pueden ver auroras boreales o astrales (según el hemisferio sobre el que tengan efecto) o, como ha sucedido en este caso en buena parte de Sudamérica, provocar apagones y cortes de comunicaciones.
El NOAA ha decidido tener la región solar donde se ha producido bajo observación, dado el interés científico que tiene el detectar y reconocer una de estas regiones solares con una actividad tan potente.
Por supuesto, no hay que preocuparse de efectos apocalípticos incluso si la llamarada apuntara directamente a la Tierra. Gracias al propio campo electromagnético de nuestro planeta, gran parte de los efectos adversos que pudiera tener un acontecimiento como este no llegan a nuestra superficie.