Algunos móviles como el Realme GT3 son capaces de pasar de cero a 100 de carga en diez minutos, pero siempre y cuando estén conectados con un cargador la red eléctrica. Sin embargo, ahora un grupo de científicos ha diseñado una batería con el mismo poder, cuya fabricación es sencilla y barata.
El equipo de científicos chinos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, encargados de este avance, han documentado sus hallazgos en la prestigiosa revista Nature Energy, se centra en una batería de iones de litio de nueva generación capaz de alcanzar el 90% de carga en apenas 10 minutos, una mejora significativa que podría cambiar la dinámica de uso de dispositivos móviles en nuestro día a día.
Diseño basado en el grafito
El núcleo de esta tecnología radica en un diseño basado en grafito, un material que sobresale por su abundancia y bajo costo, especialmente cuando se compara con otros materiales conductores como el cobre o metales preciosos, que además está optimizado con una capa ultrafina de fósforo. Esta capa, al convertirse en interfaz sólida, exhibe una conductividad iónica sobresaliente. Esta característica es crucial para facilitar una carga ultrarrápida sin comprometer la integridad de la batería, abriendo así nuevas posibilidades en el diseño y la funcionalidad de los dispositivos portátiles.
La capacidad de esta batería no solo reside en su velocidad de carga, sino también en su durabilidad. Los resultados experimentales, tras más de 2.000 ciclos de carga, revelan que la batería mantiene un 82,9% de su capacidad cuando se carga durante 6 minutos. Esto no solo evidencia un rendimiento excepcional sino que también sugiere una vida útil prolongada, un aspecto crítico para los consumidores y el impacto ambiental.
Además, la metodología para crear esta batería promete ser tanto simple como económica, lo que implica que su producción en masa podría realizarse sin incurrir en costos exorbitantes. Es importante destacar que esta innovación representa un importante salto cualitativo en la tecnología de baterías, no solo por las ventajas inmediatas en términos de tiempo de carga, sino también por la promesa de una mayor sostenibilidad. La eficiencia mejorada y la vida útil prolongada son cruciales para reducir el desperdicio electrónico y fomentar prácticas de consumo más responsables.
