El Gobierno tiene claro que el nuevo segmento profesional de líneas difusas que hay que definir y acotar es el correspondiente al de los influencers. A partir del mes de julio, todos los creadores de contenido que tengan unos ingresos igual o superiores a 300.000 euros al año, un millón de seguidores en una plataforma o red social en concreto con intercambio de vídeos o dos millones de seguidores en el global de su actividad y que, además, publiquen al menos 24 vídeos en un año tendrán que estar dados de alta en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales.
El Gobierno de España quiere regular a los influencers y establece una serie de medidas para evitar la publicidad engañosa o dañina
El ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado dos meses de plazo para que los creadores de contenido se inscriban como usuarios de especial relevancia, otorgándoles la misma importancia a un canal de televisión, un portal de streaming o un medio de comunicación, teniendo que cumplir de forma obligatoria con la misma regulación que éstos canales en términos de publicidad y contenidos. Ha sido José Luis Escrivá, Ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, el que ha explicado los pormenores de una ley que puede, según él, ayudar a tamizar el contenido que llega a las audiencias.
Los ‘influencers’ con cierto volumen de ingresos, seguidores y actividad tendrán obligaciones en materia de protección de menores y publicidad como las de otros actores del mundo de la comunicación
Más protección para los usuarios, más seguridad jurídica para los creadores #CMin pic.twitter.com/X1jmBMI61u
— José Luis Escrivá (@joseluisescriva) April 30, 2024
"Son cada vez más importantes los creadores de contenidos audiovisuales en las redes y, por lo tanto, se hace necesario homologarles", explicaba, mientras hacía hincapié en lo importante que es la publicidad, que tendrá que etiquetarse de forma clara. Una publicidad que no podrá hacerse de productos como el alcohol, tabaco, medicamentos o anuncios que puedan generar un perjuicio psicológico o físico a menores.
Todas aquellas figuras profesionales que entren en esta nueva catalogación, se verán obligados a etiquetar los contenidos que suban a redes, especificando el rango de público y edad al que van dirigidos. Este nuevo código de conducta se tendrá que acordar con los reguladores en este ámbito y podrá variar.
Aprobado por El Consejo de Ministro el pasado martes en forma de Real Decreto, define por fin lo que es un influencer, una figura que había estado en una línea gris. Se ha decidido catalogarlos en base a sus ingresos, seguidores y el contenido que sube al año. Si no se acogen al nuevo marco regulado, los creadores afrontarán multas de entre 10.000 y 600.000 euros.