Alfred Molina, que regresó como Doctor Octopus en Spider-Man: No Way Home admite que las películas de Marvel, si bien son divertidas y entretenidas, fomentan la "desigualdad" en la industria en el ámbito económico. Pese a que existen claros síntomas de agotamiento, Marvel Studios domina la taquilla con sus producciones, cada vez más criticadas dentro de Hollywood por personalidades como Martin Scorsese y Quentin Tarantino. Molina no cree que haya que irse a los extremos, pero sí apunta al plano más económico y financiero.
Molina defiende la calidad de estas películas pero es consciente del problema financiero que genera Marvel con estos blockbusters
Molina, en declaraciones a The Independent, ha sido claro en lo referente a la calidad de estas películas. El villano de Spider-Man piensa que son buenas películas y entretienen, pero su existencia sí es cierto que genera una desigualdad creciente en el plano cinematográfico y pueden perjudicar a la industria en su conjunto.
"El problema que sí es preocupante es la distribución desigual de los fondos disponibles para hacer películas. ¿Realmente las películas tienen que costar ¿300 millones de dólares? ¿Es necesario gastar 150 millones de dólares en esas películas para conseguir llegar al público?", explicaba Molina, que no termina de ver los colosales presupuestos de estos taquillazos.
"Digan lo que digan los contables, se genera desigualdad con todo esto. Me gustaría ver que parte de ese dinero, destinado a la Primera División, acaba en las ligas inferiores. Para todo el bombo que nos gusta tener en esto del cine, en términos de igualdad y eso, lo cierto es que no se predica con el ejemplo", concluía Molina. Al actor no le falta razón. Marvel Studios destina cantidades ingentes para este tipo de películas, con presupuestos que van desde los 200 a los 360 millones de dólares en casos muy concretos y especiales como Vengadores: Endgame. Son gigantes fílmicos que necesitan rentabilidad rápida, y por eso las distribuidoras intentan que aparezcan en todas las salas disponibles durante las dos o tres primeras semanas.
La maquinaria que se ha creado alrededor de Marvel, con detractores y fieles defensores, es un negocio por sí solo, con millonarios contratos para algunas de sus estrellas, campañas de publicidad gigantescas y eventos que aumentan el alcance de cada uno de los estrenos de un universo cinematográfico que no deja de crecer entrega tras entrega. Queda por ver si la industria de Hollywood es capaz de sobrevivir una vez el embrujo del cómic pase a mejor vida, porque a día de hoy son muy pocas las sagas que pueden plantarle cara a personajes como Spider-Man o Black Panther.