La catedral de Toledo lleva varias semanas envuelta en una polémica a raíz del controvertido vídeo de C. Tangana y Nathy Peluso, grabado en su interior, y que recrea con una serie de bailes y coreografías la idea de un ateo que acaba creyendo de nuevo tras la aparición de lo que se considera, en un principio, un milagro. Tras las críticas, el deán del templo, que concedió permiso para la filmación, acabó dimitiendo. Ahora, la catedral ha realizado un acto de purificación y reparación de los pecados, pidiendo perdón a los fieles, según relata El Mundo.
Un acto que intenta pedir perdón por los pecados cometidos en la filmación
En la liturgia se ha pedido perdón de forma reiterada, en principio, por "las negligencias en el cuidado y respeto del templo". Además, con el acto se ha abierto la fase diocesana del Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma en 2023, inaugurando una serie de misas y eventos religiosos especiales de cara a una época importante para los feligreses. La celebración ha sido presidida por el arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro, contando incluso con una especie de acto penitencial que ha tenido lugar en el baptisterio de la catedral. En este acto, además, se ha intentado purificar las zonas en las que se han filmado las secuencias del videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso.
"Pedimos perdón por los pecados contra la unidad y la comunión en la Iglesia, por las críticas destructivas, intencionadas o inconscientes y superficiales", concluía el arzobispo Cerro. Curiosamente, todo el acto penitencial ha tenido lugar en el marco de la polémica que surgió la pasada semana por el videoclip Ateo, que acabó con la dimisión del antiguo deán de la catedral, Juan Miguel Ferrer. Al iniciarse la polémica cuando se distribuyó a través de YouTube -11 millones de visitas lleva el vídeo, y subiendo-, el Cabildo Primado justificó la decisión de dejarlos filmar en las habitaciones, salas y lugares comunes de la catedral.
En una carta firmada por Ferrer, se remarcó que se decidió a autorizar la grabación porque el guion y la letra de la canción "presenta la historia de una conversión mediante el amor humano". Aunque pidió disculpas por si ofendía o hería la sensibilidad de algunos creyentes, lo creyó correcto. Sin embargo, a las pocas horas, la opinión público obligó al religioso a dimitir antes de tiempo -tenía prevista su sustitución a finales de año-.
Cerro lamentó que se hubiera grabado en la catedral y pidió perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes. "Y a todos aquellos que se han sentido justamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado", concluía ante un gran número de fieles que acudieron a intentar restaurar la paz del lugar de culto tras el caos producido por los últimos días.
