Absolum es un sueño hecho realidad para los que crecieron jugando a los yo contra el barrio de los 90. A la vez, es la mejor manera para que quienes no vivieron esa época de recreativas y de mandos de Mega Drive manchados con Nocilla comprendan ese sueño. Los creadores de Streets of Rage 4 han vuelto a modernizar el beat'em up con una mezcla de géneros, esta vez con el roguelite, que catapultan el juego editado por Dotemu (que este año están intachables con Marvel Cosmic Invasion y Ninja Gaiden: Ragebound) a lo mejor de 2025.
Guard Crush Games ya dieron a estos juegos bidimensionales. basados en avanzar de izquierda a derecha acabando con todo lo que se menee, una chicha que no tenían sus referentes. Eso lo hicieron primero con el impactante (positiva y negativamente) en un primer vistazo Streets of Fury, y sobre todo con Streets of Rage 4, un juego que mezclaba el yo contra el barrio con la versatilidad y profundidad de los juegos de lucha.
Esa mezcla la vuelven a mezclar con el roguelite, el género (o mejor dicho, estructura) de moda en los últimos años. El más veterano puede pensar que el resultado es un mejunje heterogéneo, que cómo va a encajar una propuesta pensada para aprendérsela como la palma de la mano y superarla perfectamente con la aleatoriedad y la imprevisibilidad de un rogue. Pero tras varias partidas se deshecha la idea y se asume que Absolum es algo nuevo que debe abordarse de manera diferente.
El resultado es un yo contra el barrio que, una vez se entiende, se percibe fresco con cada partida y con cada camino escogido, todos ellos repletos de enemigos divertidos y formidables a los que plantar cara con un plantel de héroes diferenciados que da gusto aprender a manejar. Los satisfactorios tortazos y sopapos del beat'em up encajan perfectamente con la variedad y la progresión del roguelite, al menos, con un roguelite tan bien armado como este.
Fascinante en lo visual y lo sonoro
Además, el mundo de fantasía medieval que propone y sus personajes no se quedan en simple envoltorio referencial, en un recordatorio de las series de animación de los 80 que encandilaron a los desarrolladores durante su infancia y a parte del público potencial de este videojuegos. Es un universo interesante, un trasfondo que, sin tener una complejidad innecesaria para un beat'em up, sí anima a seguir jugando.
Por supuesto que en ello tiene que ver la representación audiovisual de ese mundo, personajes y monstruos. ¿Qué otro juego indie recordáis que sea tan contundente visualmente como para que hayan anunciado una serie de animación incluso antes de su estreno, de que demostrara que iba a funcionar (como ha acabado haciéndolo, con 200.000 copias vendidas en su primera semana)?
De eso, de la dirección de arte y de la animación, se ha encargado otro estudio, Supamonks. Y la guinda final es una música que te mete en esta fantasía, que te sumerge en su universo y que te motiva a seguir dando palos y lanzando hechizos. Una música que tiene las batutas de los reconocidísimos Mick Gordon (Doom), Gareth Coker (Ori) y Yuka Kitamura (Elden Ring).
¿Por qué jugarlo en diciembre?
El periodo de vacaciones siempre es ideal para un roguelite, pero diciembre, cuando se tiene más tiempo que compartir con amigos y cuando visitan nuestros hogares primos, sobrinas, tíos y otros familiares, es ideal para jugar a Absolum. Porque, como no podía ser de otra manera, tiene cooperativo local, la forma ideal (aunque también tiene online) de disfrutar de un título de tortas que acompañar con las tortas navideñas.
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Además, la Navidad es un momento genial para reconectar con el niño que alguna vez fuimos, y muchos de quienes estéis leyendo esto recordaréis vuestras partidas a Streets of Rage y Double Dragon con Absolum. Y si sois lo suficientemente jóvenes como para no haber disfrutado de esos títulos, quizá este sea el momento de descubrir una versión renovada del género, en compañía de amigos o de familiares que rememoren su época de jugones durante los 16 bits.
