Recientemente, tuvimos ocasión de entrevistar a Jordan Mechner, el creador de la saga Prince of Persia. Fue en el marco del campus del videojuego Madrid in Game, donde acudió para hablar sobre su más reciente novela, Replay: Memorias de una familia. Durante nuestro encuentro, quisimos conocer qué sería lo próximo que le gustaría hacer: "Ahora mismo no puedo responder a esa pregunta, porque lo que quiero hacer es en lo que estoy trabajando ahora mismo. Si leéis mi novela, veréis que ahí está plasmada la historia del último desarrollo, y estoy encantado de que los jugadores de la saga puedan disfrutar de un metroidvania".
Preguntamos a Mechner su opinión sobre el juego al que se refería, Prince of Persia: The Lost Crown, y nos comentó que cree que "el equipo de desarrollo tuvo un desafío muy complicado". Razonaba que Prince of Persia había ido en muchas direcciones durante todos estos años, así que crear un videojuego moderno que evocara a los títulos anteriores, contentara a jugadores de todas las generaciones y fuera coherente no era tarea sencilla: "El equipo tomó decisiones muy inteligentes, creando un juego 2D moderno con fantasía mitológica y elementos de viaje temporal que ya habíamos visto".
La conexión Montpellier
Mechner estuvo viviendo un tiempo en Montpellier, curiosamente de donde es el estudio creador de la última aventura de Prince of Persia. Quisimos indagar en ello: "Hay algo especial, sí. Es curioso, porque Ubisoft quería hacer lo que se convertiría en PoP: Las arenas del tiempo, pero yo aún no estaba colaborando con ellos. Un día decidí ir al E3 y de todos los juegos que había en la feria el que más me sorprendió fue Rayman (también creado por Ubisoft Montpellier). Cuando me enteré de que lo había hecho Ubisoft, me decidí a unirme a la compañía para diseñar un nuevo Prince of Persia".

El creativo nos explicaba que la conexión con Montpellier y su estudio era sorprendente, y esto le hizo pensar que "había un toque francés en sus videojuegos, una elegancia y belleza que se explica por una cierta afinidad cultural, como también fue en el caso entre Prince of Persia y Las mil y una noches". Mechner nos dijo que no era casualidad que un traductor francés llevara esta recopilación de cuentos hasta Europa en el siglo XVIII. También mencionó a Eric Chahi, el desarrollador francés autor de Another World: "Estábamos haciendo juegos 2D con un aura similar, así que hay una especie de conexión".
El autor, de origen estadounidense, comenzó a crear juegos cuando descubrió títulos como Asteroids y Space Invaders. Por aquel entonces le compraron un Apple II y empezó a copiar códigos para ejecutarlos. Pero realmente empezó a interesarse por el medio cuando vio que sería capaz de contar historias: "Me di cuenta de que los videojuegos podían ser una forma de narración, como una pequeña película interactiva. Me encantaba la idea de contar una historia que emocionara a la gente, al tiempo que les permitiera involucrarse en los acontecimientos". Mechner nos sentencia que si no hubiesen existido los ordenadores de entonces, probablemente habría acabado siendo animador o cineasta.

Sobre el trabajo en videojuegos, Mechner concluye que su gran satisfacción es "conocer a los jugadores, a veces muchos años después. Cuando veo que mis videojuegos forman parte de sus recuerdos, es algo que me llena de orgullo". Durante este encuentro, muchos usuarios reconocieron que les impactó mucho Prince of Persia, y que les emocionó poder ver a su creador en persona. El creador sentenció lo mismo, afirmando que su novela Replay le estaba permitiendo encontrarse con los jugadores, después de años conectando a través de los videojuegos.