Pese a que muchos se mostraban escépticos con el salto al rol por turnos de Yakuza: Like a Dragon tras una larga trayectoria de ARPG, sobre todo porque la evolución habitual suele ser al contrario, Ryu Ga Gotoku Studio demostró su enorme versatilidad con una aventura que mantenía todo lo bueno de los Yakuza y que a la vez resultaba fresco en su gameplay. La buena recepción y éxito comercial eran garantías para ver su secuela directa, Like a Dragon: Infinite Wealth (26 de enero).
Incluso si el estudio de Sega se ha mantenido muy activo durante 2023 con el remake Like a Dragon: Ishin! y el excelente –aunque breve- Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, Infinite Wealth no se queda corto en ambición. Más bien al contrario: aspira a ser el Yakuza/Like a Dragon más grande de todos, en duración y contenido. ¿También el mejor? Eso lo comprobaremos en pocas semanas.
Un Yakuza/Like a Dragon fuera de Japón
Uno de los aspectos que más nos gustaron de Yakuza: Like a Dragon fue que dejaba atrás las localizaciones clásicas –quedaron relegadas a un segundo plano- para presentar un mapa completamente renovado que apetecía descubrir. Infinite Wealth redobla su apuesta al trasladar la historia de Kazuma Kiryu e Ichiban a Hawái, de una extensión nunca vista y de temática diferente a todo lo visto.
Si bien el gameplay sigue a grandes rasgos lo visto en el último juego de Ichiban, el sistema de combate añade más estrategia, interacción con el entorno y libertad de movimientos en la batalla, nuevos "trabajos" o clases con los que experimentar, los ataques conjuntos y la opción de tener a Kiryu en nuestro equipo, que se sale un poco de la rigidez de los turnos. Nos convenció la manera en que Yakuza: Like a Dragon traducía los tópicos del rol de fantasía a un mundo moderno, y ese toque de humor no se perderá en Infinite Wealth, aunque la historia no abandonará el tono dramático. La presencia de Kiryu pondrá el contrapunto a las peripecias de Ichiban, así que deseamos ver la dinámica entre los dos protagonistas.
Un Yakuza/Like a Dragon no podría dejar a un lado la tonelada de misiones opcionales y minijuegos –karaoke, dardos, etc.-. Desde una especie de Pokémon Snap a una tarea de repartidor estilo Crazy Taxi, un coleccionismo y batallas a lo Pokémon, las recreativas de Virtua Fighter 3, Spikeout o Sega Bass Fishing, hay suficiente entretenimiento como para desviarse de la trama principal durante horas. El minijuego que es un juego en sí mismo se llama Happy Resort DonDoko Island, una especie de Animal Crossing en el que construir nuestra isla paradisiaca, obtener visitantes, participar en interacciones sociales, decorar el lugar a nuestro gusto y mucho más.
En Vandal lo pudimos jugar recientemente -Like a Dragon Gaiden incluye una demo- y nos encantó la nueva ambientación occidental, igual de estrafalaria que Kamurocho o Isezaki Ijincho, las novedades visuales –se ha introducido clima dinámico- y la dimensión de sus barrios repletos de secretos. Y por supuesto, estamos impacientes por conocer el siguiente paso en el viaje de los protagonistas tras el emocionante final de Like a Dragon Gaiden.
Ryu Ga Gotoku Studio está dispuesta a darlo todo con un juego que probablemente nos mantendrá enganchados durante muchísimo tiempo. El año no podía comenzar mejor.
