En 2023 hemos jugado a dos Yakuzas más clásicos de acción -Like a Dragon: Ishin!, Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name- y en 2022 nos llegó Lost Judgment, pero el éxito de Yakuza: Like a Dragon aseguró que su rol por turnos no queda en un experimento: a finales de enero se lanza Like a Dragon: Infinite Wealth, nuevo episodio principal que protagonizarán Ichiban y Kiryu.
Infinite Wealth promete ser uno de los juegos más ambiciosos de la saga, que no es poco. Lo será en cuanto a novedades y contenido, pues es el primero ambientado fuera de Japón, con un nuevo y amplísimo mapa, un montón de minijuegos y una historia que nos llevará más tiempo que cualquier juego pasado, es decir, que podría rondar las 100 horas sólo para su historia principal. En nuestro avance os contamos todo lo que se sabe del juego, incluyendo detalles de la historia –advertimos que Sega ha revelado información importante- y de su gran actividad Happy Resort DonDoko Island, una especie de Animal Crossing versión Yakuza.
Like a Dragon Gaiden incluye como extra una demo de Infinite Wealth accesible para todos los jugadores una vez terminen la aventura. Incluye dos modos de juego, uno centrado en el argumento y otra demo para probar el gameplay y algunas de sus novedades. En esta ocasión sólo hablaremos de esta última, pues el inicio de Infinite Wealth está directamente conectado con el final de Gaiden y sus sorpresas.
¡Aloha!
La demo de jugabilidad nos lleva a un punto de la aventura que se intuye temprano, pero con un grupo ya formado y listo para machacar a cualquiera que nos mire mal. La prueba nos permite investigar una porción del mapa completo, pero aun así es de un tamaño un poco más grande que Sotenbori –que es donde transcurre casi todo Like a Dragon Gaiden-. Eso no significa que la demo nos ofrezca decenas de horas, pero hay suficientes actividades, alguna subhistoria y un enfrentamiento contra jefe que nos pueden hacer volver a la demo en varias ocasiones, sobre todo para hacer más llevadera la espera a Infinite Wealth.
El sistema de combate se basa en gran medida en lo visto en el juego de Ichiban, es decir, un juego de rol por turnos que adapta muchas ideas de Yakuza a un RPG de comandos, con sus diferentes clases intercambiables. Podremos elegir qué trabajo conviene más a cada personaje, equipar con accesorios y armas, o aprender técnicas con daño elemental, que no son exactamente magia porque Sega ha sustituido los hechizos por una versión un poco más... "realista". La demo ya incluye un puñado de invocaciones, que son llamadas a personajes con potentes ataques o beneficios previo pago de una cantidad.
La principal novedad que en lugar de seleccionar únicamente los ataques para ver cómo los personajes corren hacia el enemigo marcado, ahora podemos desplazarnos dentro de un área circular para buscar una mejor posición, atacar por la espalda o colocarlos cerca de algún objeto del entorno para recogerlo y con él golpear al enemigo –calles e interiores suelen contar con decoración para interactuar-, encontrar un ángulo que dañe a más enemigos con una embestida o preparar un ataque conjunto cerca de un compañero –si el nivel de conexión es suficientemente fuerte-. Por ejemplo, los impactos contra límites del escenario provocan más daños y se añaden objetos explosivos que provocarán combos, daños a múltiples rivales y elementos alterados.
No diríamos que reinvente el gameplay, pero estos cambios lo hacen más estratégico y activo. Hay más opciones, por ejemplo si nuestro nivel es muy superior al de los enemigos existe la posibilidad de acabar con el enfrentamiento rápidamente; se gana menos experiencia que jugando el combate al completo, pero obtienes dinero, objetos y te ahorras tiempo en batallas "menores".
Hablando de animar más las batallas, tal y como se había anunciado oficialmente Kiryu dispone de un trabajo que recoge ideas de los Yakuza clásicos. Puede intercambiar entre tres estilos: uno que nos permite actuar dos veces en un mismo turno –pero sus golpes son débiles-, otro que es más agresivo, lanza enemigos y objetos, y uno equilibrado que puede añadir ataques Heat. Una de sus habilidades nos permite golpear más libremente a los enemigos durante un periodo de tiempo, un guiño a la jugabilidad beat’em up que originó la saga –y que asociamos a los juegos de Kiryu-. Los personajes contarán con clases únicos, por ejemplo Ichiban y su trabajo de héroe con su característico bate, habilidades curativas y carisma para inspirar a sus compañeros, a los que se suma un puñado de nuevos oficios para intercambiar entre el grupo.
Sin duda, tener a Kiryu en el equipo con el peso que merece, tanto por la historia como en los combates, gustará a los fans que echaron de menos su casi ausente carisma en Yakuza: Like a Dragon. A primera vista incluso puede parecer que el "Dragon de Dojima" está por encima de sus compañeros, así que será un aliado que bien aprovechado nos sacará de muchos apuros. En cualquier caso, todos disponen de ataques especiales, fortalezas y, con la clase adecuada, técnicas curativas que siempre se echan en falta contra los enemigos más duros.
De turismo por una ciudad completamente nueva
El mapa de Hawái cambia el tipo de ambientación al que estamos acostumbrados con Yakuza/Like a Dragon, aunque el funcionamiento en la práctica es similar. Encontrarás restaurantes en cada calle para reponer fuerzas y fortalecer el vínculo con tus compañeros, algo que también puedes hacer si activas diálogos en puntos concretos –están señalados en el minimapa- para ir marcando un bingo sobre la información de cada amigo. Profundizar en esto tendrá ventajas en los combates, así que merece la pena escuchar sus anécdotas.
Las calles esconden cajas con recompensas y algunas necesitan una llave. Los mejores "tesoros" incluso estarán protegidos por enemigos de una dificultad muy por encima de la media de matones que puedes encontrar en la zona, por lo que conviene entrar en combate sólo si estás preparado para una pelea que te llevará varios minutos.
La demo no da acceso a las recreativas -¡lástima!- pero sí al clásico karaoke, dardos y a un minijuego que consiste en fotografiar "degenerados". La historia detrás es simple: montados en un trolebús y equipados con una cámara fotográfica, damos una vuelta para cazar a freaks que pasean por el lugar. Viene a ser un Pokémon Snap, con más puntos si consigues un buen encuadre, pero sustituyendo a Pikachus por hombres musculosos en bañador… Literal. También hay unas pocas misiones secundarias, como la que nos encarga hacer de camareros, memorizar pedidos y reconocer diversos platos, o un minijuego de repartidor que recuerda a Crazy Taxi.
Es cierto que la densidad de actividades o eventos de esta zona de Hawái parece un poco menor que la de anteriores juegos, pero esto puede cambiar con la versión final y con más progreso en la historia. Hay aspectos interesantes como el clima dinámico –a veces se pone a llover-, la posibilidad de llamar a un taxi con el móvil –teletransporte a calles concretas- y el cambio de país no ha restado dosis de humor absurdo; a veces, agitando una palmera, puede caer un personaje estrafalario. En la historia se intuye que habrá momentos muy dramáticos por la presencia de Kiryu, pero el tono general durante la partida es más cercano a Yakuza: Like a Dragon.
A la venta en poco más de dos meses
Like a Dragon: Infinite Wealth es el título más importante que Sega tiene entre manos junto con Persona 6 de Atlus y quizás ese misterioso superjuego –sea lo que signifique eso- del que apenas se conocen detalles. Ryū ga Gotoku tiene la oportunidad de pulir y mejorar todo lo que vimos en el anterior RPG de turnos, volcar todo el humor y drama de sus protagonistas, multiplicar el contenido secundario y en definitiva, hacer uno de los Yakuza más memorables en sus casi 20 años de historia. La demo se antoja una muestra pequeñísima dada la extensión de la que se habla, pero sin duda se coloca entre los juegos más esperados de 2024.
Like a Dragon: Infinite Wealth se pone a la venta el 26 de enero en PlayStation, Xbox y PC.
