Ya queda muy poco para disfrutar de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, que se pondrá a la venta el 12 de mayo, y que como os contamos en nuestras impresiones, tiene una pinta espectacular. Para hacer más llevadera la espera, cada día de aquí hasta su lanzamiento vamos a repasar un juego de la saga, desde los más recientes hasta los más antiguos.
Zelda II: The Adventure of Link (1987)
The Legend of Zelda es una saga a la que nunca le ha temblado el pulso a la hora de implementar cambios drásticos en su fórmula para sorprender a los jugadores y mantenerse fresca durante los más de 35 años que lleva entre nosotros. A lo largo del tiempo hemos recibido entregas muy diversas tanto a nivel visual, pudiendo encontrar desde títulos que optaron por un estilo artístico más cartoon como The Legend of Zelda: The Wind Waker hasta otras que eligieron una apariencia más realista como The Legend of Zelda: Twilight Princess, como en el plano jugable, con propuestas con estilos muy diferentes en 2D y 3D.
Sin embargo, si hablamos de las entregas más singulares de la serie, es imposible que no se nos venga a la cabeza Zelda II: The Adventure of Link, una secuela directa del The Legend of Zelda original que rompió todos los esquemas posibles establecidos hasta el punto de que muchos seguidores lo consideran como una auténtica anomalía. No solo cambió el punto de vista cenital del primer juego por una perspectiva horizontal, algo que afectó directamente a cómo Link interactúa con los enemigos y se desplaza por los pueblos y mazmorras, sino que también se atrevió a arriesgó a introducir sistemas propios de los juegos de rol.
Una apuesta muy diferente a la del primer Zelda
Como ya hemos comentado, Zelda II: The Adventure of Link introdujo cambios muy drásticos y radicales con respecto a la obra que lo comenzó todo, aunque conservó algunos de sus elementos. Por ejemplo, cuando el héroe de ropajes verdes viaja por el mapa del mundo, el juego adopta una perspectiva área desde la que es posible ver al personaje de manera similar a Dragon Quest, uno de los grandes referentes del género JRPG durante aquella época. Sin embargo, cuando empezamos a desplazarnos a nuestro antojo y nos topamos con un enemigo, el título recupera su perspectiva para que podamos combatir.
The Adventure of Link es, a diferencia de su predecesor, una obra mucho más enfocada en la acción y en los enfrentamientos, mientras que también tiene un pequeño toque de plataformas. Link puede agacharse, saltar, blandir la espada, protegerse con el escudo y realizar otro tipo de acciones para hacer frente a los peligros que se encuentra por el camino gracias a un sistema de combate con más posibilidades y complejidad. Por otro lado, una de las mayores novedades que podíamos encontrar en esta entrega residía en que ganábamos puntos de experiencia al derrotar a enemigos que podían ser canjeados por mejoras en una variedad de atributos -principalmente ataque, magia y vida-, además de que podíamos entablar conversaciones con aldeanos, quienes nos ofrecían pistas útiles para avanzar e información para comprender mejor la historia.
¿Merece la pena darle una oportunidad?
Zelda II: The Adventure of Link se ha ganado con el paso de los años la reputación de ser el peor The Legend of Zelda principal de la saga. A pesar de que no es un mal juego per se, es innegable que es una entrega muy particular que tomó multitud de riesgos y que muchos de ellos no terminaron de encajar. Hablamos, por tanto, de un juego repleto de contrastes que puede llegar a gustar a aquellos usuarios que disfruten de las aventuras de desplazamiento lateral, aunque tiene una lista de defectos que son difíciles de pasar por alto.
Sin ir más lejos, los desequilibrios en la dificultado son uno de los grandes escollos de The Adventure of Link. Por culpa de ellos, durante el transcurso del viaje es posible encontrarse con enormes picos que provocan que nos atasquemos y debamos dedicar una gran parte de tiempo a subir de nivel a Link. Por si fuera poco, el desarrollo es demasiado confuso y es muy habitual perder el rumbo o no saber cómo avanzar por las pocas indicaciones que se nos ofrecen.
Aún con todo, creemos que es un videojuego que merece una oportunidad pese a lo repetitivo y tedioso que puede hacerse en algunos tramos. Cualquier jugador que se acerque a él con la idea de encontrarse un Zelda de corte tradicional se puede llevar un enorme chasco, pero todo aquel que entre con la mente abierta -y tenga en cuenta sus defectos- puede llegar a disfrutarlo. En definitiva, es un título en el que apenas hay término medio: o lo amas o lo odias. Si os animáis, podéis jugarlo al completo desde la aplicación de Nintendo Entertainment System disponible como parte de Nintendo Switch Online.
A continuación podéis consultar los anteriores artículos de nuestra cuenta atrás hasta Tears of the Kingdom:
- The Legend of Zelda: Link's Awakening (2019)
- The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017)
- The Legend of Zelda: A Link Between Worlds (2013)
- The Legend of Zelda: Skyward Sword (2011)
- The Legend of Zelda: Spirit Tracks (2009)
- The Legend of Zelda: Phantom Hourglass (2007)
- The Legend of Zelda: Twilight Princess (2006)
- The Legend of Zelda: The Minish Cap (2004)
- The Legend of Zelda: The Wind Waker (2003)
- The Legend of Zelda: Four Swords y Tri Force Heroes (2002/2004/2015)
- The Legend of Zelda: Oracle of Seasons/Ages (2001)
- The Legend of Zelda: Majora's Mask (2000)
- The Legend of Zelda: Ocarina of Time (1998)
- The Legend of Zelda: Link's Awakening (1993)
- The Legend of Zelda: A Link to the Past (1991)
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