Call of Duty: Modern Warfare 2 incluyó una misión muy polémica que todavía hoy se recuerda en Infinity Ward: Nada de ruso. En ella, el jugador se ponía en la piel de un agente de la CIA dentro de una célula terrorista rusa que participaba en un tiroteo contra inocentes en un aeropuerto. El jugador podía disparar contra estas personas inocentes, lo que causó un gran debate dentro y fuera del equipo.
En declaraciones a Gameinformer, el jefe de arte Joel Emslie reconoce que "Nada de ruso polarizó al estudio". "Había una parte que pensaba que debía jugarse desde la perspectiva de un guardia de seguridad atrapado en el tiroteo", y había otra parte a la que le gustaba la opción tomada. "Recuerdo hacer a los civiles y no podía... Había un punto en el que estábamos discutiendo cómo de violento sería con estas personas disparadas". Finalmente su mujer aconsejó que se incluyeran sangre y vísceras en las víctimas.
En el nuevo Call of Duty: Modern Warfare el equipo sabe que hay muchas escenas que serán recordadas por los fans, y de hecho parece que el tono volverá a ser oscuro y realista con los conflictos bélicos.
Call of Duty: Modern Warfare estará disponible el 25 de octubre en PC, PlayStation 4 y Xbox One.
