CD Projekt RED ha anunciado que ya está trabajando en un parche que solucione muchos de los problemas y errores de programación que ha traído consigo Blood and Wine, la última expansión de The Witcher 3: Wild Hunt, aunque no han podido dar una fecha aproximada para su lanzamiento.
Entre los problemas más comunes se encuentra un bug que impide fijar apropiadamente a los enemigos, la imposibilidad de cumplir ciertas misiones y algunas inconsistencias en el rendimiento, provocando cosas como cuelgues.
Blood and Wine nos ofrece una aventura de entre 30 y 40 horas de duración en una región completamente nueva, llevándonos a visitar lugares tan emblemáticos como el Palacio de Beauclair y la región de Toussaint, famosa por sus vinos y buen clima.
La expansión incorpora más de 90 misiones nuevas, así como 40 puntos de interés, y estrena un sistema dinámico de eliminación y distribución de enemigos, así como 12 nuevas mutaciones, más de 30 nuevas armas, 100 piezas individuales para nuestra armadura y más de 20 criaturas diseñadas exclusivamente para el contenido.