BioShock Infinite

Un espectacular shooter en primera persona ambientado en una impresionante ciudad flotante

Después del impactante BioShock (2007) y su secuela, ambientados en el inolvidable mundo submarino de Rapture, llegaba esta secuela que transcurre en Columbia, una ciudad flotante ficticia que refleja el excepcionalismo americano de principios del siglo XX, siendo un espectacular shooter en primera persona con una ambientación única en el género. El juego nos pone en la piel de Booker DeWitt, un exagente del Pinkerton enviado a Columbia para rescatar a Elizabeth, una joven con poderes para manipular brechas espacio-temporales, lo que tiene mucha importancia tanto en el gameplay como en la narrativa, en una historia en la que Booker y Elizabeth establecen una profunda relación y trabajan juntos para escapar de Columbia, que está inmersa en una violenta lucha de clases y un conflicto racial exacerbado por su aislamiento del mundo exterior.

Con una historia muy elaborada, que toca temas como el racismo, el fundamentalismo, el nacionalismo y la libertad individual, y una ambientación excepcional, una utopía aérea inspirada en la Exposición Universal de 1893 y el arte y arquitectura del período de la Belle Époque, tenemos una aventura de acción con intensos y espectaculares tiroteos en primera persona. En ello podemos utilizar los poderes especiales que Booker adquiere a través de tónicos llamados vigores, así como recibir la ayuda de Elizabeth, que nos ayuda con sus habilidades especiales de muchas maneras, como crear torretas, autómatas que atacan a los enemigos, cajas de munición y botiquines, charcos de agua o aceite para usar contra los enemigos, o nuevos anclajes para agarrarnos y así movernos con agilidad en los combates.