Hay cosas que cuando las ves sabes que serán para siempre y es lo que ocurre con Bioshock Infinite. Las últimas pruebas realizadas antes de su salida, prevista para el 26 de marzo próximo, nos dejan aquel buen sabor de boca al que nos tienen acostumbrados sólo los grandes títulos. Con su visita a Barcelona, 2K y Irrational Games nos ofrecieron los últimos pasos del título antes de que el juego llegue a nuestras manos. Con una historia digna de la mejor novela de ciencia ficción y unos gráficos que encantarán a los seguidores de esta saga. Infinite llega para instalarse en lo más alto, y damos fe de que, si todo es tal como se mostró, De Witt y Elizabeth van a robar los corazones de muchos gamers.
Una historia de novela
No es la primera vez que el que suscribe estas líneas afirma que el videojuego vive una época en la que la narrativa y la historia asemejan cada vez más a las del cine o la literatura. El caso de Bioshock Infinite viene a sumarse a una cada vez más larga lista de títulos que buscan no sólo la diversión del que juega, sino también la voluntad de explicar una historia y hacernos vivir lo que el estudio definió como el "emotional contact".
Antes de jugarlo pudimos ver en exclusiva un par de trailers de lo que el juego nos prometía y observar como el trabajo en la creación de personajes e historia es cada vez más elaborado.
Según los miembros del equipo, el objetivo es que "el jugador mimetice enseguida con Elizabeth" y os podemos decir que la cría enamora desde los primeros compases. En el mismo sentido hablar de De Witt es hacerlo de un hombre atormentado y perseguido del que conocemos poco. Un antiguo detective arruinado por la bebida que ahora se encuentra en medio de una misión de la que ni él ni nosotros tenemos idea y de la que sólo conocemos una frase: "Tráenos a la chica y borrarás tu deuda".
Sin explicarnos nada más del juego nos encontramos en medio del mar con dos personajes desconocidos que nos llevan, sin rumbo, al inicio de dicha misión. Su diálogo sólo hace que nos cuestionemos que ha pasado y donde vamos sin entender mucho todo lo que nos deparan las siguientes horas de juego. Será en el mismo bote donde encontraremos una caja de madera con nuestro nombre con una foto, una pistola y una extraña combinación… nada más. Llegaremos al un misterioso faro en el que poco a poco recibiremos instrucciones de nuestros siguientes pasos. Obviamente no se trata de explicaros la historia al detalle sino dar, a grandes rasgos, un paseo por la importancia que la historia toma en Bioshock Infinite.
Gráficos de lujo a las puertas de la next-gen
Con las últimas noticias sobre PS4 y la futura Xbox uno no puede dejar de pensar en lo que sería este juego en el hardware que tendremos en nuestras manos justo antes de terminar este año. Tanto personajes como entornos y ambientación tienen un trabajo tremendo que luce increíble en todo el juego. Interiores y exteriores cumplen al detalle con lo que se espera de Irrational Games, un estudio que ya se encargó del primer Bioshock. Lo que en aquel momento sorprendió ahora vuelve para dejarnos con la boca abierta también en ambientación. Y como si de una metáfora visual se tratase pasaremos del mar al cielo, de Rapture a Columbia, de la ciudad sumergida a otra en medio del cielo en la que asuntos políticos, económicos, sociales y raciales se mezclan para crear una sociedad extraña a nuestros ojos que seguirá las palabras del gran profeta.
Si habéis seguido nuestras diferentes impresiones a lo largo de los últimos meses sabréis que nuestra apuesta por el juego es muy grande y que la expectativa ha llegado a límites que sólo vemos en las grandes ocasiones. En primer lugar forma parte de una saga muy difícil de superar y después también juega con la baza de venir de un estudio que ha sorprendido en cada uno de los juegos que ha ofrecido.
Los gráficos del juego combinan espacios abiertos en los que la ambientación y la estética te deja, literalmente, con la boca abierta. La inmersión es total desde el minuto uno y como decía nuestro compañero Jorge Cano en su análisis, la capacidad de aislarnos del mundo para sumergirnos en los rincones de Columbia es total.
Del fondo del mar al cielo
El espectáculo visual que es Columbia, una ciudad flotante, contrasta claramente con la oscuridad de Rapture. Los espacios y recovecos oscuros de aquellas localizaciones se convierten ahora en lugares donde los colores claros y la estética entre steampunk y victoriana se combinan para ofrecernos una sociedad en la que impera la paz y la tranquilidad. En medio de la celebración de la fiesta nacional estadounidense en 1912, entre cabalgatas, ferias y sonrisas, guiaremos a De Witt entre una amalgama de situaciones sociales, raciales y políticas que poco a poco irán saliendo a la luz. Con el profeta Comstock al frente, esta sociedad pugna por ganar la batalla racial en un estado independiente creado en 1900 por el propio gobierno de los Estados Unidos.
La tranquilidad que vivimos tardará poco en convertirse en una especie de caos contra el que deberemos luchar. Todo lo que antes eran buenas vibraciones se convertirá en una sucesión de agresiones y violencia por parte de las fuerzas del orden. Ahí entraremos realmente en la realidad de una ciudad que está muy viva y que nos da una gran posibilidad de interacción a la hora de luchar y movernos a lo largo y ancho del mapa.
La forma de desplazarnos a través de la ciudad se resume en una serie de raíles que pueblan el "cielo" de Columbia y a los que podremos engancharnos con una de las armas disponibles. Con ello se consigue un dinamismo increíble a la hora de trasladarnos y la espectacularidad de vernos surcar los cielos a gran velocidad mientras saltamos para cambiar de carril, nos enganchamos a los diferentes edificios para apearnos o incluso matamos a los diferentes enemigos con ataques inesperados desde el aire.
Una lucha con "vigor"
La variedad de armas que encontraremos en el juego promete una larga lista de tiroteos de gran calidad. Mientras en diciembre probamos el juego y la inteligencia artificial estaba todavía por revisar, ahora nos encontramos con una serie de propuestas mucho más depuradas que cambiarán según el modo de juego que escojamos. Pero no serán las pistolas, metralletas y rifles lo que marcarán la diferencia, sino los vigorizadores, unas "bebidas" que potenciarán diferentes poderes y que nos otorgarán habilidades que impactan tanto en lo útil como en lo visual.
Entre estos potenciadores se encuentran el "Caballo salvaje" o "Possession" u otro que nos permite lanzar una bandada de cuervos para acabar con los enemigos. Todas ellas las iremos encontrando en los diferentes escenarios y nos ayudarán a en gran medida a luchar contra las hordas de enemigos que aparecen de la nada. Si esto no fuera suficiente la presencia de Elizabeth no será sólo testimonial, sino que también servirá para brindarnos su apoyo cuando nos falten armas o munición al grito de "¡cójelo!". En niveles avanzados creednos cuando decimos que es una ayuda caída del cielo delante de los despiadados policías y enemigos que residen en Columbia. Para acabar de tocar el tema del equipo, el jugador podrá conseguir diferentes accesorios como el sombrero "Halo Ardiente" que nos otorga un 70% de posibildades de que nuestro enemigo arda al atacarle u otro que otorga un cierto daño si lo equipamos. Un toque más de personalización a la hora de crear un protagonista a nuestro gusto consiguiendo también lo necesario en las expendedoras repartidas por todos los escenarios.
El espécimen Elizabeth
Pese a lo que os hemos contado del juego el punto de inflexión claro es el momento en el que conocemos a Elizabeth. Tratada como un experimento ha vivido desde su nacimiento en lo alto de una estatua. Encerrada en su propia historia, la niña provoca un sentimiento de protección desde el primero momento que la vemos. Al ser su protector, el jugador toma enseguida la responsabilidad de la que el equipo habla, una sensación de que esa jovencita indefensa nos necesita para seguir viva.
Su comportamiento, expresiones y diálogos son los de una persona que ha vivido encerrada toda su vida. Se sorprende por todo lo que ve y oye aunque es un apoyo crucial en nuestro avance a lo largo del título. Además de ello la niña también esconde un misterioso poder que le permite abrir portales de espacio-tiempo, un elemento que deberemos esperar al día 26 para descubrir en su totalidad.
Todo en Elizabeth hace presagiar una aventura que no dejará indiferente a nadie. Cada minuto de juego con ella correteando por los escenarios destaca por una cuidada narrativa que potencia aún más el guión de un juego con una carga emocional fuera de lo común.
Un juego infinito en cuanto a exploración
Deambular por Columbia es más fácil de lo que uno se cree. La interacción con una ciudad tan viva es completa y tendremos mil y una opciones que salen de lo lineal para convertirse en un espacio altamente explorable. Cada jugador podrá elegir si seguir las indicaciones a las que accederemos de forma voluntaria o por el contrario dejarse llevar por los escaparates, pasacalles, conversaciones, posters y demás parafernalia de la ciudad. Cada imagen cuenta con una explicación y cada poco encontraremos máquinas con proyecciones de la época que nos explicarán momentos de la historia que no conocemos.
Podríamos decir que todo en Bioshock Infinite está cuidado hasta el más mínimo detalle y que, definitivamente, estamos delante de uno de los trabajos narrativos y de ambientación más grandes de toda la historia del videojuego. Quedan pocos días para conocer todo lo que Bioshock esconde en sus entrañas y demostrar porqué es uno de los juegos más esperados de este 2013.