Control de tracción
Regula el deslizamiento de las ruedas que tolera el control de tracción. Un valor más alto permite un deslizamiento mayor, muy útil en situaciones que permiten un buen agarre, como superficies secas, neumáticos lisos y una meteorología favorable. Un valor más bajo permite un deslizamiento menor, lo que puede estar bien en situaciones de poco agarre, como una pista mojada, o cuando hay que cuidar el desgaste de los neumáticos.
Potencia del ABS
Permite controlar la potencia del sistema de frenos antibloqueo (ABS). Aumenta el valor para que el sistema detecte el bloqueo de ruedas al frenar bruscamente, limitando el bloqueo de los neumáticos y otorgando más control al piloto al tomar las curvas.
Esto es ideal para la lluvia en superficies de asfalto, donde los neumáticos suelen bloquearse más con frenadas bruscas.
Nota: aumentar la potencia del ABS no acorta automáticamente las zonas de frenado; es más, puede alargarlas, ya que el sistema interrumpe la frenada en una extensión mayor.
Reducir la potencia del ABS en superficies inestables puede ayudarte a mejorar la distancia de frenado, ya que permite que el bloque obligue a los neumáticos a clavarse en la superficie y detener el vehículo en menos tiempo que si estuvieran girando por tierra o nieve.
Mapa de combustible
Ajustar el mapa de combustible permite controlar la entrada de combustible en el motor, lo que afecta a la potencia de salida y al consumo con un solo deposito. Aumentar el mapa de combustible permite un mayor flujo en el motor, lo que produce más potencia y aumenta la aceleración. No obstante, el consumo será mayor. Al reducirlo, ocurre lo contrario: el combustible dura más, pero el motor genera menos potencia. Esto resulta especialmente útil en la estrategia de boxes y reduce el número de paradas para repostar en carreras largas.