Es ya tradicional que las consolas de Nintendo reciban a lo largo de su vida toda una serie de juegos deportivos protagonizados por Mario y sus amigos. En la pasada Games Convention asistimos al anuncio de la primera puesta al día para Wii: Mario Strikers: Charged; sucesor directo de Super Mario Strikers , lanzado para GameCube durante las pasadas navidades. En la feria de Leipzig pudimos probar una demo del juego, que aunque incompleta es suficiente para formar una primera opinión.
Lo primero que llama la atención es el apartado gráfico, y es que SMT:C es prácticamente idéntico a su antecesor en el cubo. Si bien se aprecian leves mejorías en el modelado de los personajes y en su animación, algo más suave, Charged no parece haber evolucionado demasiado respecto a su predecesor, a pesar del cambio de plataforma.
Esto sería explicable si el juego aún se encuentra en una fase temprana de desarrollo y si se ha tomado la entrega anterior como base del título.
El enfoque artístico dado al juego también permanece intacto. La gestualización agresiva de los personajes, la pequeña presentación de cada equipo antes de empezar un partido, o ese ambiente algo más "adulto" de lo que nos tiene acostumbrados Mario y que otorgó algo de personalidad propia al primer título siguen ahí. Además se le han añadido pequeñas escenas nuevas como la tristeza de un capitán tras haber encajado un tanto y se le ha dado "vida" al hasta ahora inexpresivo Kremlin que tenemos como portero.
Aunque en la demo sólo podíamos elegir entre cuatro personajes jugables, entre los que destaca ver a Bowser, que en anterior juego solo aparecía aleatoriamente durante los partidos para molestar. En la pantalla de selección podíamos contar hasta doce personajes disponibles en la versión final, cuatro más que en GameCube, los cuales salían del anonimato gracias a sus características siluetas.. Los personajes además cuentan ahora con estadísticas más precisas, teniendo cada uno su propio nivel de velocidad, fuerza al chutar, destreza y defensa.
A continuación debemos elegir el resto de componentes de nuestro equipo. Como novedad en esta ocasión cada miembro del equipo puede ser diferente. Además en la versión final habrá cuatro personajes además de los cuatro de la versión de GameCube. Una vez elegido el estadio entre los dos disponibles comienza la partida. Los personajes se pavonean de nuevo ante el rival antes de empezar aunque han cambiado sus provocaciones.
Una vez comienza la partida nos hacemos enseguida con el control, y es que este es prácticamente idéntico a pesar de las nuevas posibilidades del mando. Con el botón A pasamos la pelota cuando está en nuestra posesión, y cambiamos el personaje que manejamos cuando no. Con el botón B (gatillo del mando) chutamos el balón, y si llevamos el capitán hacemos el tiro especial manteniéndolo. El botón C (gatillo superior del nunchaku) sirve para utilizar los objetos, y para cometer entradas al adversario hemos de agitar el mando. Salvo esto último el control es prácticamente idéntico al del cubo, por lo que los que ya probaran este juego no tendrán ningún problema para jugar desde la primera partida, y los que no enseguida lo intuirán.
Los partidos siguen siendo rápidos y dinámicos. Alrededor del campo hay una valla electrificada que impide que el balón salga del campo, y la ausencia de faltas técnicas propicia que el juego no se interrumpa excepto cuando se marca un tanto. Cuando el balón no está en nuestra posesión podemos intentar recuperarlo ya sea entrando al rival ya sea utilizando los objetos que poseemos. A los ya presentes en la anterior entrega se le suman nuevos como un champiñón para hacerse gigante y arrasar con todo lo que se ponga por delante. Marcar un gol no es tarea fácil pues hay que tener un buen ángulo y tirar con efecto para poder despistar al portero automático.
La principal novedad que presenta este juego es el nuevo sistema de tiros especiales: cuando el capitán del equipo mantiene el botón de disparo en el campo contrario opta a lanzar un tiro especial. En función de la puntería que tengamos en la barra de fuerza tendremos más o menos oportunidades de hacer tantos, siendo cinco (el número de "minibalones" en los que se divide la pelota) el máximo. Una vez que el atacante ya ha terminado es el turno del jugador que defiende: la perspectiva pasa a ser en primera persona, y con la ayuda del puntero del mando debemos parar los sucesivos balones que llegan a la portería.
El punto fuerte de Charged es, como sucede en este tipo de juegos, el modo multijugador. Aunque la demo solo era para dos jugadores, la versión final podrán jugar hasta cuatro simultáneos. Además contará con modo de juego on-line a través de la Nintendo Wi-Fi Connection.
Mario Strikers: Charged es por el momento una simple puesta al día del título que hace unos meses salió para GameCube. Suponemos que a medida que avance el proyecto se irán implementando novedades tanto técnicas como jugables, puesto que de lo contrario se queda corto como nueva entrega en todos los aspectos, y apenas posee incentivos para que los usuarios del juego anterior vuelvan a comprarlo. Sin embargo para los que dejaron pasar dicho juego o para los usuarios de Wii que no tuvieron su predecesora puede ser una opción interesante.