Hay juegos que acaban por definir el catálogo de una consola y, sin duda alguna, Super Mario 3D World fue uno de los principales baluartes de Wii U, dejándonos para el recuerdo una aventura de plataformas impecable que enarbolaba la diversión pura y dura por bandera. Por ello, a nadie debería extrañar que ahora Nintendo apueste por relanzarlo en Switch para que todos aquellos jugadores que se lo perdieran en su momento tengan una nueva oportunidad de descubrir esta joya del icónico fontanero. Y lo que es mejor, nos llega en una edición con extras muy suculentos que ya hemos podido probar.
Gameplay comentado
El regreso de un plataformas imprescindible
Lo primero que tenéis que saber es que tal y como indica su propio nombre, Super Mario 3D World + Bowser's Fury, estamos ante un pack que reúne dos aventuras independientes y a las que podemos acceder desde el menú principal siempre que queramos y desde la primera vez que iniciemos el juego. Por una parte tenemos Super Mario 3D World, una conversión prácticamente calcada del original de Wii U con algo más de resolución, multijugador online, personajes que se mueven más rápido y escalan más, Modo Foto, cooperativo para los niveles del Capitán Toad y, por supuesto, la posibilidad de jugar en cualquier parte gracias a las funcionalidades portátiles de la consola.
Esto quiere decir que tenemos ante nosotros un plataformas 3D prácticamente imprescindible para los fans del género que hace gala de un enfoque más directo y clásico, proponiéndonos superar una serie de niveles lineales en el que nuestro objetivo no será otro que el de llegar al banderín de meta, una estructura que os recordará inevitablemente a las aventuras 2D del personaje.
Gracias a esto, en Nintendo pudieron dar rienda suelta a su imaginación y creatividad para centrarse única y exclusivamente en plantearnos todo tipo de secciones puramente "plataformeras" que nos pusieran a prueba. Y es aquí precisamente donde radica su gran fortaleza, en su diseño de niveles, todo un derroche de ideas con el que se consiguió que no hubiesen dos fases ni parecidas y que cada pantalla aportase nuevas mecánicas y situaciones a las que siempre sabían darle varias vueltas de tuerca para crear algo nuevo e inédito.
Sumadle unos controles perfectos que consiguen que el simple hecho de movernos y saltar resulte algo divertido y satisfactorio, un buen número de secretos para encontrar en cada fase, un apartado visual precioso, una banda sonora increíble y pegadiza como pocas, varios personajes controlables con sus propias características y la posibilidad de jugar toda la odisea de principio a fin en multijugador cooperativo para hasta cuatro jugadores, y entenderéis fácilmente la bomba jugable ante la que nos encontramos. Sí, es un título de 2013, pero a día de hoy pocos se atreven a rivalizar en diversión y calidad con él y no podría haberle importado menos el paso del tiempo.
Hablando de su multijugador, la gran novedad aquí la tenemos en que ahora podemos jugar online con nuestros amigos y tras haberle dedicado un buen rato a esta modalidad junto a otros compañeros de la prensa, podemos confirmaros que el código de red parece funcionar relativamente bien, al menos cuando todo el mundo tiene una buena conexión. Cuando no hemos sido anfitriones hemos detectado un ligerísimo aumento del input lag y algún que otro tirón muy puntual, pero nada grave ni molesto que nos haya impedido superar cómodamente las situaciones más exigentes ni pasárnoslo en grande, por lo que nos parece un añadido más que bienvenido y muy necesario que llevábamos años reclamando para los plataformas tradicionales de Mario.
Eso sí, el sistema de búsqueda de partidas y creación de sala tiene margen de mejora, aunque al menos parece funcionar con bastante rapidez. Tampoco podemos dejar de mencionar que cuando jugamos a través de internet el único jugador que hace progresos y puede escoger niveles es el anfitrión, así que cuando volváis a "vuestra partida" tendréis que seguir justo en el punto en el que lo dejasteis y con las mismas vidas que tuvieseis.
Algo más decepcionante nos parece el Modo Foto, ya que nos ha resultado muy limitado por la poca movilidad que tenemos para reposicionar, algo que entendemos que se ha hecho para impedir que podamos hacer "trampa" y buscar secretos de esta manera, pero que le quita mucho atractivo. Como curiosidad, los sellos ocultos de las fases que antes se usaban para Miiverse ahora nos servirán para decorar nuestras fotografías y darles un toque personal.
Otro detalle que nos ha llamado mucho la atención son los ligeros retoques que se han hecho para aumentar la velocidad de juego y que los personajes siempre se muevan más rápido y puedan, adicionalmente, escalar más cuando tienen el traje felino, lo que acaba favoreciendo unas partidas más ágiles, dinámicas y satisfactorias en las que el "plataformeo" es incluso más gratificante que en el original.
En lo audiovisual no hay mucho que comentar más allá de que gracias al aumento de resolución en sobremesa todo se ve más nítido, aunque se siguen apreciando ligeros bordes de sierra en algunos elementos. Lo que no ha cambiado es su rendimiento a 60 fps constantes independientemente de si jugamos en el televisor o en la pantalla de la consola. A destacar también el trabajo que se ha hecho con su modo portátil, pues se ve y mueve de lujo.
La ira de Bowser
Pero, sin duda, la novedad estrella de este relanzamiento la tenemos en Bowser's Fury, la otra parte del pack. Como os hemos comentado anteriormente, a esta aventura podremos acceder desde el menú principal y no tendremos que hacer nada para desbloquearla, por lo que podremos lanzarnos a por ella desde el minuto uno. Por ahora solo nos dejan hablaros sobre una pequeñísima porción de ella (sus primeros 15 minutos de juego), pero ya os vamos adelantando que nos está encantando y que nos parece algo más que un simple extra.
A diferencia de Super Mario 3D World, aquí nos moveremos con total libertad por un mundo abierto en el que deberemos reunir soles felinos, el nuevo equivalente a las estrellas de Super Mario 64, los soles de Super Mario Sunshine o las energilunas de Super Mario Odyssey. Que hayamos mencionado estos títulos no es casualidad, ya que se abandona por completo la estructura lineal y por fases de la obra original de Wii U para abrazar la vertiente más aventurera del fontanero, donde la exploración cobra mucho protagonismo para que "juguemos" con los entornos y la cámara buscando la manera de llegar a todos esos sitios que puedan levantar nuestras sospechas.
Esta vez el mapa es un archipiélago repleto de pequeñas islas en las que nos esperan varios desafíos para superar, aunque fuera de ellas tampoco os faltarán soles que encontrar, transmitiéndonos sensaciones muy similares a las que experimentamos en Odyssey. Sí, se nota que no hay tanta ambición y que se trata de un producto más pequeño y contenido, pero es tan divertido ponerse a explorar y completar retos como cabría esperar de cualquier juego de Mario.
Por supuesto, la jugabilidad y las mecánicas son herederas directas de 3D World, manteniendo controles, potenciadores, enemigos, tipos de plataformas, etcétera. La gran diferencia es que esta vez solo podremos jugar con Mario y que Bowsy nos acompañará en todo momento para echarnos una mano, quien puede ser controlado por un segundo jugador.
Otro detalle único de este nuevo viaje lo tenemos en el hecho de que, de forma periódica, una versión gigantesca y muy enfadada de Bowser despertará de su letargo y comenzará a atacarnos y a llenar el escenario de fuego, provocando también la aparición de nuevas estructuras que nos permitirán atajar para llegar a algunos sitios, además de servirnos de cobertura. Evidentemente, estos momentos ayudan a darle un toque de intensidad a su desarrollo, rompiendo con la tranquilidad que suele reinar y obligándonos a mantenernos siempre alerta para que el despertar del malvado rey no nos pille con la guardia baja.
Eso sí, no siempre nos dedicaremos a escondernos y a huir, ya que al reunir el suficiente número de soles podremos contraatacar convirtiéndonos en un Mario Felino gigante para librar una espectacular batalla de proporciones épicas de la que todavía no nos dejan decir nada.
Quizá la parte más negativa de lo que llevamos hasta ahora la ponga su apartado gráfico, con unos dientes de sierra muy presentes en todo momento y que afean su bonito diseño artístico, emborronando la imagen algo más de lo que nos gustaría. Eso sí, esto no quita que todo está tan bien montado que consigue dejarnos con algunos momentos muy chulos y espectaculares a nivel visual.
Lo mejor de las dos vertientes tridimensionales de Mario en un solo pack
Super Mario 3D World + Bowser's Fury reúne en un solo producto lo mejor de las dos vertientes de los juegos tridimensionales del fontanero, ofreciéndonos dos aventuras tan distintas como divertidas. 3D World ya sabemos que es un título imprescindible al que se le ha puesto la guinda con su multijugador online, así que la gran duda aquí sigue siendo Bowser's Fury. Sus primeros compases nos han encantado y mentiríamos si os dijésemos que no nos lo estamos pasando en grande con él, pero todavía nos queda mucho por jugar para descubrir cómo de largo es realmente y si el diseño del resto de islas está a la altura de lo que se espera de un juego de Mario. Sea de un modo u otro, el 12 de febrero tenéis una cita prácticamente ineludible con vuestra Nintendo Switch, especialmente si nunca tuvisteis una Wii U y os perdisteis en su día esta joya del personaje más icónico y famoso de la industria.
Hemos escrito estas impresiones gracias a un código de descarga de la versión final que nos ha facilitado Nintendo.
