Análisis Super Mario 3D World + Bowser's Fury, dos aventuras imprescindibles (Switch)
Puede que Wii U no tuviese el éxito comercial que Nintendo esperaba, pero si hay algo que siempre defenderemos de ella es el catálogo de juegos exclusivos que tuvo. Entre ellos nos encontramos con auténticas maravillas de la talla de Pikmin 3, Bayonetta 2, Donkey Kong Country: Tropical Freeze, Xenoblade Chronicles X o Mario Kart 8, por mencionar tan solo unos pocos ejemplos de la calidad que atesoraban muchos de sus títulos.
Videoanálisis
Como bien sabréis, la compañía ha aprovechado el éxito de Switch para darle una segunda oportunidad en el mercado a muchas de estas joyas, facilitando así su acceso a multitud de nuevos usuarios que se las perdieron en su momento. Siguiendo con esta estrategia, ahora le toca el turno de estrenarse en la híbrida a uno de nuestros grandes favoritos, Super Mario 3D World, uno de los juegos más divertidos del icónico fontanero. Y lo mejor: nos llega con una fantástica aventura adicional completamente nueva.
Un plataformas imprescindible por el que no pasan los años
Así pues, Super Mario 3D World + Bowser's Fury nos ofrece en un solo pack dos títulos que comparten una misma base jugable, pero que son independientes el uno del otro, pudiendo acceder a cualquiera de ellos desde el menú principal sin necesidad de tener que desbloquear nada, algo que es muy de agradecer, especialmente de cara aquellos jugadores que quieran saltar directamente al nuevo contenido.
Aquí tenemos que dejar claro que, a pesar de todo, el plato principal sigue siendo Super Mario 3D World, una conversión prácticamente calcada de la aventura original que pudimos disfrutar en Wii U hace ya casi ocho años.
Es decir, no esperéis nuevos niveles ni grandes novedades en su desarrollo, pues a nivel de contenido se ha mantenido prácticamente intacto.
Lejos de ser algo negativo, esto significa que tenemos ante nosotros un auténtico juegazo de plataformas 3D en el que deberemos superar una serie de niveles lineales con el único objetivo de llegar hasta el banderín de meta. Evidentemente, también hay coleccionables que recoger durante las fases y algunos retos adicionales, pero su planteamiento no podría ser más clásico y tradicional.
Lo mejor de todo es que el diseño de niveles es un auténtico torrente de creatividad y buenas ideas, bombardeándonos constantemente con nuevas mecánicas y situaciones únicas que convierten cada pantalla en algo exclusivo, diferente al resto y con su propia personalidad. Una auténtica pasada que nos recuerda por qué Mario sigue siendo el principal referente del género 35 años después.
Por supuesto, los controles son una delicia y difícilmente podrían ser más precisos, uno de los pocos puntos en los que sí que se han hecho ajustes y retoques, pues se ha aumentado la velocidad de todos los personajes para darle un ritmo más dinámico y ágil al "plataformeo" que le sienta genial. Y no os penséis que esto hace las cosas más fáciles, ya que esto lo que implica es justo lo contrario al aumentar la exigencia en el manejo de nuestros héroes.
Tal y como podréis intuir, también se ha mantenido su divertidísimo modo multijugador cooperativo para hasta cuatro jugadores, permitiéndonos jugar todas sus fases en compañía de nuestros amigos. Y cuando decimos todas nos referimos a todas, incluyendo las de los minijuegos del Capitán Toad, una pequeña novedad respecto a Wii U muy bien recibida, a pesar de que se nota que estos niveles fueron diseñados para ser jugados por un único jugador.
Eso sí, lo más importante aquí es que por fin se ha incluido la posibilidad de jugar online (únicamente con amigos), algo que veníamos reclamando desde hace muchos años en los juegos de plataformas de Nintendo. La buena noticia es que el código de red parece funcionar relativamente bien y en nuestro caso hemos podido compartir aventuras a través de Internet durante varias horas sin apenas problemas o incidencias. Sí, hay un ligerísimo aumento del input lag y si algún jugador no tiene una buena conexión puede lastrar a los demás, pero la experiencia general que hemos tenido ha sido muy positiva y hemos podido disfrutar del juego perfectamente hasta en las fases más difíciles.
La otra novedad que nos queda por comentar la tenemos en su Modo Foto, aunque nos ha parecido demasiado limitado en comparación a lo que estamos acostumbrados a ver en otros juegos al restringirnos la movilidad de la cámara para que no podamos usar esta función para buscar secretos. Al menos, podremos usar los sellos que encontremos durante las fases para darle un toque personalizado a nuestras capturas.
Por último, no queremos olvidarnos de destacar la enorme cantidad de contenidos que nos ofrece. Hay montones de niveles, son todos muy rejugables y hay infinidad de secretos por encontrar y desbloquear, así que si esperáis completarlo al 100% podéis dar por seguro que difícilmente vais a bajar de las 20-30 horas, dependiendo de vuestro nivel de habilidad y perspicacia. Y no queremos decir nada más de la cuenta para evitar spoilers, pero os aseguramos que aunque la curva de dificultad está exquisitamente medida y es muy progresiva, cierta pantalla os hará conocer lo que es el auténtico infierno plataformero...
Una miniexpansión al más puro estilo Super Mario Odyssey, pero con su propia personalidad
Finalmente llegamos a la que es la novedad estrella de este relanzamiento: Bowser's Fury, su nueva campaña. En vez de apostar por crear más niveles al estilo de Super Mario 3D World, el equipo de desarrollo de Nintendo ha querido innovar y hacer algo distinto, transportándonos de lleno a un mapa de mundo abierto que recuerda inevitablemente a lo que hemos visto en juegos como Super Mario Odyssey o Super Mario Sunshine.
Como podréis intuir por esta descripción, nuestro objetivo será recolectar soles felinos mientras exploramos un gigantesco archipiélago repleto de islas en las que nos esperan montones de retos. Evidentemente, aunque la exploración cobre muchísima importancia, aquí las plataformas siguen siendo las grandes protagonistas, dejándonos para el recuerdo una combinación de elementos y géneros que funciona con la precisión de un reloj.
Resulta increíblemente divertido y entretenido ponerse a explorar sus escenarios mientras descubrimos nuevos desafíos, soles ocultos y desbloqueamos más islas con sus propias mecánicas, demostrando, una vez más, la maestría del género que tiene Nintendo y lo bien que se le da diseñar este tipo de juegos.
Tal y como era de esperar, a nivel jugable "recicla" los controles, enemigos, trajes, potenciadores y las mecánicas de Super Mario 3D World, aunque todo se adapta genial a este nuevo tipo de entorno en el que podemos mover la cámara con total libertad, convirtiendo el mapa en una especie de campo de juego en el que nos lo pasaremos en grande yendo de un sitio a otro, saltando por todos lados e investigando hasta su último rincón.
Sin embargo, la desarrolladora no ha querido perder la oportunidad de probar nuevas ideas, motivo por el que de forma periódica un gigantesco y enfurecido Bowser despertará de su letargo y comenzará a atacarnos sin piedad, independientemente del sitio en el que nos encontremos. Cuando esto ocurre, el cielo se oscurece y aparecen nuevas estructuras que podemos usar en nuestro favor para llegar a ciertos sitios y cubrirnos de las ofensivas del malvado rey.
Este giro consigue darle un toque de tensión a la aventura muy interesante, impidiendo que nos podamos relajar por completo para que siempre estemos pendientes de Bowser. Podría no parecerlo, pero esa combinación de momentos de "plataformeo" y exploración de relax con frenéticas e inesperadas persecuciones en las que no nos podemos quedar quietos le da muchísima personalidad a la aventura y un toque muy único y fresco que nos ha encantado.
Además, cada vez que reunamos un número determinado de soles podremos hacernos gigantes para enfrentarnos al carismático villano en una espectacular batalla de proporciones épicas. Las mecánicas de estos enfrentamientos no os van a volar la cabeza ni os van a dar muchos problemas, pero tenemos que reconocer que son unas luchas muy divertidas y sorprendentes que tienen lugar por todo el mapa del juego con una gran puesta en escena.
En total, completar la "historia" principal os llevará entre 2 y 3 horas, mientras que si queréis conseguirlo todo su duración se puede extender entre las 4 y las 6 horas, según lo rápido que juguéis y lo bien que se os den este tipo de títulos, una duración que no nos parece nada mal para tratarse de un contenido extra.
Quizá nuestra mayor pega radique en su dificultad, bajísima de principio a fin, lo que nos ha hecho echar de menos algo más de reto para ciertos soles. De igual modo, hay un buen número de desafíos que repiten patrones (contrarrelojes, recolección de piezas, romper unos bloques especiales aprovechando los ataques de Bowser...) y se nota que no hay tanta creatividad en el diseño de situaciones y escenarios como en otros juegos del fontanero, pero la experiencia final que nos queda al completarlo es muy gratificante.
Eso sí, debemos advertiros que esta aventura está pensada para ser jugada en solitario. Existe la posibilidad de que un segundo jugador local se una a nosotros controlando a Bowsy, aunque la cámara siempre seguirá a Mario y las acciones que podemos realizar con él son muy limitadas y no demasiado satisfactorias.
Dos aventuras con importantes diferencias gráficas
A nivel gráfico nos encontramos con una de cal y otra de arena. La parte positiva se la lleva Super Mario 3D World, cuya resolución en sobremesa ha aumentado hasta los 1080p para ofrecernos una imagen más nítida y limpia que en Wii U. Además, mantiene los 60 fps en todo momento, ya sea jugando en el televisor o en portátil, y las cargas son prácticamente inexistentes. Es una pena que no se haya aprovechado para aplicarle algo de AA y disimular sus dientes de sierra, pero es algo que a la hora de jugar es no es demasiado perceptible a excepción de las secuencias de vídeo. También hay un par de niveles en el que el popping hace acto de presencia de forma muy notable, pero nada que deba preocuparos.
En cambio, Bowser's Fury es todo lo contrario: 720p en sobremesa a 60 fps con algunas caídas y 720p a 30 fps en portátil con un rendimiento que no llega a ser estable del todo. Sumadle unos jaggies tremendamente molestos y omnipresentes, elementos lejanos que van cargando a medida que nos acercamos y una imagen algo borrosa, y entenderéis la ligera decepción que nos ha resultado su apartado técnico. Considerando lo bien que se ve y mueve Super Mario Odyssey, la única explicación que encontramos a esto es que el motor de Super Mario 3D World no estaba pensado para este tipo de juegos en entornos abiertos y ha dado problemas a la hora de optimizarlo.
Lo que sí que no falla es su magnífica banda sonora, variadísima y muy animada. Bowser's Fury reutiliza muchas de las composiciones que escuchamos en 3D World, aunque también aporta unos cuantos temas nuevos que nos han sorprendido por lo "cañeros" que resultan. Los efectos siguen siendo tan reconocibles como cabría esperar y el doblaje se vuelve a limitar a las típicas expresiones y gritos de siempre.
Conclusiones
Super Mario 3D World + Bowser's Fury es un juego de plataformas 3D imprescindible para cualquier amante del género que nos ofrece en un solo pack la mejor versión de una de las aventuras más divertidas de nuestro fontanero favorito, así como una campaña completamente nueva y con su propia entidad con la que nos lo hemos pasado en grande. Además, las pequeñas mejoras que ha recibido la obra original, como su multijugador online, terminan de redondear un título que derrocha calidad, simpatía, creatividad, buenas ideas y, sobre todo, muchísima diversión. Si os lo perdisteis en su momento, no volváis a cometer ese error por segunda vez, y si sois de los que tuvieron la suerte de jugarlo en Wii U, aquí encontraréis la excusa perfecta para redescubrir una de las grandes joyas de la pasada generación.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha ofrecido Nintendo.