Para dar a conocer con mayor profundidad las características de Octopath Traveler Nintendo España ha llevado a cabo una curiosa iniciativa: reunir a varios veteranos periodistas de videojuegos y que cada uno de ellos jugase la introducción de uno de los ocho personajes jugables y después pusiesen la experiencia de juego en común para ver si hay diferencias entre jugar con uno o con otro. La respuesta es sí, mucha, cada historia es muy diferente y, al mismo tiempo, parecida.
Octopath Traveler recupera el sabor de los JRPG tradicionales en el aspecto y en un combate por turnos, pero todo ello pasado por el tamiz de la tecnología actual y esa característica tan distintiva de que los personajes que encontremos con los que podemos formar grupo tienen su propia historia y motivaciones.
De esta forma consigue recuperar el espíritu clásico pero con una jugabilidad divertida hoy día, cuando nos resultarían pesadas y aburridas las mecánicas de antaño.
La clase de los ocho personajes responde en casi todos los casos a los habituales del género: Ophilia es una clérigo que acompaña a su hermano a un ritual de peregrinación, Cyrus es un erudito que emplea magia negra al que un día le desaparece un importante libro, Tressa es una mercader que puede contratar mercenarios, Olberic es un guerrero que lo perdió todo tras un golpe de estado, Primrose es una bailarina procedente de una familia noble que se ha introducido en los bajos fondos para vengar la muerte de su padre, Alfyn es un boticario que intenta devolver a la humanidad la ayuda que un desconocido le brindó cuando era pequeño, Therion es un ladrón cuyo pasado es un misterio y H’aanit es una cazadora que busca a su desaparecido maestro.
El punto de partida de todos ellos es diferente y la partida empieza poniendo al jugador en situación de la historia del personaje elegido, que se irá desarrollando por su propio camino, pero entrelazándose con la de los demás de forma que puede que nos nos encontremos con todos ellos, o lo hagamos y decidamos que no sea uno de los cuatro personajes que forman parte del grupo.
Ocho protagonistas con ocho historias muy diferentes detrás
Algunas de las historias iniciales son bastante blancas, H’aanit parte de su aldea en busca de su maestro -del que sospecha ha recaído en la ludopatía mientras perseguía a un monstruo- y en la aventura inicial deja claro que es cazadora como salvaguarda del equilibrio ecológico del bosque, pero Primrose debe enfrentarse a contrincantes más sórdidos que demuestran que el juego tiene un tono más maduro de lo habitual en los JRPG. Las historias son profundas y muy alejadas del lugar común de un adolescente que pierde la memoria y debe convertirse en el héroe que salvará al mundo. Las motivaciones en Octopath Traveler son más oscuras y humanas.
Se agradece que en lugar de establecer una historia genérica presentada en dos patadas el juego dedique su tiempo a que conozcamos a sus personajes. Los primeros minutos de cada historia son lentos y llenos de diálogos, pero sirven para acercarnos a cada uno de los protagonistas y entender sus motivaciones.
Todos los personajes tienen una acción de senda única, una característica especial que será una de las opciones que más utilicemos en los combates; por ejemplo, Olberic puede retar en duelo a cualquiera y H’AAnil puede atrapar animales a los que debilita y después hacer que combatan por ella, pero la forma de combatir sí es la misma y los ocho tienen esa conexión y el juego lo deja claro como demuestra el hecho de que uniendo todas las iniciales de los protagonistas se forma la palabra "octopath".
Cada enemigo es débil ante un tipo de ataque y hay que averiguar cuál es su debilidad para poder romper sus defensas y empezar a hacerle daño. En cada turno recibimos un punto de impulso que podemos emplear en el turno siguiente para potenciar el ataque hasta acumular tres, lo que facilita la lucha una vez que hemos debilitado el enemigo.
Unas batallas difíciles para quienes no sepan usar sus recursos
Algunos personajes -básicamente, los femeninos- tienen ataques específicos con las que logran que otros combatan por ellos, y en la misión inicial queda ya claro que hay que saber utilizar estas opciones para superar a los enemigos más potentes. De hecho, todos los periodistas menos uno morimos en el combate contra el jefe final de esta primera etapa del viaje. La dificultad es otra de las características que diferencian a Octopath Traveler de otros JRPG actuales, al menos hasta que el jugador aprende a utilizar de forma estratégica las habilidades propias de cada personaje. Hay que saber cuándo resistir, cuando hay que reservarse y cuándo y cómo atacar para sobrevivir.
El aspecto gráfico del juego es muy característico y llamativo. Aunque imita el aspecto de los juegos de 16 bits. En el modo portátil se ven realmente bien los recargados escenarios, aunque el mapa es bastante confuso y los menús durante los combates demuestran que el estudio se ha esforzado por hacerlos legibles. En el modo TV también se ve el juego precioso, lleno de detalles y con una iluminación y efectos brillantes.
Tras haber probado las distintas historias iniciales de los personajes, la alta dificultad, la belleza del juego y la estrategia necesaria en los combates eran los únicos puntos en común de todos. Unos habían entrado en una cueva, otros se habían movido por escenarios urbanos y otros habían recorrido el bosque, unas historias eran agradables y tranquilas mientras que otras eran turbias o inquietantes. Los ocho caminos del juego parecen diferentes aventuras que, al unirse, conforman un mundo de juego muy vivo en el que sabemos que, mientras intentamos derrotar al jefe de los ladrones otros están tal vez combatiendo contra una especie de rata monstruosa que ha sembrado el caos en un pueblo.
Octopath Traveler saldrá a la venta el 13 de julio en exclusiva para Switch.
Estas impresiones se han escrito después de haber probado el juego en el showroom de Nintendo en Madrid